Hidrantes y puntos fijos para recolectar agua, anunciados por el Municipio, están abandonados mientras sigue la crisis en el sur de Quito
Un recorrido hecho por PRIMICIAS constató que los dos puntos fijos anunciados por el Municipio están alejados y vacíos; vecinos que no cuentan con transporte se ven obligados a recurrir a vertientes o esperar tanqueros que son insuficientes.

Tanque de Distribución Forestal, en la calle Sofía, en el sur de Quito. 15 de julio de 2025
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Andrés Salazar / PRIMICIAS
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Seis días después del inicio de la crisis por el desabastecimiento de agua que golpea a seis parroquias del sur de Quito, las soluciones anunciadas por el Municipio no logran aliviar la situación de miles de familias que se abastecen con baldes, botellones y bidones.
Un recorrido realizado por PRIMICIAS evidenció que los dos puntos fijos de dotación de agua potable, habilitados por el municipio, permanecen prácticamente abandonados y alejados de las zonas habitadas más afectadas.
Uno está ubicado en la Planta de Tratamiento Puengasí, en la calle Javier Loyola, y otro en el Tanque de Distribución Forestal, en la calle Sofía.
Para llegar a estos sitios, los vecinos necesitan transporte privado o pagar carreras en taxi o camioneta, algo inviable para muchas familias de barrios populares como Lucha de los Pobres, Nueva Aurora, Caupicho, Chillogallo o la misma Loma de Puengasí.
“No tenemos cómo pagar una camioneta para ir con baldes y traer agua”, dijo una vecina que lleva días esperando tanqueros en la vereda.

Hidrantes sin uso y tanqueros insuficientes
La situación se repite con los cinco hidrantes que, según anunció el Municipio, servirían como puntos complementarios de abastecimiento.
En al menos dos de ellos, el equipo de PRIMICIAS constató que no había ningún operativo ni personas llenando recipientes.
Ante la falta de agua potable, los habitantes recurren a vertientes u ojos de agua naturales, como el del parque Nueva Aurora, que ha sido utilizado por la comunidad desde hace más de 30 años, aunque su consumo directo no es seguro.

Otros vecinos siguen formando filas durante horas para esperar tanqueros municipales o los enviados por el gobierno.
El alcalde Pabel Muñoz anunció que se incrementó a 71 el número de tanqueros contratados por la Empresa Pública Metropolitana de Agua Potable y Saneamiento (EPMAPS).
Sin embargo, los ciudadanos consideran que esto resulta insuficiente para una población afectada que se estima en más de 400.000 personas.
A este contingente se suman los tanqueros del Ejército y las tres plantas potabilizadoras móviles recién instaladas.
Las autoridades municipales prevén que el servicio regular se restablezca hasta el sábado 19 de julio, una fecha que para miles de familias aún se siente lejana.
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