Amazonía | Los Choneros se internan en territorio colombiano y se enfrentan con Los Comandos de la Frontera
Un informe de Amazon Watch revela las alianzas y rivalidades que alimentan la violencia en la frontera norte de Ecuador. Lobos y Comandos de la Frontera se enfrentan a Choneros y disidencias.

Un raspachín trabajando en una plantación de coca cerca de la frontera ecuatoriana.
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Tom Laffay / Amazon Watch
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Redacción primicias
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El mapa de la presencia del grupo armado organizado Los Choneros en territorio colombiano muestra que la banda criminal ecuatoriana penetra en los municipios de San Miguel, Valle del Guamuez y Orito, en el departamento de Putumayo, en Colombia.
De hecho, Orito ni siquiera es fronterizo, su capital está a 46 kilómetros de la línea de la frontera con Ecuador y su zona más alejada a casi 140 kilómetros de la provincia ecuatoriana de Sucumbíos, desde el área sobre los ríos San Miguel y Putumayo.
Ese es el nivel de penetración de Los Choneros en Colombia, según un informe de la organización estadounidense Amazon Watch, titulado En las sombras del Estado: economías ilícitas y control armado en la trifrontera de Colombia, Ecuador y Perú.
La internación chonera en Colombia ha detonado enfrentamientos con el grupo disidente de las FARC, Los Comandos de la Frontera (CDF), señala el documento. Siete investigadores de Amazon Underworld y Amazon Watch realizaron misiones de campo entre noviembre de 2024 y julio de 2025 en la zona fronteriza de los tres países.
Los Choneros cruzan a Colombia para comprar cocaína o pasta base, lo que los enfrenta con los CDF.

Comunidades "atrapadas"
“Los productores de coca toman riesgos al venderles a ellos (Choneros) debido a las represalias de los CDF. Se han reportado encuentros violentos entre los CDF y Los Choneros en Jardines de Sucumbíos, en el departamento de Nariño y cerca del río San Miguel, en 2025”, reza el informe.
Basta con la sospecha de vínculos con un grupo armado contrario para que surjan amenazas de muerte o asesinatos. Las comunidades quedan en una encrucijada: si rechazan relacionarse con estos actores pueden sufrir represalias, pero si aceptan algún contacto se exponen a ataques de sus adversarios.
- De isla de paz a epicentro criminal, el impacto del narcotráfico en economía y violencia ecuatoriana
Los Choneros han expandido su influencia desde sus bases tradicionales en la costa hacia la Amazonía, operando en alianza con otros grupos disidentes de las FARC, como el Frente Carolina Ramírez. Las autoridades peruanas también han registrado incursiones de Los Choneros en Perú. También hay reportes de supuestas incursiones del “extremadamente violento” Frente Carolina Ramírez a Ecuador.
Un reflejo de la importancia de esta región fue la captura de alias 'Topo' (Darío Javier Peñafiel Nieto) en Tena, Napo, el 13 de septiembre de 2025. El cabecilla de Los Choneros, pugnaba por tomar el mando del grupo tras la extradición de su líder máximo, alias 'Fito', y ahora aguarda su propia extradición.
CDF con laboratorios en Ecuador
La región amazónica del norte ecuatoriano, las provincias de Napo, Sucumbíos y Orellana, se han convertido en territorio vital para grupos criminales de los dos países debido a la confluencia de múltiples economías ilícitas.
La minería ilegal de oro, que según el Ministerio del Interior de Ecuador representó más de USD 1.300 millones en 2024, descrita como un “monstruo” capaz de infiltrar el Estado, constituye una fuente sin parangón de financiamiento para las actividades criminales. La minería se usa para financiar al narco.
A pesar de que los CDF niegan tener presencia en Ecuador y Perú, abundan las pruebas que demuestran lo contrario, según Amazón Watch. Informes de inteligencia y documentos colombianos revelan que este grupo mantiene campos de entrenamiento y laboratorios de cocaína en ambos países, además de contar con plantaciones de coca en territorio peruano.
“No, nosotros no tenemos nada que ver allá. Lo que nosotros decimos es que se revisen allá en el Ecuador ese enredo que hay entre bandas. Unas alineadas con una parte de la Fuerza Pública, pero eso ya no tiene nada que ver con nosotros”.
Figueroa Marín, negociador jefe de los CDF.
En mayo de 2025, once militares ecuatorianos resultaron asesinados en una operación contra la minería ilegal en el Alto Punino, entre las provincias Napo y Orellana. Las autoridades responsabilizaron del ataque a los CDF, y un agresor abatido, alias ‘Compadre’, fue identificado como integrante de esa organización. El Gobierno clasificó a la banda como Grupo Armado Organizado (GAO) en Ecuador.

Alianzas y rivalidades colombo ecuatorianas:
- La inteligencia reciente colombiana sugiere una alianza entre grupos de los CDF con Los Lobos.
- En el bando opuesto, se reporta una alianza entre el Frente Carolina Ramírez (una facción disidente de las FARC, que compite con los CDF) y Los Choneros. El Carolina Ramírez es señalado por su violencia en el lado colombiano, acusado de desapariciones forzadas y ejecuciones sumarias.
- Esta rivalidad explicaría las altas tasas de homicidio en las zonas fronterizas. En Napo, Orellana y Sucumbíos la tasa de homicidios por 100.000 habitantes se ubicó en 52,6 en 2024, la más alta en su historia, incluso por encima de la de 2023, que había sido el año más violento en Ecuador.
- "En Sucumbíos, tanto los CDF como Los Lobos reclutan jóvenes en áreas rurales, a menudo apuntando a adolescentes, mientras regresan de la escuela", señala el informe. "Las comunidades indígenas y campesinas enfrentan creciente extorsión, amenazas y asesinatos".
“No vamos a atacar al Estado, pero si nos atacan, nos defenderemos, y las comunidades nos van a ayudar a defender, porque nosotros estamos bien compenetrados por las obras que hemos hecho y por el desarrollo”.
Liderazgo de Los Comandos de la Frontera.
Un modelo criminal corporativo de los CDF
El informe destaca la amenaza que representa para los tres países fronterizos el modelo territorial criminal corporativo que han impuesto en la región Los Comando de la Frontera (CDF):
- Los Comandos son un grupo armado colombiano que surgió en 2017 a partir de exmiembros de las FARC. Se han distanciado del legado político insurgente para adoptar una identidad "regionalista" y crecen rápidamente, pasaron de 16 a más de 1.200 combatientes en ocho años.
- Los CDF reclutan personal de las antiguas FARC, paramilitares y militares retirados. Los combatientes firman contratos de tres años y reciben pagos mensuales desde USD 500 a USD 2.500 para líderes de grupos pequeños y el equivalente a USD 3.750 para personal con experiencia militar especializada, como con explosivos. Ofrecen beneficios como permisos pagados cada tres meses y compensaciones a las familias en caso de muerte.
- Inicialmente enfocados en el narcotráfico y el cobro de un 'impuesto' por la pasta base de coca, han diversificado sus ingresos hacia la minería ilegal de oro y la extorsión. También están involucrados en el comercio ilegal de madera.
- Los CDF son vinculados al control de operaciones de minería ilegal en la provincia amazónica de Napo, donde Los Lobos han enfrentado a Los Choneros debilitando su influencia minera.
- Este grupo ejerce un control sobre las poblaciones locales, imponiendo toques de queda, monitoreando las comunicaciones (incluso en grupos de WhatsApp) y realizando "campañas de limpieza social". Con frecuencia, los CDF obligan a los residentes a construir carreteras para conectar comunidades o abrir corredores de drogas no marcados.
- En áreas como Yutzupino (Napo), Los Lobos -en conexión con los CDF- opera con maquinaria pesada y ofrece “protección” a los mineros, organizan el transporte de oro y controla el acceso a pistas clandestinas. Extorsionan a comunidades Kichwa cerca de Francisco de Orellana, "exigiendo trabajo a cambio de promesas de infraestructura" como la construcción de escuelas.

Contaminación y bosques depredados
La minería ilegal se ha consolidado como la principal economía ilícita en la frontera norte de Ecuador, incluso por encima del tráfico de cocaína según Amazon Watch, provocando graves impactos en áreas protegidas y comunidades amazónicas.
Entre 2019 y 2024, esta actividad depredó al menos 1.422 hectáreas de bosque en Napo, Orellana y Sucumbíos. Entre las 79 áreas protegidas, las reservas biológicas de Colonso Chalupas (Napo) y de Cofán-Bermejo (Sucumbíos) son las más afectadas. Esta última registra 754 hectáreas deforestadas.
Una investigación de la Federación Indígena del Napo (FOIN), en colaboración con las universidades Ikiam, San Francisco de Quito y Duke documentó altos niveles de mercurio en agua, peces y el cabello humano, lo que afecta a comunidades kichwa que dependen de fuentes hídricas contaminadas.
Raphael Hoetmer, director del Programa Amazonía Occidental de Amazon Watch, señala que los grupos armados están imponiendo una gobernanza criminal que erosiona la capacidad del Estado y de los pueblos indígenas para proteger el territorio. “Están sustituyendo el rol de los Estados”, advierte.
“Un número creciente de territorios amazónicos están siendo devastados, al punto de que ya no pueden garantizar una vida digna y sostenible a sus pobladores”.
Raphael Hoetmer, Amazon Watch.
Las recomendaciones a los tres gobiernos
En un escenario marcado por instituciones ausentes o cómplices, fuerzas de seguridad señaladas por corrupción o abusos y el "fracaso" de la respuesta militarizada para atacar las causas estructurales de la violencia en la Amazonia, Amazon Watch recomiendan a los gobiernos de Colombia, Ecuador y Perú adoptar una estrategia regional de seguridad y protección ambiental.
- Esta estrategia, articulada con Organización del Tratado de Cooperación Amazónica (OCTA), debería priorizar los derechos indígenas, el desmantelamiento de economías criminales y el fortalecimiento de la inteligencia contra el lavado de dinero, más allá de la mera militarización.
- También se sugiere -entre otras medidas- la coordinación de operaciones conjuntas contra la minería ilegal y el narcotráfico. Y se propone la creación de un fondo de desarrollo rural que impulse cultivos alternativos como el cacao y modelos de conservación según el territorio.
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