Marcha por la paz en Guayaquil terminó en una 'maratón' por estar cerca de Daniel Noboa
Mientras sus simpatizantes y ministros de Estado lo esperaban en la avenida Olmedo y Eloy Alfaro, el presidente Daniel Noboa salió escoltado por su seguridad por el Malecón hasta la avenida Nueve de Octubre, donde dio un corto discurso antes de viajar a Cuenca.

Por el compromiso de un Ecuador con paz justicia y seguridad, el gobierno del presidente Daniel Noboa, convocó a una marcha que recorrió varias calle de Guayaquil el 11 de septiembre de 2025.
- Foto
API
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Eran las 09:30 de este 11 de septiembre y en la intersección de las calles Eloy Alfaro y Olmedo, en el centro de Guayaquil, los asistentes a la marcha por la paz y la seguridad, convocada para las 09:00, se preguntaban: "¿Dónde está el presidente?".
Y el presidente no aparecía, al menos para liderar al grupo integrado por los ministros del Interior, John Reimberg; de Gobierno, Zaida Rovira; y de Educación, Alegría Crespo; así como el secretario General de Integridad Pública, José Julio Neira, y el gobernador de Guayas, Humberto Plaza, quienes a esa hora desfilaban por las cámaras y formaban al frente de los simpatizantes del Gobierno, que esperaban atrás de una valla de metal.

A las 10:00, y bajo un sol inclemente que elevó la temperatura a 29 grados, cientos de personas que llegaron desde distintos puntos del país, alentaban la marcha con banderas de Ecuador y vuvuzelas, mientras lanzaban consignas en contra de las decisiones de los jueces de la Corte Constitucional sobre la consulta popular y referendo.
Quien desentonaba con el discurso, era calificado como "¡infiltrado!", ante la indiferencia del cordón militar que rodeaba el sitio de encuentro y que no permitía que nadie se acercara a los ministros de Estado, empujando a la gente hacia el carril de la Metrovía, que aún seguía circulando por la calle Olmedo.
Los más ortodoxos y entusiastas gritaban "sálvanos de la delincuencia, mi presidente, viva Barcelona", "esto no es pagado, Noboa se lo ha ganado" o "abajo jueces corruptos, que liberan delincuentes". En esta marcha, la mayoría arengaba por la paz, pero con un tono beligerante contra quienes pedían al presidente que pagara la deuda al IESS, porque no había medicinas. "¡Afuera, inflitrados!", reclamaban a gritos con las camisas pegadas a la piel por el sudor.

Y la pregunta sobre dónde estaba el presidente se hacía más recurrente con el pasar de los minutos, ya que la idea inicial era que Noboa liderara la marcha por Malecón hacia la avenida Nueve de Octubre, pronunciara un discurso y viajara de inmediato a Cuenca, donde tenía una agenda prevista.
Pero al final hubo cambio de planes: Noboa no llegó a este punto exacto, sino que prefirió caminar desde la calle Olmedo por Malecón al son de la Marcha Militar (levantemos con fe la bandera...), acompañado por simpatizantes, su seguridad personal, el director General del Centro de Inteligencia Estratégica, Michele Sensi Contugi -a su izquierda- ,y por su madre, la legisladora de ADN, Annabella Azín, a su derecha. A la camioneta también se subió Salvador Sarmiento Delgado, conocido como 'Sarmiento es pueblo'.
Esto provocó que todos los rezagados -ministros incluidos- que lo esperaban en Olmedo y Eloy Alfaro se olvidaran de la marcha e improvisaran una pequeña maratón por el Malecón para alcanzar al presidente, que ya había dado un discurso de un poco más de dos minutos y abandonado el sitio cuando por fin llegaron a la Nueve de Octubre.
Solo quedaban asambleístas del movimiento ADN, como Andrés Guschmer, y alcaldes como el de Salinas, Dennis Córdova, que se tomaban fotos con los simpatizantes.
El apuro les hizo ignorar su paso por el Municipio de Guayaquil, que lucía apagado, aunque unos cuantos funcionarios hacían 'inteligencia' desde el balcón, lo que contrastaba con el edificio contiguo de la Gobernación de Guayas, adornado con banderas plásticas de la provincia.
Un escenario previsible, ya que la presencia de Noboa generó un gran despliegue de seguridad militar y policial, con francotiradores afincados en varios edificios céntricos de Guayaquil. Así transcurrió la marcha por la seguridad, en una de las ciudades más peligrosas de Ecuador, donde se han producido 1.807 muertes violentas en lo que va del año.
Compartir: