Guerra de Estados Unidos contra el narcotráfico en ruta del Pacífico incluye devolución de detenidos a países de origen
Las organizaciones del narcotráfico no solo evaden los controles, sino que evitan tener pérdidas. Estados Unidos ha fortalecido las operaciones en aguas internacionales, sobre todo en la ruta del Pacífico, donde entre julio y agosto de 2025 han sido detenidos al menos 30 ecuatorianos con más de 20 toneladas de cocaína.

El escampavías Hamilton, de la Guardia Costera estadounidense, descarga más de 34.800 kilogramos de drogas en Port Everglades, Florida, el 25 de agosto de 2025, como resultado de la Operación Víbora del Pacífico.
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Cortesía de la Guardia Costera de Estados Unidos.
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La ruta de la droga del Pacífico no pasa inadvertida y Estados Unidos es el principal interesado en frenar a los cárteles y a las organizaciones criminales, para evitar que grandes cargamentos de alcaloides lleguen hasta sus costas. Ecuador es un punto estratégico para el tránsito y acopio mundial de cocaína.
Desde 2024, las estructuras de narcotráfico han optado por definir sus redes logísticas. Además, los ecuatorianos o personas de otras nacionalidades detenidos en aguas internacionales ya no son recluidos en cárceles de Centroamérica y Norteamérica, sino entregados a las autoridades de cada país.
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Entre julio y agosto de 2025, se han reportado al menos 12 casos de operaciones en aguas internacionales —del Pacífico— donde han estado involucrados unos 30 ecuatorianos. En esas acciones han decomisado 24 toneladas de cocaína, todas con destino final a Estados Unidos y Europa.
Es decir, si estos cargamentos de cocaína llegaban al mercado europeo, los ingresos para las organizaciones de narcotráfico superaban los USD 620 millones y, en Estados Unidos, el valor podría duplicarse.
El 24 de agosto de 2025, el guardacostas de Estados Unidos 'Seneca' arribó al puerto de Manta, en Manabí, para entregar a 18 ecuatorianos. En esa ocasión, Lee Jones, capitán del Seneca, resaltó la coordinación que tiene el país norteamericano con Ecuador en la lucha contra el crimen organizado transnacional.
Jones, al igual que Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, coincide en que el 80% de las incautaciones de drogas se realizan en el mar.
Además, las autoridades han hecho énfasis en las interdicciones marítimas en el Pacífico Oriental que se han intensificado por parte de la Guardia Costera de Estados Unidos. Como muestra están desplegados los denominados operativos ‘Pacific Viber’ (Víbora del Pacífico).
Las acciones son parte de una ‘guerra’ declarada a las redes de narcotráfico latinoamericanas, sobre todo al Cartel de Los Soles, que estaría liderado por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, según afirma Estados Unidos.
“Hay tráfico de droga, tanto en el Caribe como en el Pacífico; ahora mismo nos estamos enfocando en estas áreas”.
Lee Jones, capitán del Seneca.
Redes logísticas del ‘narco’
“Normalmente hacen puntos de abastecimiento ya coordinados, por eso es que han incrementado los delitos hidrocarburíferos aquí, porque cogen las lanchas, embarcan combustibles, van a un punto, hacen el embarque y llevan a otro sitio”, explicó a PRIMICIAS una fuente de la Armada ecuatoriana.
Hace referencia a las denominadas ‘gasolineras flotantes’, que no son otra cosa que lanchas (fibras de vidrio), que normalmente son de uso para actividades de pesca; sin embargo, en provincias costeras como Manabí, son utilizadas para el tráfico de combustible.

“Las lanchas, las cuales son abastecidas con combustible ilegal, transportan droga generalmente bajo la modalidad de arrastre hasta el norte de las Islas Galápagos”, señala un informe del Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO).
Mediante este proceso de red logística, las organizaciones entregan ya sea el combustible o víveres para asegurar el transporte de la droga.
De hecho, ciertas organizaciones se han especializado “únicamente en el transporte y venta de combustible, convirtiéndose en una especie de ‘gasolinera marítima’”, indica OECO.
Considerando que la venta de cada galón en altamar genera “una rentabilidad de 20 a uno del precio del galón de combustible en tierra”, resalta OECO.
Movilizar la droga
En el caso de las lanchas que zarpan de Manabí y Santa Elena, los agentes antidrogas han detectado que se alejan hasta un promedio de 15 millas. Luego existe otra embarcación que recibe el cargamento mediante entrega directa o a través de un dispositivo GPS que flota en altamar con la carga.
Para todo esto, hay embarcaciones de vigilancia, con fachadas de pescadores, que crean una red de comunicaciones con equipos celulares y que alertan la presencia de la autoridad marítima.

Según la fuente, desde 2024, movilizar droga en lanchas ha cambiado por temas de costos, tiempo y riesgo. Anteriormente era más común trasladar la cocaína en doble fondo o embarcaciones modificadas, directamente hacia Centroamérica y Norteamérica.
“Por eso ya no se escuchan muchos casos de doble fondo, porque es simplemente llevar a un punto rápido, dejar y salir”, agregó la fuente.
Interceptación en aguas internacionales
De acuerdo a información de la Armada, desde 2018 se han fortalecido las relaciones con Estados Unidos y con ello las coordinaciones en temas de seguridad.
Cuando Estados Unidos intercepta una embarcación, lo primero que hace es verificar de qué país proviene (si tiene registro); luego, para poderla intervenir, procede a pedir permiso a la nación de origen. Lo anterior es posible gracias a los memorandos de entendimiento existentes.
Y en el caso de que la lancha no tenga registros de ningún país, se la puede intervenir; estas embarcaciones son consideradas apátridas.
El 11 de agosto, un Destacamento de Aplicación de la Ley (LEDET) de la Guardia Costera de los Estados Unidos, a bordo del destructor de misiles guiados USS Sampson (DDG 102) clase Arleigh Burke, interceptó una embarcación sospechosa de tráfico de drogas e incautó aproximadamente 570 kilogramos de cocaína en aguas internacionales.
En esa ocasión, la embarcación sospechosa intentó huir y comenzó a arrojar paquetes por la borda. Tras los disparos de advertencia, a los cuales se hizo caso omiso, se empleó fuego de desactivación, logrando detener la embarcación sin causar heridos.
Para aquello, la interdicción se llevó a cabo bajo el derecho internacional y un acuerdo bilateral con Ecuador.
Entrega de indicios
Por lo regular, los guardacostas de Estados Unidos no entregan el total de la droga que se decomisa en aguas internacionales, solo un parte para que sea judicializada.
Como muestra, de las 10,3 toneladas de clorhidrato de cocaína decomisadas entre el 2 y el 22 de agosto de 2025, solo arribaron tres toneladas para la prueba preliminar de campo y otras diligencias propias del proceso.
Esta es la cantidad de cocaína entregada por Estados Unidos a Ecuador desde 2020, decomisada en aguas internacionales, considerando que solo han sido pequeñas muestras, es decir, no el total de las incautaciones:
Sin embargo, no sucede lo mismo con los detenidos, pues a raíz del fortalecimiento de los convenios de seguridad con Estados Unidos y para no llenar las cárceles o por políticas de Estado, los sospechosos son entregados a su país de origen. Tal como sucedió con los 18 ecuatorianos, de ellos 17 manabitas y uno de Esmeraldas, detenidos con las 10,3 toneladas de droga en aguas del Pacífico.
Las cifras del Departamento de Seguridad Nacional de los Estados Unidos dan cuenta de que las incautaciones en los últimos dos meses en aguas internacionales, tanto en el Océano Pacífico Oriental como en el Mar Caribe, son históricas.
El 25 de agosto de 2025, en Port Everglades, Florida, se realizó el primer gran desembarco de la ‘Operación Víbora del Pacífico’, que es una colaboración entre la Guardia Costera y la Armada de los Estados Unidos. Fueron 19 interdicciones.
“La descarga récord del escampavías HAMILTON es la última demostración del éxito de la Operación Víbora del Pacífico, las agresivas operaciones de la Guardia Costera para derrotar al narcotráfico en el mar del Océano Pacífico Oriental, cerca de Centroamérica y Sudamérica. Estamos sumamente orgullosos de nuestras tripulaciones, que están protegiendo a nuestra nación”.
Almirante Kevin Lunday, Comandante Interino de la Guardia Costera.
Lunday agregó que el éxito del HAMILTON envía una clara “señal a los cárteles: somos dueños del mar. Los derrotaremos y protegeremos a nuestras comunidades de la muerte y la devastación causadas por el flagelo de las drogas ilegales”. La descarga fue de más de 34.800 kilos de drogas, valoradas en USD 473 millones.
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