El Ministerio de Educación asegura que algunos estudiantes han regresado a sus países y a otros la pobreza los empujó a dejar los estudios.
Andrés y David Rincón tienen 12 y ocho años, respectivamente. Desde agosto de 2022, cuando su madre quedó en el desempleo, no han tenido otra opción que dejar sus estudios para dedicarse a vender miel de abeja en el barrio Turubamba, sur de Quito.
"No tenemos dinero para comprar útiles escolares ni uniformes", dice Andrés, sentado en la esquina de las calles Teniente Hugo Ortiz y Moromoro, hasta donde llega todas las mañanas para trabajar.
Los USD 20 que los dos niños ganan cada día apenas les alcanza para comer y para pagar el arriendo de un cuarto en el que viven con su madre.
Estar al día con los servicios básicos muchas veces es una tarea imposible. "Hay semanas que nos hemos quedado sin luz y agua porque no hemos tenido dinero para pagar. Por suerte, algunos vecinos nos han ayudado", agrega Andrés.
Él confiesa que su anhelo es regresar a las aulas y convertirse en médico veterinario. "Siempre me han gustado los animales. Espero que mi sueño se cumpla", dice con una sonrisa.
El caso de Andrés y David forma parte de las estadísticas del Ministerio de Educación sobre la deserción escolar en alumnos extranjeros.
Según este Ministerio, 46.132 niños y jóvenes extranjeros abandonaron el sistema educativo ecuatoriano en un año.
Durante el período académico 2021-2022, el sistema registró 87.262 alumnos de diferentes nacionalidades, sobre todo venezolanos, colombianos y peruanos.
Para el año lectivo 2022-2023, la cifra cayó a 41.132. Es decir, una reducción del 52,8%.
Según la autoridad educativa, es la primera vez que el número de estudiantes extranjeros registra una disminución, tomando en cuenta el período 2018-2019 cuando hubo un 'boom' migratorio.
Venezolanos, los que más dejan de estudiar
Las estadísticas que maneja el Ministerio de Educación detallan que los estudiantes venezolanos son quienes más han abandonado sus estudios.
En el año lectivo 2021-2022, hubo 60.164 alumnos, mientras que en el actual período académico solo se inscribieron 29.897. Esta cifra representa una reducción del 50,2%, siendo la más alta con relación a los estudiantes de otros países.
En segundo lugar aparecen los estudiantes colombianos, cuya matrícula cayó en 48,9% entre los dos períodos citados, pasando de 10.849 a 5.539 estudiantes.
Mientras que el porcentaje de estudiantes peruanos que no continuaron sus estudios es del 46,3%. En el año lectivo 2021-2022 hubo 1.479 alumnos de ese país y para este 2022-2023 hay 794.
Otra cifra que llama la atención tiene que ver con el número de estudiantes de otras nacionalidades, como China, Argentina, Chile o Haití.
El Ministerio de Educación señala que la reducción de estudiantes de "otros países" es del 66,8% entre los períodos 2021-2022 y 2022-2023.
En el primero hubo 14.791 estudiantes y en el segundo, 4.903.
Las razones
La deserción de los estudiantes extranjeros responde a dos razones, según el Ministerio de Educación y a organizaciones de ciudadanos extranjeros.
La entidad gubernamental señala que muchos migrantes, sobre todo venezolanos, han regresado a su país.
Aunque también es posible que migren hacia otros países como Chile, Argentina o Estados Unidos, dice Daniel Regalado, presidente de la Asociación Civil Venezuela en Ecuador.
Agrega que la pobreza es otro factor que influye en los ciudadanos venezolanos al momento de inscribir a sus hijos en el sistema educativo. "No todos tienen dinero para comprar útiles escolares, enviar colación a sus hijos o pagar el transporte".
Señala que, ante la falta de fuentes de empleo en Ecuador, algunos migrantes llegan con el objetivo de permanecer uno, dos o tres meses. "Quieren ahorrar dinero para dirigirse a otros países y por ello los estudios no son una prioridad".
El Ministerio de Educación cree que el número de estudiantes ecuatorianos y extranjeros puede incrementarse en los próximos meses, pues el proceso de matriculación estará abierto hasta el 15 de enero de 2023.
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