La serie de Chespirito, ¿homenaje a Roberto Gómez Bolaños o ajuste de cuentas con Florinda Meza?
'Chespirito: Sin querer queriendo' desata pasiones en las redes sociales por los 'chismes' que ventila sobre las relaciones del comediante mexicano.

Escena de la serie 'Chespirito: Sin querer queriendo'.
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HBO
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Vamos por los tres capítulos de los ocho planificados y la serie 'Chespirito: Sin querer queriendo' se ha convertido en un éxito mediático: los clips de esta producción de HBO max circulan por internet y desatan pasiones en las redes sociales. ¡No contaban con la astucia de los productores!
Pero el gran atractivo no está precisamente en la obra de Roberto Gómez Bolaños, en su veta creativa, sino en los chismes que han circulado sobre sus relaciones personales. Esto se convirtió en una telenovela mexicana, ¡otra vez!
Los comentarios no giran en torno a la ambientación de la época en la que el comediante, actor y escritor mexicano Roberto Gómez Bolaños desarrolló sus mejores ideas. No se valora, o pasa desapercibido, el esfuerzo puesto en el vestuario, la peluquería y la utiliería para evocar la década del 70, pero también los escenarios que se mostraban en 'El Chapulín' o 'Los supergenios de la Mesa Cuadrada'.
Tampoco se habla mucho del nivel de los actores, algo disparejo, pero con un estupendo Pablo Cruz Guerrero que logra representar al Chespirito que todos aman... o amaban, ya no sabemos bien. Y menos se mencionan los interesantes encuadres, angulaciones y fotografía de esta bioserie, que se vendía como homenaje a una de las figuras más representativas de la cultura pop de México y América Latina.
¿Homenaje? Hasta ahora, la gran heroína de esta producción es la argentina Graciela Fernández, la primera esposa de Roberto Gómez Bolaños y madre de sus seis hijos. Sí, se muestran los métodos de trabajo de 'Chespirito' y cómo desarrolló detalles que le llevaron al éxito, por ejemplo, el escudo de corazón amarillo del Chapulín o frases como "lo sospeché desde un principio". Es mirar el instante de la chispa, la que prende el fuego de todo lo demás.
Pero lo que tiene a todos con la boca abierta es la abierta animadversión hacia Florinda Meza, la actriz de la que se enamoró Roberto Gómez Bolaños cuando estaba casado con Graciela Fernández y por la que puso fin a su largo matrimonio. Meza es presentada como la Yoko Ono de Chespirito.
Lo curioso es que la serie no cuenta nada nuevo, o nada de lo que siempre se habló, pero ahí está la magia del cine y la televisión, que ha causado que todos los admiradores y también los detractores de Chespirito vuelvan a esos chismes. Y está ocurriendo lo que ya vimos con la serie del cantante Luis Miguel, o con la película 'Bohemian Rhapsody', cuyas dramatizaciones se tomaron licencias creativas para crear héroes y villanos, y tuvimos un desfile de personas diciendo: eso no pasó así.
Florinda Meza, de hecho, anuncia un documental para contar su verdad.
Acá en 'Chespirito: Sin querer queriendo' se repite eso mismo, aunque uno se pregunta si los creadores de la serie son sus hijos o sus haters. Porque hay mucha idealización en cuanto a lo profesional, ya que en la vida real Chespirito nunca tuvo que saltar bardas ni rogar por trabajo. Pero también hay una mirada más severa hacia la vida personal de un Roberto Gómez Bolaños atrapado en sus errores.
Veamos cómo avanza esta serie, escrita por Roberto Gómez Fernández, hijo de Chespirito y que ha comandado este ajuste de cuentas con Florinda Meza, su madrastra. Le faltan cinco episodios más que saldrán cada jueves y todos nos preguntamos que otros trapitos se ventilarán. ¡Que no panda el cúnico!
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