Así fue el crimen de los tiktokeros Kutaitong, cuyos victimarios fueron enviados a la Cárcel del Encuentro
Luis Fernando Torres y Oliver Guerrero, condenados a 26 años por el asesinato de Digner y Joselyn Kutaitong, fueron trasladados a la Cárcel del Encuentro, el 24 de diciembre de 2025. Su sentencia se basó en la extracción de sus celulares, donde un grupo de WhatsApp reveló la planificación del ataque y el audio que confirmó la ejecución de los hermanos tiktokeros.

El 24 de diciembre de 2025, el ministro John Reimberg informó el traslado de los hermanos Torres a la Cárcel del Encuentro.
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Mientras el ministro del Interior, John Reimberg, anunció el 24 de diciembre de 2025 el traslado de Luis Fernando Torres Matamoros y Oliver Jacinto Guerrero Torres a la Cárcel del Encuentro en Santa Elena, el expediente de su condena recobra vigencia ante la audiencia de apelación fijada para el próximo 22 de abril de 2026.
Ambos pagan una pena de 26 años por el asesinato de los hermanos Kutaitong Mendoza, un crimen ejecutado en 2022 y cuya trama quedó al descubierto gracias a la pericia digital de sus propios teléfonos, donde un grupo de WhatsApp denominado "Águilas" reveló la planificación y ejecución del doble homicidio.
El crimen
La historia de sangre se remonta al mediodía del 16 de junio de 2022 en la parroquia Virgen de Fátima, cantón Yaguachi. Digner Alexis Kutaitong Mendoza, de 27 años, y su hermana Joselyn Maylin, de 26, circulaban a bordo de un Kia Río color rojo, placa GSV-8484. Ambos eran tiktokeros.
Según los archivos judiciales, los Kutaitong Mendoza se desplazaban confiados, con la música a alto volumen, por la vía principal del kilómetro 26. No sabían que sus movimientos estaban siendo monitoreados minuto a minuto.
Alrededor de las 11:50, a tan solo 200 metros del redondel, fueron interceptados. Un vehículo y una motocicleta les cerraron el paso y abrieron fuego cruzado por ambos costados. La lluvia de balas fue devastadora; Digner recibió más de 24 impactos que destrozaron su tórax y órganos vitales, mientras que Joselyn fue alcanzada por cinco disparos que acabaron con su vida de contado.
La escena, una vía de primer orden y con alta afluencia vehicular, se convirtió en un escenario de caos que alertó al ECU911.
La Dinased llegó al sitio cerca de las 12:40, encontrando los cuerpos inertes y una escena "móvil y abierta" llena de indicios balísticos. Sin embargo, la clave para resolver el crimen surgiría de la información reservada de fuentes humanas en el sector.
Los agentes fueron alertados sobre la participación de un sujeto conocido como "Oliver", residente en la Cooperativa 16 de Diciembre, a pocas cuadras del lugar de los hechos.
En un operativo ininterrumpido, la Policía allanó el inmueble señalado. Allí encontraron a Oliver Jacinto Guerrero Torres en la planta alta junto a su conviviente. En el patio reposaba una motocicleta Ranger color negro, sin placas y con el motor aún caliente, indicio de su uso reciente.
Al verse acorralado, Guerrero entregó un teléfono que se convertiría en su sentencia. Minutos después, en los exteriores de la vivienda, fue aprehendido su hermano, Luis Fernando Torres Matamoros, quien llegó exigiendo explicaciones y portando un celular que terminaría de cerrar el círculo probatorio.
Lo que los peritos de Criminalística extrajeron de esos dispositivos desbarató cualquier coartada. Los hermanos eran parte de un grupo de WhatsApp llamado "Águilas", que hace referencia a la banda criminal aliada de Los Choneros que opera en la zona, creado apenas el 1 de junio de 2022.
La línea de tiempo digital fue lapidaria: a las 11:38 de ese 16 de junio, doce minutos antes de la balacera, el contacto "Tío Lolo 3" envió al grupo una fotografía de la parte posterior del Kia Río rojo de las víctimas, marcando el objetivo.
Tras el crimen, a las 12:08, Guerrero envió un audio escalofriante confirmando el éxito de la operación: "Confirme tío está chato, está chato, esa nota está nítido, nítido". Horas más tarde, al sentir el cerco policial, los mensajes cambiaron a la desesperación: "Tío x donde estas conforme que me cayeron la ley (sic)".

La sentencia
Durante el juicio, realizado en mayo de 2023, la defensa intentó alegar inocencia. Luis Fernando Torres aseguró que trabajaba como guardia de seguridad y que había estado durmiendo en casa tras su turno, mientras que Guerrero afirmó haber estado en un taller mecánico.
Sin embargo, el Tribunal de Garantías Penales de Milagro desestimó sus versiones. Las pruebas técnicas demostraron que el teléfono de Torrres contenía videos del seguimiento y de la escena del crimen grabados o almacenados en su propia memoria, contradiciendo su supuesta inactividad.
Los jueces concluyeron que ambos actuaron como coautores, con un "dominio funcional del hecho", participando en la logística, seguimiento y comunicación con la estructura criminal. No solo se dictó la pena de 26 años de cárcel por asesinato bajo la modalidad de sicariato y alevosía, sino que se impuso una reparación integral económica de casi USD 600.000 para los familiares de las víctimas.
Ahora, desde su nueva celda en Santa Elena, los hermanos Torres esperan la apelación, que volverán a poner en evidencia su participación en el chat de Los Águilas y en el crimen.
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