Desde la academia surge un planteamiento que podría equilibrar el déficit fiscal sin afectar el consumo. Se trata del IVA diferenciado, que consiste en implementar un esquema de impuestos con una tasa universal, una reducida y otra aumentada.
El director del Centro de Investigaciones Económicas de la ESPOL (Escuela Politécnica del Litoral), José Gabriel Castillo, sostiene que si el Gobierno aplaza la decisión de reducir los subsidios al diésel o al gas licuado de petróleo GLP, se pone en riesgo los siguientes desembolsos del FMI.