Seis tips para ahorrar en compras online con Black Friday y Navidad a la vuelta de la esquina
Ahorrar mientras compras por Internet es posible si sabes cómo hacerlo. Estos trucos financieros te enseñarán a planificar, comparar y aprovechar cada oferta sin caer en las trampas del consumo digital.

Un carrito de compras con cajas y bolsas de colores frente a una laptop.
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Ahorrar no se trata de gastar menos, sino de gastar mejor. En el mundo digital, donde las ofertas brillan como luces de neón y las compras están a solo un clic, el verdadero reto está en aprender a comprar con cabeza fría. No se trata de resistirse a los descuentos, sino de reconocer cuáles son realmente convenientes y cuáles solo juegan con nuestra impulsividad.
Para la experta en finanzas personales Bertha Romero, de Aval Buró, el primer paso para ahorrar comienza antes de poner algo en el carrito. La clave está en la planificación: tener un presupuesto claro y saber cuánto se puede destinar a las compras sin afectar otros gastos.
“Cuando llegan fechas como el Black Friday o el Cyber Monday, lo ideal es hacer una lista de lo que realmente necesitas y de cuánto estás dispuesto a gastar”, explica a GESTIÓN. Esa preparación no solo ayuda a priorizar, sino también a evitar el clásico error de desfinanciarte por perseguir ofertas que parecen únicas, pero no lo son.
En otras palabras, el ahorro empieza mucho antes del descuento. Es la diferencia entre comprar con propósito o con emoción. Y una vez que ese plan está claro, estos son los trucos que realmente funcionan para estirar tu dinero al máximo.
1. La táctica del carrito abandonado: el juego de la paciencia
¿Sabías que muchas tiendas online te premian por esperar? El truco del carrito abandonado funciona porque los algoritmos detectan que mostraste interés en un producto, pero no cerraste la compra. En ese momento, la tienda activa una campaña para “recuperarte” como cliente y puede enviarte un correo con un descuento adicional, envío gratis o un recordatorio tentador.
Por ejemplo: imagina que ves un perfume a USD 60, pero decides dejarlo en el carrito. Dos días después, recibes un correo con el asunto “¡Vuelve! Tu producto tiene un 10% de descuento si compras hoy”. Eso es exactamente lo que debes perseguir: que la tienda te busque a ti, no al revés.
Para que funcione, lo ideal es iniciar sesión o registrarte en la tienda antes de agregar los productos. Así, el sistema podrá identificarte y enviarte la oferta. No siempre ocurre, pero cuando pasa, el ahorro puede ser real y sin esfuerzo.
2. Cupones y códigos de descuento: los aliados del comprador inteligente
Buscar cupones es una costumbre que nunca pasa de moda. Antes de finalizar una compra, tómate un minuto para buscar en Google “cupón + nombre de la tienda”. Existen portales como Chollometro, Bchollos o Cuponation que agrupan promociones actualizadas. Y aunque los descuentos varían —del 5% al 20%—, el impacto acumulado es real.
Por ejemplo, si haces varias compras pequeñas al mes y logras ahorrar un promedio del 10%, al final del año habrás guardado una cantidad suficiente para cubrir un gasto importante o darte un gusto extra. También puedes suscribirte al boletín de tus tiendas favoritas: muchas ofrecen descuentos exclusivos para nuevos clientes o promociones de temporada.
Romero recuerda que la organización es lo que diferencia al comprador impulsivo del comprador inteligente. Tener claro tu presupuesto y tus prioridades hace que estos descuentos trabajen para ti, y no al revés. “Un cupón no tiene sentido si terminas comprando algo que no necesitas”.
3. Comprar fuera de temporada: el poder de la planificación
Comprar con cabeza fría no siempre es fácil. El impulso de “lo necesito ahora” puede ser el peor enemigo de tu bolsillo. Pero si logras planificar tus compras con anticipación, las rebajas fuera de temporada pueden hacer una gran diferencia.
En verano, los abrigos cuestan la mitad; en invierno, los trajes de baño están en liquidación. Lo mismo ocurre con la tecnología: cuando se lanza un nuevo modelo de celular, los anteriores bajan de precio de forma considerable.
La idea, dice Romero, es anticiparse a tus propios gastos. Si sabes que en noviembre habrá promociones grandes, ajusta tus gastos en octubre y aparta dinero para aprovecharlas sin endeudarte. Así, las compras se vuelven parte de una estrategia, no una reacción al impulso.
Además, planificar con anticipación te da tiempo para comparar precios, revisar calidad y evitar caer en falsas “ofertas” que inflan los precios antes de aplicar supuestos descuentos. La comparación es una herramienta de defensa del consumidor.
4. El cashback: que te paguen por comprar
Si el término cashback aún no forma parte de tu vocabulario financiero, deberías agregarlo hoy. Este sistema funciona como una devolución parcial de tus compras: gastas, pero recibes un porcentaje de vuelta, generalmente entre el 2% y el 10%.
Plataformas como Letyshops o Igraal son las más populares, y muchas tiendas grandes como Booking, Nike, Shein o Fnac participan en estos programas. Por ejemplo, si compras un producto de USD 100 y recibes un 5% de cashback, estarías recuperando USD 5, que puedes acumular para futuras compras.
Puede parecer poco, pero si lo haces de forma constante, es como un ahorro silencioso. Es dinero que ya ibas a gastar, pero que ahora vuelve a ti.
Además, algunos bancos ofrecen tarjetas con programas de cashback integrados. Vale la pena revisar las condiciones de tu banco o fintech, porque muchas veces hay límites o categorías específicas (como supermercados o gasolina) donde el beneficio aplica más.
5. Aprovechar los envíos gratuitos: un ahorro invisible
Los gastos de envío parecen insignificantes, pero suman. Tres o cuatro pedidos pequeños al mes pueden representar USD 20 o más en costos adicionales. Por eso, planificar las compras grandes y aprovechar las promociones de envío gratuito es clave.
Si necesitas varios productos, agrúpalos en una sola compra. Así alcanzas el monto mínimo y evitas pagar por cada envío. Esto no solo ahorra dinero, sino también tiempo y esfuerzo, algo que Romero considera parte del ahorro integral: “Ahorrar no solo es recortar, también es organizarte para que tu dinero rinda más”.
Además, anticiparte y planificar tus compras te permite aprovechar momentos estratégicos —como los días sin IVA o las promociones por cambio de temporada— sin caer en el estrés de última hora.
6. Herramientas y extensiones que hacen el trabajo por ti
La tecnología también puede ser tu aliada. Extensiones como Keepa o CamelCamelCamel te permiten ver el historial de precios y recibir alertas cuando bajan. Así sabrás si el descuento es real o si la tienda infló el precio antes de ponerlo “en oferta”.
También hay herramientas como Honey, que aplican automáticamente los cupones válidos al pagar. Son pequeños ayudantes digitales que optimizan tus decisiones y te permiten comprar sin ansiedad.
Romero reconoce que las nuevas herramientas digitales pueden ser grandes aliadas si se usan con criterio. Para ella, la clave está en conocer las reglas del juego digital sin dejarte manipular por él. En otras palabras, aprovechar la tecnología sin perder el control de tus decisiones financieras.
Finalmente, en tiempos donde todo ocurre en línea, cuidar tus datos es parte del ahorro. De nada sirve conseguir un descuento si terminas siendo víctima de fraude digital. Romero lo explica con claridad: ser cuidadoso también es una forma de proteger tu bolsillo.
“Siempre verifica que la página sea segura, compra desde redes confiables y evita usar wifis públicos. Las ofertas falsas o los correos con enlaces sospechosos pueden ser trampas para robar información”, advierte.
En definitiva, ahorrar no es solo pagar menos: es comprar con propósito, planificar con inteligencia y proteger lo que ya tienes. Cada clic puede ser una oportunidad o un riesgo.
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