Referendo 2025 | En 46 años, Ecuador pasó de 69 a 151 asambleístas en la Función Legislativa
El número de parlamentarios ha crecido a la par de la población ecuatoriana. Sin embargo, mediante una reforma constitucional, el presidente Daniel Noboa plantea una reducción de escaños que bajaría esa representación a la mitad.

Imagen referencial de la fachada de la Asamblea Nacional.
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Asamblea Nacional
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Desde el retorno a la democracia, en 1979, las constituciones ecuatorianas han garantizado que cada provincia tenga, al menos, la oportunidad de una representación pluralista en la Función Legislativa, con mínimo dos representantes. Ahora, el presidente Daniel Noboa quiere cambiar eso.
El Primer Mandatario propuso un referendo para modificar el artículo 118 de la Carta Magna y que la Asamblea Nacional pase de 151 legisladores a 73. El argumento gubernamental es que existe una distorsión en la representatividad que vulnera la igualdad del voto de los electores.
Es por eso que plantea reducir los escaños provinciales fijos a uno. Es decir, las 11 provincias más pequeñas tendrían un solo representante de un partido o movimiento político. A excepción de los migrantes que, pese a tener una representación de apenas 125.000 registrados, mantendrán seis legisladores, dos por cada circunscripción.
De ser aprobado el referendo, ese cambio se sumará a la reciente reforma electoral que cambió el método de adjudicación de escaños, a uno que beneficia al partido más fuerte.
Esta propuesta presidencial será votada el 16 de noviembre próximo, a la par que otras iniciativas, como la apertura a bases militares extranjeras, la eliminación del financiamiento público a organizaciones políticas y la consulta popular para decidir si los ecuatorianos quieren una nueva asamblea constituyente.
Evolución de la Función Legislativa
Desde 1979, Ecuador ha tenido un sistema legislativo de una sola cámara. Previamente, hubo al menos tres periodos en los que coexistieron una Cámara del Senado y una Cámara de Diputados. Pero las últimas tres constituciones han mantenido el mismo organismo, con distintos nombres, y una representación similar, con ligeras variaciones.
Desde el retorno a la democracia, el consenso político ha sido de dos representantes por provincia y uno extra por cada 200.000 habitantes, en promedio. Al inicio la única excepción fueron las provincias con menos de 100.000 personas, característica que ahora solo ostenta Galápagos.
Pero la mayor diferencia ha radicado en los legisladores 'nacionales', que inicialmente eran 12, después ninguno y actualmente son 15. Y, pese a esos cambios, el crecimiento de la representación en el Congreso y ahora Asamblea Nacional ha sido estable.
Por ejemplo, el último cambio estuvo atado a los cuestionados resultados del censo 2022. Por eso, en 2025, la Asamblea pasó de 137 a 151 legisladores.
La única excepción fue la elección de 1998, donde el régimen de transición, después de la Asamblea Constituyente de Riobamba, estableció que serían dos diputados por provincia, más uno por cada 200.000 o fracción superior a 150.000, y los legisladores nacionales equivaldrían a la quinta parte de los provinciales (20). Ya para 2002 el número se estabilizó en 100.
Y según los argumentos del presidente Noboa, para 2030 la población alcanzará los 18,4 millones de personas, por lo que los asambleístas aumentarían a 162, a partir de 2033. Por eso, su propuesta busca reducir la cifra a 73 legisladores: 10 nacionales, 57 provinciales (uno por provincia y uno adicional por cada 400.000 habitantes) y seis por el exterior.
Esta no es la primera vez que se plantea la reducción del Legislativo. En el referendo de 2023, ya lo hizo el entonces presidente Guillermo Lasso, pero perdió. Esto pese a que el objetivo en ese entonces era mejorar la representatividad y la calidad legislativa, por lo que los escaños iban a bajar a 116.
En el caso de la propuesta actual, si la ciudadanía la aprueba en las urnas, este cambio regiría a partir de las próximas elecciones legislativas, previstas para 2029. Sin embargo, debido a que el Gobierno apuesta también por llevar a los ecuatorianos a una nueva Asamblea Constituyente, el resultado se volvería irrelevante si es que se cambia de Constitución nuevamente.
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