Las cárceles intervenidas en Ecuador registran 30 fugas tras casi 18 meses de custodia militar

Al menos 30 reclusos escaparon de los centros de detención de Ecuador desde que las Fuerzas Armadas asumieron el control de las cárceles del país, el 9 de enero de 2024. Y pese a la militarización, el sistema penitenciario mantiene niveles similares de evasión de reclusos respecto a los años previos.

Así se desprende de un análisis de la base de datos abierta de la central de llamadas de emergencias ECU 911, que reportó 29 fugas de los centros de detención entre enero de 2024 y mayo de 2025.

A ello se suma la evasión de Rolando Federico Gómez Quinde, alias ‘Fede’, cabecilla de la banda criminal de Los Águilas, vinculado a Los Choneros. La huida se registró el pasado viernes 20 de junio de 2025 en la Penitenciaría del Litoral, ubicada en el complejo de cinco cárceles en el norte de Guayaquil.

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El más reciente escape se produjo en condiciones similares y casi 18 meses después de la fuga del capo del narcotráfico José Adolfo Macías, alias “Fito”, líder de Los Choneros. Su escape de la Cárcel Regional -en el mismo complejo penitenciario- motivó la militarización de las prisiones.

Guayaquil y Riobamba, con más fugas

En Guayaquil, donde se encuentran recluidos algunos de los criminales más peligrosos del país, se registran siete fugas con la de alias 'Fede', lo que lo convierte en el cantón con más de estas incidencias. 

Al mismo nivel está Riobamba, donde se reporta el escape de seis reclusos durante la militarización (con corte hasta mayo de 2025) y en tercer lugar se encuentra Esmeraldas, con cuatro evasiones, según las alertas reportadas al Servicio Integrado de Seguridad ECU 911. 

La propia fuga de alias ‘Fede’ se reportó a través de la central de emergencia ECU 911 -según el acta de la audiencia de formulación de cargos contra 22 involucrados-, lo que llevó el pasado viernes a los investigadores al pabellón 12 de la Penitenciaría, de donde el ahora prófugo salió al policlínico de la cárcel en un grupo de cinco presos.

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El cabecilla de Los Águilas salió del pabellón 12 haciéndose pasar por otro recluso y, una vez fuera del control interno, se habría vestido con un uniforme militar para salir de la prisión junto a tres soldados. La Fiscalía investiga a 19 soldados, un recluso y a dos guías penitenciarios sospechosos de encubrimiento.

Un sistema con fallas estructurales

El ministro del Interior, John Reimberg, confirmó este martes 24 de junio que existió complicidad interna en la fuga de alias 'Fede', por quien el Gobierno ofreció una recompensa de USD 1 millón. También dijo que existen videos y evidencia concreta sobre el escape.

En declaraciones a Radio City, el ministro señaló que el sistema carcelario ecuatoriano es antiguo y que su deterioro estructural, sumado a la falta de mantenimiento, ha dificultado las intervenciones del Gobierno

Para realizar mejoras se ha tenido que mover a privados de libertad entre pabellones que se encuentran hacinados, lo que dificulta la velocidad de la intervención, admitió. Además, cuestionó que los reclusos tengan cuentas bancarias activas y señaló la necesidad de investigar de dónde provienen los depósitos.

“Es un sistema penitenciario que no estaba diseñado para este tipo de delincuencia y es un sistema antiguo que nunca tuvo mantenimiento, nosotros hemos entrado a hacerlo”.

John Reimberg, ministro del Interior. 

Un estudio del coronel Luis Vidal Sánchez, publicado en abril pasado en la Revista Academia de Guerra del Ejército Ecuatoriano, sostiene que si bien las intervenciones militares en las cárceles lograron disminuir de forma temporal la violencia, también generan consecuencias imprevistas que comprometen la estabilidad y seguridad a largo plazo.

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“Aunque el gobierno ha intentado contrarrestar la crisis con intervenciones militares y la declaración de estados de excepción, estas medidas han sido insuficientes para abordar las causas y eliminarlas de raíz”, señala el Informe Intervención de las Fuerzas Armadas en los Centros de Privación de Libertad.

Entre las medidas necesarias se menciona la ampliación y modernización de la infraestructura penitenciaria, la implementación de programas efectivos de rehabilitación y de medidas anticorrupción para desmantelar el control de los grupos delictivos en las prisiones.

A decir del autor, se requiere inversión para reducir el hacinamiento y mejorar la seguridad, a fin de incorporar medios tecnológicos (inhibidores, cámaras, sensores  y equipos de rastreo de señal celular), además de fortalecer al personal penitenciario y dotar a Fueras Armadas de equipo especializado.