Según un informe policial, el primero de cinco escuadrones de la institución llegó 85 minutos después a la escena de la dramática estampida de Halloween, en Seúl.
El primer escuadrón de Policía surcoreana llegó a la escena donde se produjo la dramática estampida de Halloween, en Seúl, casi 85 minutos después de que estallara el incidente.
Así lo revela un informe policial publicado casi una semana después de la tragedia, registrada el 29 de octubre de 2022.
En total, cinco escuadrones de policía afiliados a la Agencia de Policía Metropolitana de Seúl (SMPA) se movilizaron el día de la aglomeración en el distrito de Itaewon. El primero llegó alrededor de las 23:40 (hora local), cuando la llamada inicial a los servicios de emergencia se produjo a las 22:15.
Otros cuatro escuadrones llegaron al lugar uno por uno, a partir de las 23:50 del sábado y hasta la 01:14 del domingo, según datos publicados por el SMPA.
Además, se ordenó el envío a la escena de ocho unidades de Policía de apoyo en diversas tareas, que llegaron a la zona entre las 00:50 y la 01:12, según la misma fuente.
Según un informe independiente, el retraso pudo darse porque el jefe de Policía del distrito de Yongsan, Lee Im-jae, ahora suspendido de su cargo, decidió desplazarse en vehículo, a pesar del cuantioso tráfico de esa noche.
Se sabe que Lee estuvo desde la mañana del sábado a cargo de operaciones de respuesta para varias manifestaciones en el distrito, pero se desconoce dónde estuvo durante la hora previa al suceso en Itaewon.
Aparentemente, tampoco se lo pudo contactar cuando la gente comenzó a caerse y amontonarse durante la estampida en ese barrio, donde al menos 100.000 personas festejaban Halloween.
Aunque Lee llegó al lugar de los hechos poco después del suceso, también se investiga por qué tardó hasta las 23:34 para reportar la situación al jefe de la Policía Metropolitana de Seúl, Kim Kwang-ho.
Miles de personas se reunieron una semana después de la tragedia, en el centro de Seúl, para llorar a las víctimas de la estampida, donde más de 150 personas fallecieron.
Los familiares también exigieron la dimisión del presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol.
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