Con la nariz rota o con los ojos cerrados por los golpes: así llegaron los militares liberados en Imbabura durante el paro de la Conaie
Un oficial de las Fuerzas Armadas contó a PRIMICIAS el estado de salud de los militares que estaban en manos de los indígenas, en Imbabura. Y aseguró que el martes, cuando un convoy fue retenido, optaron por caminar junto con los manifestantes para evitar víctimas.

Un militar que era parte del convoy presuntamente retenido, durante una marcha por Otavalo. 30 de septiembre de 2025
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Andrés Salazar / PRIMICIAS
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A las 02:30 de este miércoles 1 de octubre de 2025, llegaron al fuerte militar Yaguachi, en Ibarra, los 13 soldados que estuvieron retenidos durante varias horas por comunidades indígenas de Imbabura en el marco del paro convocado por la Conaie.
Todos fueron trasladados al Hospital Militar en Quito, donde se constató que presentaban fracturas en el rostro, golpes en la cabeza y lesiones en los ojos.
“Hay gente con la nariz rota, con los ojos cerrados por completo de los golpes”, confirmó un alto mando de las Fuerzas Armadas a PRIMICIAS.
17 militares fueron retenidos durante las manifestaciones en la provincia de Imbabura el fin de semana. Los primeros cuatro fueron liberados el lunes 29 de septiembre.
El oficial confirmó además que, el martes, un convoy militar fue "escoltado" por los manifestantes desde el sector de San Rafael hasta Ibarra. Y dijo que aunque contaba con la capacidad de responder, se decidió evitar una confrontación directa.

“Mientras abríamos la vía en la Panamericana Norte, identificamos mujeres y niños adelante. Teníamos dos opciones: avanzar con la fuerza o detenernos. Optamos por la segunda, para no tener víctimas”, relató.
Esa decisión derivó en que los uniformados fueran obligados a descender de los vehículos y caminar bajo custodia de los manifestantes hasta Ibarra.
Según la misma fuente, las comunidades kichwas argumentaron que, al transitar por sus territorios, los militares debían someterse a sus costumbres, lo que incluía caminar en lugar de avanzar en transporte militar.
“Nos dijeron: aquí se camina, como lo hacen las mujeres, los niños y los ancianos de las comunidades. Era parte de su tradición”.
La caminata, en medio de consignas y bajo la vigilancia de cientos de comuneros, duró varias, se detuvo en Peguche, pero terminó en Ibarra, donde finalmente se alcanzó un acuerdo.
El alto mando militar insistió en que la decisión fue estratégica:
“Si querían que haya muertos y heridos, bastaba con responder con la fuerza. Pero se optó por la negociación y, al final, se evitó una tragedia”.
La liberación de los 17 militares y su estado de salud reflejan la tensión que se vive en Imbabura, la única provincia donde el paro nacional se mantiene con fuerza en su décima jornada.
La Federación de los Pueblos Kichwa de la Sierra Norte (FICI) anunció una tregua parcial en las movilizaciones, pero las comunidades de Otavalo y el pueblo Karanki desconocieron ese acuerdo y ratificaron que las protestas continúan.
Mientras tanto, las Fuerzas Armadas aseguran que seguirán en operaciones de despeje en, al menos, 48 puntos de la Panamericana Norte (entre el redondel de El Cajas hasta Ibarra), donde se concentran los bloqueos.
Las comunidades indígenas han asegurado que mantendrán las paralizaciones hasta que se derogue la eliminación del subsidio del diésel y se haga justicia por la muerte de uno de sus compañeros, Efraín Fuerez, la primera víctima mortal del paro indígena.
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