Déficit en el IESS: ingresos cubren solo la mitad de las pensiones en 2025
Mientras el Gobierno dice que el sistema de pensiones del IESS no tiene un problema inmediato, expertos alertan que su crisis ya es insostenible.

Feria del IESS para promover las afiliaciones, el 14 de noviembre de 2024.
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IESS (página web)
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Durante una entrevista radial, el presidente Noboa aseguró que el sistema de pensiones del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) “no será un problema mañana ni pasado”, porque apenas el 5,6% de la población está en edad de jubilación, mientras el 40% de la población está en edades de entre 14 y 35 años. Por lo tanto, la solución para el IESS pasa por “generar empleo entre los jóvenes”.
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Y es que, según el Jefe de Estado, Ecuador tiene toda una generación de jóvenes, cuyo pico de nacimientos fue 2004 y 2011 y a los que hay que dar empleo. Y que ellos con sus aportes puedan darle sostenibilidad financiera al IESS.
Entonces, enfatizó el Mandatario, "no es un tema de pensiones, es un tema de cómo se reestructura y se resuelve la generación de empleo".
Sin embargo, dos expertos en seguridad social advierten que esa lectura ignora la magnitud del déficit y los factores estructurales que comprometen la sostenibilidad del sistema.
Faltaría dinero para pagar pensiones en 3 años, dice experto
Decir que el IESS está bien porque solo un pequeño grupo es jubilado, es un mito, dice el actuario Rodrigo Ibarra, presidente de la firma Actuaria Consultores.
El experto dice que el presidente llega a esa conclusión analizando las cifras de la población en general de Ecuador, pero no todas esas personas están afiliadas. Entonces, si se quiere analizar la situación del IESS, dice Ibarra, hay que analizar el número de afiliados con relación al número de jubilados del instituto.
Un sistema de pensiones, para que sea sostenible, debe tener ocho afiliados por cada jubilado.
Y así, en 1983, había ocho afiliados por cada jubilado, lo que dejaba suficientes recursos para cubrir los gastos de pensiones. Pero ahora hay cinco afiliados por cada jubilado.
Actualmente, el IESS tiene 3,7 millones de afiliados cotizantes y 701.106 pensionistas. Esa relación es cada vez más estrecha, y eso explica el déficit de caja: "los ingresos por aportaciones ya no alcanzan para cubrir lo que se debe pagar cada mes”, advierte Ibarra.
De acuerdo con datos oficiales del IESS, el pago de pensiones bordeará los USD 6.919 millones en 2025, mientras que los aportes de los afiliados sumarán USD 3.326 millones. Es decir, al IESS le faltará este año USD 3.593 millones para pagar las pensiones.
El hueco financiero del sistema de pensiones se venía cubriendo con el aporte del 40% que hace el Estado por Ley para pagar las pensiones, pero ya en 2025 se queda corto, pues solo será de USD 2.200 millones.
“Ni siquiera con el aporte del Estado se cubre el hueco ya en 2025. Por eso el IESS ha tenido que usar sus ahorros, que además no son líquidos: están invertidos en créditos hipotecarios o quirografarios. Esos fondos se están agotando y podrían acabarse en tres años si no se toman medidas”, explica el actuario Rodrigo Ibarra.
Ni siquiera con el aporte del Estado se cubre el hueco ya en 2025.
Rodrigo Ibarra / Actuario
El especialista añade que la situación se agravará con la evolución demográfica. “Hoy el 5,6% de los ecuatorianos tiene más de 60 años, pero en diez años será el 10% y en 20 años el 20%. Las mujeres tienen menos hijos y la población envejece cada vez más", dice Ibarra.
De ahí que considera que si no se hacen correctivos, el sistema podría no tener dinero suficiente para pagar las pensiones en el corto o mediano plazo.
Ibarra considera que el Gobierno debería transparentar los datos reales del IESS y promover un debate nacional sobre una reforma estructural.
No se trata de seguir haciendo reformas parches al sistema de pensiones ni de endeudar al Biess —como permite la reciente Ley de Fortalecimiento Crediticio—, sino de acordar con la sociedad, en un diálogo amplio, cómo garantizar la sostenibilidad de las pensiones del futuro, apunta.
Los problemas van más allá del empleo, dice experta
En un webinar realizado en septiembre por PRIMICIAS, el economista Augusto de la Torre, catedrático de la Universidad de Columbia, explicó que es otro mito que la generación de empleo como una solución para sacar de la crisis de liquidez al fondo de pensiones del IESS.
De la Torre explica que Ecuador está muy lejos de alcanzar la formalización de todos sus trabajadores, si se toma en cuenta que, en los últimos 10 años, el número de empleos formales se ha reducido en 400.000 personas.
"Si por un milagro o una gran reforma laboral, pudiésemos crear 200.000 trabajos formales por año, nos tomaría 10 años formalizar a un millón de empleados que hoy están en la informalidad. "Y eso no basta para cubrir el hueco", estima De la Torre.
Además, De la Torre recuerda que Ecuador es uno de los países más generosos en el pago de pensiones, en un contexto donde la esperanza de vida ya supera los 85 años.
Además, señala que incluso si el Estado pagara toda su deuda con el IESS —unos USD 27.000 millones—, eso no resolvería el problema de fondo. “La estructura del sistema está desequilibrada y requiere una reforma técnica y de consenso social”.
Fallas estructurales y falta de confianza
La experta en seguridad social Patricia Borja identifica otros factores que profundizan la crisis, como la falta de cultura previsional: “La gente no sabe qué prestaciones brinda el IESS, ni sus requisitos y tampoco tiene confianza en los servicios del IESS”.
Además, Borja recuerda que el sistema de pensiones arrastra inconsistencias desde 2005, cuando la Corte Constitucional declaró inconstitucional el sistema mixto de pensiones y nunca se implementó un nuevo modelo que buscaba darle sostenibilidad financiera al IESS.
“Desde entonces, hemos tenido reformas parciales que han debilitado el fondo, como la eliminación del 40% del aporte estatal en 2015, que recién se restituyó en 2019. Pero no ha habido voluntad política para una reforma integral”, dice Borja
A ello se suman problemas de gestión. “Hay casos en los que el IESS sigue depositando pensiones incluso después del fallecimiento del beneficiario, y los herederos retiran ese dinero. Son fugas de recursos que reflejan la falta de controles y tecnología actualizada”, advierte.
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