Menos crudo y más exportaciones no petroleras redefinen el superávit comercial de Ecuador
Hasta octubre de 2025, el sector externo ecuatoriano registró un superávit comercial de USD 5.052 millones, a pesar del deterioro de las exportaciones petroleras.

Buque portacontenedores navegando en mar abierto, símbolo del comercio marítimo y las exportaciones.
- Foto
Canva
Autor:
Actualizada:
Compartir:
Entre enero y octubre de 2025, la balanza comercial de Ecuador registró un superávit de USD 5.052 millones, de acuerdo con cifras del Banco Central del Ecuador (BCE). El saldo comercial es la diferencia entre exportaciones e importaciones de bienes. En 2025, las exportaciones alcanzaron USD 30.511 millones, con un crecimiento interanual de 8%, mientras que las importaciones sumaron USD 25.459 millones, lo que implicó un aumento de 12%. Aun con un mayor dinamismo importador, el balance agregado se mantuvo positivo.
Pero el comportamiento de la balanza muestra una recomposición. La balanza comercial petrolera, que tradicionalmente ha sido el principal soporte del superávit, redujo su aporte. El menor precio internacional del crudo junto con una caída de producción se tradujo en una caída de las exportaciones petroleras y, con ello, en un superávit petrolero menor al de años previos.
En contraste, la balanza comercial no petrolera registró un desempeño notable. El crecimiento de las exportaciones no petroleras permitió no solo compensar el deterioro del frente petrolero, sino convertirse en el principal responsable del superávit total.
El sector petrolero pierde peso en la balanza
De enero a octubre la balanza petrolera registró un superávit de USD 1.065 millones, lo que representa una reducción de USD 1.762 millones frente al saldo observado en igual período de 2024 cuando fue de USD 2.827 millones. En términos relativos, la contracción fue de 62%, lo que confirma la caída del aporte del petróleo al sector externo.
Este resultado estuvo determinado, principalmente, por la caída de las exportaciones petroleras. El valor exportado de crudo y derivados se ubicó en USD 6.544 millones, lo que implicó una disminución interanual de 20%.
La reducción respondió tanto a un menor precio promedio de exportación como a una contracción en los volúmenes enviados al exterior. El precio promedio del barril de petróleo exportado se situó en casi USD 60, con una caída interanual de 13%. En paralelo, el volumen total exportado se redujo 9%.
A lo largo del año, la producción petrolera estuvo marcada por interrupciones operativas y restricciones logísticas que limitaron tanto el volumen producido como la capacidad de transporte. Dos episodios resultaron determinantes. En marzo, la rotura del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) en la provincia de Esmeraldas obligó a paralizar temporalmente el bombeo.
En julio, la situación se agravó con la suspensión simultánea del SOTE y del Oleoducto de Crudos Pesados (OCP), debido a la erosión regresiva del río Coca, lo que redujo de la capacidad de transporte y obligó al apagado forzoso de pozos. Estas interrupciones implicaron una caída de la producción petrolera a su nivel más bajo desde 2004.
Exportaciones no petroleras: el principal soporte del superávit
El buen desempeño de las exportaciones no petroleras fue el factor determinante para que la balanza comercial mantuviera un saldo positivo en 2025. Entre enero y octubre, este grupo alcanzó USD 23.967 millones, lo que representa un crecimiento interanual de 20%.
Gracias a este dinamismo, la balanza comercial no petrolera registró un superávit de USD 3.986 millones, superior en USD 1.295 millones al observado en el mismo período de 2024. Las exportaciones tradicionales concentraron el mayor aporte. En total sumaron USD 14.607 millones, con un crecimiento interanual de 24%.
Dentro de este grupo, el camarón se consolidó como el principal producto de exportación del país, al registrar ventas por USD 6.949 millones, lo que equivale al 29% del total no petrolero y al 23% de las exportaciones totales.
El cacao y sus elaborados mostraron el mayor dinamismo relativo. Sus exportaciones crecieron 46% en valor. Este desempeño estuvo asociado a mayores volúmenes exportados y a precios internacionales elevados durante gran parte del período. Por su parte, el banano y plátano mantuvieron un crecimiento más moderado (11,9%).
En el segmento de productos no tradicionales, las exportaciones alcanzaron USD 9.360 millones, con un incremento interanual de 13%. Destacaron los productos mineros, que crecieron 21%, impulsados principalmente por mayores exportaciones de oro en bruto, concentrados de oro y concentrados de cobre. También se observa un desempeño favorable en enlatados de pescado, fruta y extractos y aceites vegetales.
Importaciones: mayor demanda de insumos y bienes de capital
Entre enero y octubre, el valor de las importaciones totalizó USD 25.459 millones, lo que representa un incremento interanual de 12%. Este crecimiento estuvo impulsado principalmente por un aumento en los volúmenes importados, ya que los precios de importación registraron una caída de 5,2%.
El mayor crecimiento se concentró en los bienes de capital, cuyas importaciones crecieron 19% en valor, alcanzando USD 5.595 millones. Dentro de este grupo, sobresalieron las compras de maquinaria para la industria y de equipos de transporte.
Las importaciones de materias primas también registraron un aumento relevante (15,4%), hasta USD 8.422 millones, impulsadas principalmente por insumos para la industria y materiales de construcción.
Las importaciones de bienes de consumo ascendieron a USD 5.698 millones, con un crecimiento de 14% frente a 2024. En este grupo destaca el incremento de las compras realizadas bajo el régimen de tráfico postal y correos rápidos, que se duplicaron en valor y alcanzaron USD 811 millones. Hacia el final del período, sin embargo, se observa una moderación en este segmento, que responde a la aplicación del arancel de USD 20 por paquete bajo el régimen 4x4, vigente desde junio de 2025.
El grupo de combustibles importados sumaron USD 5.552 millones, el diésel concentró el 47% del valor importado, seguido por la nafta y el gas licuado. Un elemento relevante fue la reducción de las importaciones de electricidad, que sumaron USD 66 millones frente a los USD 230 millones en igual período del año previo, lo que representa una caída de 71%.
Adicionalmente, la reducción de los costos logísticos contribuyó a contener la factura importadora. Entre octubre de 2024 y octubre de 2025, el costo del flete marítimo se redujo 12,9%, con descensos más pronunciados en las importaciones provenientes de países como Corea del Sur, Alemania y China, así como en grupos de productos como máquinas, aparatos eléctricos y vehículos.
¿El inicio de un sector externo menos dependiente del petróleo?
Los datos del sector externo de 2025 confirman un cambio en la composición de la balanza comercial ecuatoriana. El superávit se mantiene, pero ya no descansa principalmente en el petróleo, cuyo aporte se redujo de forma significativa a lo largo del año. En su lugar, el saldo positivo se explica, en mayor medida, por el desempeño de las exportaciones no petroleras.
Por un lado, los precios internacionales del crudo se ubicaron por debajo de los niveles observados en años previos y las proyecciones no anticipan un repunte en el corto plazo. Por otro, la producción petrolera atraviesa un mal momento, marcada por restricciones operativas, problemas de infraestructura y falta de inversión.
El crecimiento de las exportaciones no petroleras fue determinante. Sin el dinamismo del camarón, el cacao, el banano y la minería, la caída del sector petrolero habría tenido un impacto mucho más profundo sobre la balanza comercial total.
Si la tendencia se mantiene, el comercio exterior ecuatoriano estaría transitando hacia una etapa menos dependiente del crudo y más apoyada en las exportaciones no petroleras para sostener el superávit.
Compartir:
