La expansión regional de Los Lobos incluye sus propios laboratorios de cocaína en la frontera con Colombia

La banda criminal ecuatoriana de Los Lobos dejó se ser un mero subcontratista o intermediario entre organizaciones transnacionales del narcotráfico para producir su propia cocaína en la zona limítrofe entre Ecuador y Colombia. 

El grupo armado organizado tiene la capacidad de recibir insumos base en la zona fronteriza, procesar droga en conexión con Los Comandos de las Fronteras de Colombia y controlar las líneas de distribución marítima hasta Estados Unidos.

Al menos ese es el panorama que plantean desde el Observatorio de Seguridad de la Universidad de la Universidad Central de Colombia, que recoge datos de organizaciones como la Policía, el Ejército y la Fiscalía de ese país.

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Los Lobos se estarían aprovechando de "vacíos" de control en zonas límites entre Ecuador y Colombia para incursionar en el procesamiento de cocaína, según Andrés Nieto, director del Observatorio, quien cataloga al grupo como la “facción criminal más compleja en Ecuador y en la región andina”.

“Este grupo tiene ya laboratorios. Al inicio hablábamos de Los Lobos como una banda que prestaba servicios a grupos criminales, hoy hablamos de mafia porque controlan las líneas de distribución de droga e incluso tienen conexión con las disidencias de las FARC”.

Andrés Nieto, Observatorio de Seguridad de Colombia.

La cadena de televisión de noticias de América Latina DNews dedicó un documental especial para abordar los niveles de expansión criminal de Los Lobos a Colombia, Perú e incluso a Chile. La que fuera una pandilla carcelaria en Turi (Azuay) hoy controla el envío de droga desde los puertos de Ecuador.

La producción desde la hoja es “poco probable”

El Ejército ecuatoriano alertó a inicios de este año de las alianzas criminales entre los Lobos y Los Comandos de la Frontera, disidencias de lo que fue el frente 48 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero sobre todo para minería ilegal, en las provincias de Orellana y Sucumbíos.

Mientras que la colaboración en la producción de cocaína se centraría en laboratorios móviles de cristalización de pasta base de cocaína como los que el Ejército ha destruido en territorio ecuatoriano en el cordón fronterizo, a un ritmo de al menos tres anuales, desde 2020.

En tanto que en julio pasado, la Policía Nacional desnudó cómo el ecuatoriano Juan Carlos Chulca, alias 'Chavalo', detenido en Manta (Manabí) y líder operativo de Los Comandos de La Frontera, tenía también el control de integrantes de Los Lobos en Ecuador.

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'Chavalo' controlaba la producción de alcaloide de laboratorios asentados en territorio colombiano, en la frontera entre el departamento de Putumayo y la provincia de Sucumbíos, y coordinaba el transporte de coca para su salida por puertos ecuatorianos.

No obstante, la Policía Nacional no cuenta con información sobre el manejo directo de laboratorios de lado colombiano por parte de Los Lobos.

Un oficial Antinarcóticos, que mantiene contacto con la Policía de Colombia, le dijo a PRIMICIAS que no descarta que se estén produciendo nuevas dinámicas e incursiones ecuatorianas en otras fases del negocio de la droga, sobre todo en laboratorios más pequeños de cristalización de pasta base.

Los Tiguerones también han incursionado en este tipo de actividad, del lado ecuatoriano. Pero también fue categórico al considerar que es “poco probable” que Los Lobos puedan llegar a producir cocaína desde cero. Es decir, desde la hoja de coca, lo que representa el mayor desafío.

¿El siguiente paso es producir droga?

“Los laboratorios hallados en Ecuador son de transformación, de pasta base a clorhidrato de cocaína. Y el control de los grandes laboratorios de producción los tienen grupos armados en Colombia y es poco probable que un grupo ecuatoriano se establezca allá”, explicó el oficial, que prefiere el anonimato.

Además, la volatilidad de las alianzas criminales en la zona (Los Comandos de la Frontera han llegado a pactar incluso con Los Choneros, enemigos de Los Lobos) y el fraccionamiento de las organizaciones complejiza aún más acuerdos permanentes y sostenidos en el tiempo, añadió.

En tanto, desde el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado consideran que una vez alcanzado un nivel de control territorial el siguiente paso natural de grupos como Los Lobos es la expansión a otros mercados y a nuevas actividades, como la producción de drogas.

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En octubre pasado, el presidente de la república Daniel Noboa anunció que los cultivadores de coca tienen supuestamente unas 2.000 hectáreas de cultivos en territorio de Ecuador.

Los puntos de estimación del Informe Geoespacial en el que basó el presidente la información coinciden con territorios de presencia histórica de las exFARC, alrededor de Puerto El Carmen de Putumayo, por lo que tiene sentido una producción ecuatoriana en alianza con Los Comandos de la Frontera.

Escalar a la producción de drogas no solo le representaría a Los Lobos mayores ingresos (abarata costos e incrementa la rentabilidad) sino que aumentaría la legitimidad de negociación en el mercado de la cocaína con grupos transnacionales, apuntan desde el Observatorio Ecuatoriano.