Miércoles, 24 de abril de 2024

AU-D y el experimento que prueba que en las redes no se lee ni se escucha

Autor:

Eduardo Varas

Actualizada:

3 Sep 2020 - 0:05

El reconocido músico lanzó un tuit que generó polémica el pasado 24 de agosto, y hasta el momento tienen más de 1200 comentarios en respuesta.

Autor: Eduardo Varas

Actualizada:

3 Sep 2020 - 0:05

El reconocido músico lanzó un tuit que generó polémica el pasado 24 de agosto, y hasta el momento tienen más de 1200 comentarios en respuesta. - Foto: Cortesía / AU-D

Entre broma y experimento, el músico tuiteó que sería candidato a la Asamblea por un movimiento inexistente. Aquí analiza el resultado de su gesto.

Martín Galarza, más conocido como AU-D, lanzó un tuit hace varios días, el pasado 24 de agosto.

Era una especie de broma -quien sigue su cuenta de Twitter, por ejemplo, puede estar al tanto de su buen humor, casi todo el tiempo- y lo que este gesto gracioso ha generado se ha convertido en algo más.

Porque AU-D dijo que se lanzaría como candidato a la Asamblea.

Las reacciones que recibió le han exigido analizar cierta idea que se tiene sobre la política en Ecuador, pasando por la falta de comprensión de lo que significa democracia participativa.

Sin dejar de lado una especie de condicionamiento en Twitter de que los músicos, artistas o gente dedicada al mundo del espectáculo no está capacitada para intervenir en política o referirse al tema.

Galarza tampoco es ingenuo.

Entiende que han habido ejemplos de figuras conocidas o famosas que han llegado a cargos y han dejado mucho que desear. Pero, él lo mira desde otra perspectiva:

"Apasionadamente se van en contra de un artista, futbolista o cualquier otro y no analizan que en la Asamblea el 90% no son artistas. Abogados y economistas, millón son gente con otros títulos, sin menospreciar, nos han robado y fallado, pero no se van contra ellos".

Martín Galarza - AU-D

En el fondo, no tiene sentido que haya gente que haya creído que lo que puso en el tuit era cierto. Pero, pasó. Incluso algunos medios o cuentas ligadas a espacios de noticias se hicieron eco de una broma, dándola por real.

Para AU-D, la situación es de varias capas y deja entrever que hay un serio problema para comprender lo que se lee y una dificultad para escuchar.

Porque desde que tuiteó eso, no ha pasado día en que no ha debido lanzar aclaración tras aclaración. Y lo hace con mucha conciencia de lo generado porque tuvo una idea, quería probar algo y, como dice en este vídeo, eso fue lo que pasó.

Un tuit como anzuelo

Fue un experimento para mirar hacia adentro. Eso asegura Galarza.

Y no habría que analizarlo mucho, ya que el tuit dejaba en evidencia sus propias costuras. Porque hablaba de un movimiento político inexistente -con siglas que unidas deletreaban una palabra en particular-.

Así como proponía algo que era absolutamente ridículo.

En el fondo, esta especie de experimento sociológico -si cabe el término-, enmarcado en las dinámicas de redes sociales, dejó algo en claro: En Twitter, en ese espacio donde se discute política, desde donde políticos anuncian cosas o toman decisiones, no hay comprensión.

AU-D sigue doblando la apuesta y ha entrado en la discusión del Código Orgánico de la Salud (COS). Dice estar leyendo el texto y no encuentra, en ningún lado, nada de lo que mucha gente ha considerado atentatorio contra la vida.

Para él, es un tema de leer y entender lo que se lee.

El músico puede hablar de política

En charla con PRIMICIAS, AU-D profundizó sobre esta idea que ha encontrado en redes de que los músicos y los artistas no pueden opinar o hablar de política, o que solo la gente "capacitada" o "educada" puede ser candidata.

Además habló sobre la necesidad de educación para ser mejores y más participativos electores.

Y, "zapatero a tu zapato" -esto está puesto adrede- contó sobre lo que se ha movido en su lado musical en esta época y esa necesidad constante de reinvención.

Hace aproximadamente un mes, AU-D lanzó su último sencillo, Otro soldado caído, que se lo puede escuchar en todas las plataformas de streaming.