El 'Chuzalongo' llega a los cines de Ecuador para sembrar el terror

¿Jason Voorhees? ¿Art, el payaso? ¿Jigsaw? Sí, todos esos personajes provocan miedo, sobre todo en el oscurito del cine. Pero, en este Halloween, nada causará más terror y angustia que 'Chuzalongo', la película basada en la legendaria criatura andina y que se estrena justamente este 31 de octubre en Ecuador.

El cineasta Diego Ortuño, que escribió el primer guion en 2018, realiza una interpretación del origen del chuzalongo, una especie de duende (¿es un niño?, ¿un enano? ¡quién sabe!) que, en su versión más extendida, ataca sexualmente a las mujeres del campo, en especial a las de cabello largo. Ortuño investigó largamente para crear un relato que explique cómo apareció este personaje que forma  parte de las leyendas ecuatorianas.

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'Chuzalongo', ambientada en los albores de la Revolución Liberal de Eloy Alfaro, se enfoca en un sacerdote católico de un pueblo de la Sierra que se hace cargo de un niño extraviado. El cura se percata de que este niño, tan tierno y carilindo, tiene poderes benéficos sobre las cosechas; pero existe un problema: ¡necesita sangre humana para alimentarse!

No estamos ante una simple película de terror, aunque la funda de canguil siempre está a punto de volcarse por los brincos de susto. 'Chuzalongo', que también se enmarca en la fantasía y en lo histórico, se vale de este género para abordar temas más profundos como la desigualdad social, la paternidad y también la esperanza.

Una historia ecuatoriana para el mundo

Diego Ortuño asumió el compromiso de filmar esta historia para resaltar un camino que empezaron nuestros ancestros, quienes transmitían de generación en generación sus relatos y sus mensajes, algo que se hacía oralmente y que se está perdiendo. Por eso, aunque estamos ante un cuento local, la película pretende transmitir un mensaje universal.

Eso explica por qué 'Chuzalongo' ya ha tenido éxito en algunos países. Ganó el premio del Festival Macabro de México, un encuentro especializado en terror y fantasía. Y actualmente forma parte de la competencia oficial de los premios Goya, hito para un filme ecuatoriano.

Y eso también justifica el enorme esfuerzo para que la película tenga la calidad de un largometraje internacional. Aunque 'Chuzalongo' no es una lección de historia, el vestuario, la música y las locaciones fueron determinadas con minuciosidad para lograr el ambiente histórico adecuado a 1895.

Filmada principalmente en Cotacachi y Píntag, la fotografía de Túpac Galarza aprovecha los paisajes andinos, pero también las fachadas e interiores de las haciendas, para crear una atmósfera inquietante, pero bella y ajustada a la época.

El elenco es una mezcla de experiencia y neófitos. Actúa Wolframio Sinué, veterano de varias películas de cine ('Prueba de vida', por ejemplo) y televisión ('Los Sangurimas'). También está Bruno Odar, peruano famoso por la serie 'Al fondo hay sitio' y películas como 'Monos con gallinas' y 'Octubre'. Y también Álex Cisneros, conocido por los más jóvenes por sus apariciones en EnchufeTV pero con una larga carrera teatral y televisiva detrás.

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Entre los bisoños destaca Toa Tituaña y otros artistas indígenas que forman parte del reparto de la película, como Lenin Farinango y Sisa Farez.

El presupuesto fue de USD 360.000. Por supuesto, se trata de la cifra oficial, con capitales de España, Perú y Canadá. Ortuño explica que, como suele ocurrir con el cine ecuatoriano, hay una cifra no contabilizada de colaboraciones de todo tipo. Y de eso se trata el cine, de un esfuerzo colectivo que, en este caso, ha permitido crear una obra ecuatoriana, pero con perspectiva internacional.