Varias empresas ecuatorianas encontraron en el trabajo híbrido una clave para mejorar los niveles de productividad y de satisfacción personal y laboral de sus colaboradoras.
A los ojos de alguien inexperto en los matices de los colores, el violeta predomina en las oficinas de Bagó del Ecuador, en Quito. Sin embargo, la gerente de Gestión de Personas, María Isabel González, corrige: “es magenta”, mientras invita a conocer cómo es trabajar en una empresa donde el 62 % del personal es mujer (80 % en cargos directivos).
Instalaciones semivacías sorprenden, pero centellean portarretratos con imágenes de bebés en algunos escritorios, señal del lazo fuerte entre las mamás trabajadoras y sus hijos. No es ya secreto que la pandemia movió fuertemente las estructuras de algunas organizaciones. En Bagó eso se sintió con sorpresa, porque hasta se momento se trabajaba bajo una línea muy tradicional. Por lo que, tener semanas laborales de trabajo híbrido empezó a ser la constante y empató con el propósito de la compañía de caminar hacia una mayor flexibilidad. Con el pasar del tiempo, esa estructura se mantuvo, aunque se hizo un ajuste para impulsar el trabajo colaborativo y la calidez entre todos.
“En un inicio determinábamos los días en que los 80 colaboradores administrativos (410 en total con la fuerza de ventas) debían venir a la oficina. Pero nos encontramos que, como coincidían siempre los mismos días, las personas interactuaban con las mismas de ese día. Entonces, creamos un proyecto que se llama B-Work, B por Bagó y Work, por trabajo, en inglés. A través de esta, el colaborador puede seleccionar los dos días a la semana que quiere asistir. Los viernes nadie va a la oficina, todos trabajan desde casa y solo hasta las 14:30. Nos dimos cuenta que lo importante es la comunicación y la calidez”.
En esa misma línea de flexibilidad, Bagó ha visto la necesidad de equilibrar la nómina pero del otro lado. Al ser más mujeres, el objetivo ahora es tratar de incorporar más hombres. ¿Y los ambientes con más mujeres son más conflictivos? “Eso es un mito”, dice segura González, mientras cuenta cómo la empresa se mueve sin problemas de ese tipo.
“Las mujeres tenemos algunas características particulares, somos muy detallistas, ordenadas y responsables. Para tener ambientes de colaboración máxima es clave contar con un buen proceso de selección de personal y entender también cómo funciona ahora el nuevo liderazgo situacional”.
María Isabel González, gerente de Gestión de Personas de Bagó.
Algo similar ocurre en Seguros Equinoccial, donde el 60 % de su personal es mujer. Además, el 55 % de mujeres es líder de equipos y tomadora de decisiones estratégicas para el negocio y el sector y el 50 % de la plana gerencial es femenina. Maria Sol Paladines, gerente Senior de Talento Humano, considera que “la equidad de género en las empresas es una estrategia inteligente que asegura la sostenibilidad a largo plazo de los negocios. Tenemos el desafío de redefinir nuestras políticas y creencias para construir empresas que reciban en sus posiciones de liderazgo a las mujeres y, así, asegurar una toma de decisiones más inclusiva y acertada.
Cuando las mujeres y los hombres tienen las mismas oportunidades para contribuir y liderar, las empresas se vuelven más innovadoras, resilientes y competitivas en el mercado global”.
Una de las herramientas que se usa para ello es el modelo de trabajo híbrido, que, dice Paladines, no solo proporciona un equilibrio de vida para sus colaboradores, sino que también contribuye significativamente al bienestar de las mujeres que son madres o responsables de sus familias. “Este modelo se construye con los grandes aprendizajes de los últimos años, tomamos lo mejor del mundo virtual y del presencial para asegurar un trabajo de alta calidad. Este enfoque permite a las mujeres tener teletrabajo desde la semana 30 de embarazo o en situaciones de riesgo, cuidar a sus hijos o acompañarlos en momentos importantes, disfrutar del teletrabajo y de una jornada flexible para atender situaciones personales o relacionadas con el cuidado de hijos o familiares con condiciones especiales”.
Otro caso similar se experimenta en Humana S.A., donde el 80 % de cargos directivos es ocupado por mujeres. La empresa ofrece modalidades de trabajo híbridas que permiten a las mujeres organizar eficazmente sus responsabilidades profesionales y personales.
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