Todo sobre el décimo cuarto sueldo 2025 en Ecuador: cálculo y usos inteligentes
Cada agosto, los trabajadores de la Sierra y Amazonía en relación de dependencia reciben un ingreso extra: el décimo cuarto sueldo. Pero más allá del bono escolar, ¿sabemos realmente qué hacer con ese dinero?

Una persona contando billetes de dólar en su escritorio, en medio de documentos financieros y una laptop.
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Agosto es más que el mes del regreso a clases. Para los trabajadores de la Sierra y la Amazonía en relación de dependencia, también significa recibir un ingreso extra: el décimo cuarto sueldo. Un bono anual que, si bien nació como apoyo para los gastos escolares, no está limitado a quienes tienen hijos. De hecho, es un beneficio obligatorio para todos los empleados, sin importar su rol ni su salario.
Y como suele pasar con el dinero que “no esperábamos”, en lugar de aliviar cargas, a veces se esfuma en antojos. Pero ahí viene la parte clave: ¿cómo usarlo bien? Porque mientras algunos lo ven como un salvavidas financiero, otros lo gastan antes de saber siquiera cuánto les tocaba.
¿Qué es exactamente el décimo cuarto sueldo?
El décimo cuarto sueldo, también llamado bono escolar, es un beneficio que se entrega una vez al año a los trabajadores formales. Está estipulado en el Código de Trabajo ecuatoriano y equivale al valor de un Salario Básico Unificado (SBU), que en 2025 es de USD 470.
Este bono se paga:
- Hasta el 15 de agosto en la Sierra y Amazonía
- Hasta el 15 de marzo en la Costa y Galápagos
El trabajador puede elegir entre recibirlo de manera acumulada (una vez al año) o mensualizada, es decir, prorrateado mes a mes como parte de su sueldo. La opción debe notificarse por escrito al empleador. Lo reciben todos los trabajadores bajo relación de dependencia, incluidos empleados del sector público y privado.
¿Y cómo se calcula?
El cálculo es más simple de lo que parece. Aquí van los pasos:
- Toma el SBU vigente: USD 470 en 2025.
- Divide ese valor para 360 días (según lo establecido por la ley laboral).
- Multiplica el resultado por los meses que trabajaste entre el 1 de agosto del año anterior y el 31 de julio del año actual.
Pero veamos ejemplos concretos, que es donde todo cobra sentido:
- Juan, quien trabaja en Quito y gana el salario básico desde hace un año, recibirá USD 470.
- María, que empezó a trabajar hace 6 meses, recibirá: USD 470 ÷ 12 × 6 = USD 235.
Recuerda: no importa si ganas más que el salario básico, el monto del bono es el mismo. Lo que cambia es el tiempo trabajado.
¿Cómo aprovecharlo mejor?
Muchas personas lo reciben sin tener un plan. Y cuando no sabes qué hacer con un dinero extra, lo más probable es que se esfume entre gastos innecesarios. Por eso, es clave tomar decisiones con intención. Aquí algunas recomendaciones, tanto si tienes hijos como si no.
1. Si tienes hijos: úsalo, pero con cabeza
El bono se llama “escolar” por una razón. Está pensado para cubrir gastos como uniformes, útiles, matrículas o transporte. Pero eso no significa que debas gastarlo todo en la primera tienda que encuentres.
Juan Sebastián Aguilar, experto en educación financiera de la Fundación CRISFE, recomienda hacer un pequeño diagnóstico antes de comprar. “Reutilizar útiles o uniformes del año anterior, comprar con anticipación y hacer un inventario pueden marcar la diferencia en el gasto final”.
Además, sugiere evitar endeudarse para los gastos escolares. “El bono y los ahorros deben ser la primera línea de defensa. Solo si es imprescindible, considera el crédito como última opción”.
2. ¿No tienes hijos? Tienes más libertad financiera
No tener gastos escolares te da una oportunidad única: usar ese ingreso para mejorar tu salud financiera.
Opciones útiles:
- Pagar deudas pequeñas que arrastras desde hace meses.
- Abrir una cuenta de ahorro con propósito, ya sea para una meta puntual o un fondo de emergencia.
- Invertir en ti mismo: un curso, una certificación, una herramienta que potencie tu trabajo o tu emprendimiento.
Incluso puedes empezar un hábito de ahorro. Como sugiere Aguilar: “Si reservas al menos el 10% del bono (unos USD 47), y haces lo mismo cada mes, tendrás un fondo significativo al finalizar el año”. No importa si comienzas con poco. Lo importante es la constancia: USD 5 ahorrados con disciplina valen más que USD 100 malgastados sin pensar.
3. Considera tu futuro, no solo el presente
El décimo cuarto sueldo puede usarse para cubrir necesidades del presente, sí, pero también puede ayudarte a planear a largo plazo:
- Ahorrar para un viaje.
- Financiar una idea de negocio.
- Hacer una compra importante sin recurrir a crédito.
- Apoyar a un familiar sin descapitalizarte.
4. Divide tu bono en tres partes
Una estrategia simple y efectiva es esta:
- 33% para gastos inmediatos o pagos urgentes.
- 33% para ahorro o inversión.
- 33% para darte un gusto o cubrir algo que habías pospuesto.
Así, no sientes que te privas… pero tampoco pierdes el control.
5. ¿Y después qué?
Recibir un ingreso extra debería ser una oportunidad para revisar también cómo estás gestionando el resto de tus finanzas.
Pregúntate:
- ¿Tengo un presupuesto mensual o gasto según lo que entra y sale?
- ¿Podría ahorrar al menos un 5% de mis ingresos cada mes?
- ¿Este bono me acerca a una meta o solo “me salva” un rato?
Entonces, antes de que el décimo desaparezca entre apps de delivery, cuotas o impulsos, detente y pregúntate: ¿Qué puedo lograr con este dinero si lo uso bien?
El décimo cuarto sueldo puede parecer un respiro temporal. Pero bien planificado, puede ser el inicio de una transformación financiera real. No importa si son USD 200, USD 300 o los USD 470 completos: ese dinero puede darte tranquilidad, ayudarte a salir de deudas, o acercarte a ese proyecto que siempre dejas para después.
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