Boda de Jeff Bezos y Lauren Sánchez: Venecia se empieza a llenar de lujo y celebridades
Las fiestas por el matrimonio de Jeff Bezos y Lauren Sánchez empiezan el jueves 26 de junio y terminarán el sábado 28 con una ceremonia que demanda un gran operativo de seguridad.

Jeff Bezos y su prometida Lauren Sánchez salen del Hotel Aman en Venecia, 25 de junio de 2025.
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EFE
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Celebridades del espectáculo, personalidades de la moda, política, de la industria tecnológica y más se mezclan el jueves 26 de junio de 2025 a los turistas en Venecia, donde el multimillonario Jeff Bezos celebrará su suntuosa boda, un evento que suscita curiosidad pero también divide a la población local.
Las festividades de Bezos y su futura esposa Lauren Sánchez empiezan este jueves y terminarán el sábado 28 de junio con una ceremonia que cambió de lugar. Ya no se celebrará en la Scuola Grande di Misericordia, en el centro de Venecia, sino en el Arsenale, un gran complejo astillero en las periferias.
Según la prensa italiana, ambos intercambiarán el viernes alianzas y votos en la isla de San Giorgio Maggiore, frente al Arsenale, donde un gran baile se anunció para el sábado.

Mientras tanto, los invitados viajan de una isla a otra a bordo de las famosas lanchas venecianas, flanqueados por sus guardaespaldas. Le siguen otras embarcaciones alquiladas a precio de oro por medios de comunicación de todo el mundo.
Entre los cerca de 200 invitados figuran, según la prensa italiana, Leonardo DiCaprio, Elton John, Mick Jagger, Lady Gaga y Orlando Bloom.
Los fotógrafos de AFP vieron a Ivanka Trump, la hija del presidente estadounidense Donald Trump, acompañada de su esposo Jared Kushner y sus hijos.
También a Kim Kardashian y otros miembros de su familia, al estilista estadounidense Spencer Antle, al inversor y exagente Michael Kives, la presentadora estrella Oprah Winfrey y el exjugador de fútbol americano Tom Brady.
En la laguna, los yates se elevan ahora como catedrales de carbono y sus picos en forma de antena parabólica se confunden con las agujas de las iglesias, las cúpulas de los palacios y las aves marinas.
Algunos celebran que el multimillonario haya elegido la zona para casarse. Pero otros denuncian la privatización de un frágil ecosistema lacustre, amenazado por un turismo excesivo y la subida del nivel del mar.
Christine Baker, una turista estadounidense de 51 años, lo considera "una exhibición excesiva de riqueza y codicia". "Entiendo por qué la gente está disgustada", declaró esta profesora a AFP.
Adriana, sin embargo, ve las fiestas como un regalo caído del cielo. "Todos ganan, los taxis (barcos), los hoteles de lujo. Si no se benefician ellos, ¿quién lo hará?", afirma esta veneciana de 83 años.
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