En qué sí y en qué no endeudarse: una guía para usar bien el crédito
El crédito puede ser un aliado estratégico en sus finanzas personales si se utiliza con criterio. Aprenda a identificar en qué situaciones conviene endeudarse y cuando no.

El crédito puede ser una herramienta útil para alcanzar metas si se usa con responsabilidad y planificación.
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En el mundo de las finanzas personales, el crédito puede convertirse en una herramienta poderosa para alcanzar metas importantes como estudiar, comprar un bien duradero o mejorar tu calidad de vida. Sin embargo, también puede transformarse en una carga si se usa de forma impulsiva o para cubrir gastos que no justifican una deuda. La clave está en saber cuándo y por qué endeudarse.
Bertha Romero, experta en finanzas personales de Aval Buró, ofrece una guía clara para tomar decisiones financieras responsables. “El crédito no es una extensión de tu salario, es una herramienta que debe usarse con conocimiento y planificación”, señala.
Evalúe su situación financiera antes de endeudarse
Antes de pensar en solicitar un crédito, es fundamental conocer su realidad económica. “Lo primero que debe hacer una persona es analizar sus ingresos, gastos fijos y variables, y clasificar sus consumos entre necesidades y deseos”, explica Romero. Este paso permitirá saber si realmente puede asumir el compromiso de pagar una deuda sin comprometer su estabilidad financiera.
Endeudarse sin saber cómo está financieramente es como manejar con los ojos cerrados. Puede tener un accidente en cualquier momento.
¿Qué sí pagar con crédito?
Una regla práctica que se recomienda es evaluar la vida útil del bien o servicio que se va a adquirir. Si ese bien va a durar más tiempo del que tardará en pagar la deuda, entonces puede considerarse una deuda saludable.
Entre los ejemplos de gastos que sí vale la pena financiar con crédito, se puede mencionar:
- Electrodomésticos duraderos (refrigeradores, lavadoras)
- Tecnología para trabajar o estudiar (computadoras, tablets)
- Vehículos particulares o de trabajo
- Educación superior o técnica
- Vivienda propia mediante crédito hipotecario
“Este tipo de gastos no solo perduran, sino que pueden incluso ayudarte a generar ingresos o mejorar tu patrimonio. Por eso, pueden considerarse una inversión y no simplemente un gasto”, señala Romero.
¿Qué no debería pagar con crédito?
Por otro lado, endeudarse para pagar consumos de corto plazo o de uso inmediato puede ser un gran error. El gran problema con este tipo de compras es que, para cuando termine de pagar la deuda, ya ni recuerde qué compro.
Aquí algunos ejemplos de lo que no debería pagar con crédito:
- Alimentos o supermercado
- Fiestas o celebraciones
- Entradas a conciertos o eventos
- Vacaciones
- Compras impulsivas de ropa o accesorios
- Salidas frecuentes a restaurantes o bares
Romero advierte que las consecuencias de este tipo de decisiones pueden ser graves: “Cuando usa el crédito para cubrir gastos básicos o emocionales, puede caer en un ciclo de sobreendeudamiento, dejas de pagar cosas importantes como el arriendo, la educación de tus hijos o incluso sus necesidades médicas”.
Consecuencias de un mal uso del crédito
El uso irresponsable del crédito tiene impacto más allá de las cifras en su cuenta bancaria. Según Romero, los síntomas de que está usando mal el crédito son claros: “Si necesita endeudarse para cubrir lo básico, si ya no puede pagar sus cuotas a tiempo, si recibe llamadas de cobranza, o si tiene que pedir otro préstamo para pagar uno anterior, está en un punto de alerta”.
Además, los problemas financieros pueden afectar la salud emocional y psicológica de una persona. El estrés por deudas puede generar ansiedad, insomnio y afectar tus relaciones personales.
Consejos para manejar el crédito de forma inteligente
Si está pensando en utilizar un crédito, tome en cuenta los siguientes consejos prácticos para mantener sanas sus finanzas personales:
Analice el plazo vs. la duración del bien: no tome un crédito a 24 meses para pagar algo que usará una sola vez.
No se endeude con dinero que no tiene: evite asumir compromisos contando con ingresos futuros inciertos. “Si su situación mejora, puede usar ese dinero extra para amortizar la deuda, pero no lo use como base de su decisión”, indica Romero.
Regla de oro: no destine más del 40% de su ingreso mensual al pago de deudas. El 50% debe ir a gastos esenciales (alimentación, educación, transporte) y el 10% al ahorro.
El crédito puede ayudarle a alcanzar grandes logros, siempre y cuando se utilice con responsabilidad y planificación. No se trata de vivir sin deudas, sino de saber cuándo vale la pena endeudarse y cuándo no. Como resume la experta: “Usar el crédito con inteligencia no solo mejora sus finanzas personales, sino también su tranquilidad y bienestar a largo plazo”.
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