En Manta, los ataques violentos han permeado los espacios públicos y privados

En Manta ‘no hay lugar seguro’. Eso lo saben los 271.145 habitantes, que son testigos y han sobrevivido a masacres y a una serie de hechos de violencia en espacios públicos y privados.

La noche del 28 de diciembre de 2023 marca un precedente en la ciudad puerto, pues sujetos armados irrumpieron en una iglesia y asesinaron a un hombre y a un niño de 11 años (víctima colateral).

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Pero esa escena es solo el reflejo de cómo se ha instaurado la violencia criminal en Manta, que conforma el distrito del mismo nombre junto a los cantones Jaramijó y Montecristi, el más violento de la provincia costera.

La fuerza pública atribuye los ataques armados a una pugna entre organizaciones de narcotráfico y al ser Manta una ciudad puerto es altamente representativa y estratégica para que organizaciones criminales ponga sus “negocios”.

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Para entender el narcotráfico, la principal expresión del crimen organizado en Ecuador y que está acentuada en la ciudad, PRIMICIAS dialogó con el perito en Criminología, Luis Lara, excomandante de la Dirección Nacional de la Policía Judicial (DNPJ) y exjefe de la Unidad de Antinarcóticos de Manabí.

“Mientras Manta siga manteniéndose con el concepto de la bodega del mundo de la cocaína, lastimosamente habrá violencia criminal”.

Luis Lara, excomandante de la Dirección Nacional de la Policía Judicial.

Manta, que supera las 170 muertes violentas en este 2024, sirve como zona de acopio y tránsito de drogas. Igualmente se reclutan a pescadores y lancheros. También hay puntos logísticos de abastecimiento de combustibles o ‘gasolineras flotantes’.

Y es que la ciudad puerto tiene 13 playas y su ubicación es geoestratégica, pues se encuentra a orillas del Océano Pacífico. Asimismo, está a 25 millas náuticas de la ruta internacional de tráfico.

Además, el experto considera que lo que está pasando actualmente tiene que ver con la patología del poder, que puede estar en todos los niveles, ya sea político, social, criminal, delincuencial o familiar. Es decir, “empleo del poder a favor del delito”, lo que genera violencia, ya sea de tipo criminal o social.

Es necesario señalar que el Observatorio Ecuatoriano de Crimen Organizado (OECO), en la caracterización del crimen organizado, determina que el narcotráfico tiene una relación “predominante a escala nacional” con un 23% de incidencia.

Esto promueve “convergencias criminales” en las que el lavado de activos, la corrupción, el tráfico de armas e hidrocarburos se constituyen como delitos “subsidiarios y habilitantes” dentro de la cadena de valor del narcotráfico.

"No se trata de dejar de vivir"

Retomando el caso del cantón Manta, en los últimos siete meses, después de la incursión armada en la iglesia, se han registrado tres masacres en canchas y mecánicas, además de otros casos como los ataques armados en un restaurante y en un circo. 

Por ejemplo, en referencia a los ataques sucedidos en las canchas, la ministra del Interior Mónica Palencia, dijo el 15 de julio de 2024, desde Manta: 

"Todos podemos saber cuáles son los comportamientos de aquellos con los que nos juntamos e ir tomando medidas de seguridad también desde la ciudadanía, a qué hora voy a jugar, con quién voy a jugar, los conozco, no los conozco y andar con esas precauciones”.

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Además, dejó en claro que no es partidaria de la caracterización, porque “estigmatiza y excluye”.

Palencia pidió que se “alerte a la ciudadanía a creer en sus intuiciones también, a creer en sus percepciones, a tener conocimiento y conciencia de con quién conversa, cuándo se junta en qué horario”.

“No se trata de dejar de vivir. Tenemos que hacer la recuperación de los espacios públicos y la recuperación de la vida en lo lúdico, esto es en el juego también, pero con conciencia, conocimiento y precaución”, finalizó la funcionaria.

El ministro de Defensa, Gian Carlo Loffredo, agregó que, “definitivamente las personas tienen que tomar algo de responsabilidad sobre su seguridad personal, no hay un perfil físico de un criminal, pero sí existe un perfil conductual y es necesario que las personas comiencen a tener capacitación sobre la prevención del crimen”.

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Con esto coincide Lara, quien sostiene que hay que darle responsabilidad al ciudadano y “no esperar que el Estado les soluciones todo, no puede haber un policía para cada persona”.

Por ello, piden a los operadores de justicia, que no dejen libres a los delincuentes. “No se saca nada si se detiene a una banda criminal y a la media hora sus miembros salen libres”, manifestó Lara.

El Bloque de Seguridad, conformado por policías y militares, también ha cuestionado a los operadores de justicia y ha pedido más respaldo en la lucha contra la delincuencia y el crimen organizado.

Clases de víctimas

En este sentido, el perito en Criminología cree necesario tener en cuenta qué clase de participación tiene la víctima en los hechos. “Puede ser una víctima inocente, participante o provocadora”, menciona.

Por ejemplo, es muy común escuchar que se ejecutan crímenes y la Policía alega que son ajustes de cuentas. “Porque lo matan no deja de ser una víctima, es una víctima participante, porque también está dentro del cometimiento del delito”, asegura.

Como muestra, según los registros de la Policía Nacional, al menos el 93% de las muertes violentas en Manabí está relacionado a "pugnas por territorios para el tráfico de drogas".

Quiere decir que son personas que están o estuvieron relacionadas con el narcotráfico o algún delito conexo.

"El delito se mueve"

En Manta no solo atacan a los ‘blancos’ bajo perfilamiento. Además, las autoridades han reconocido que una vez que empezó a operar la cúpula militar y policial desde la ciudad, los grupos terroristas han buscado cometer sus delitos en otros territorios.

El exjefe de la Unidad de Antinarcóticos de Manabí señaló que el “delito se mueve, por ejemplo, si hay control en Manta, van a matar en Portoviejo” y viceversa. Incluso “son tan inteligentes y para no exponerse reducen sus operaciones criminales”.

Sin embargo, pese a la presencia de la fuerza pública, los asesinatos se siguen registrando en la ciudad.