Jueves, 28 de marzo de 2024

La importancia y la responsabilidad de llamarse Mamá Vudú

Autor:

Eduardo Varas

Actualizada:

15 Jul 2019 - 0:05

Autor: Eduardo Varas

Actualizada:

15 Jul 2019 - 0:05

Roger Ycaza, de Mamá Vudú, hace crowdsurfing, en un fotograma de 'Estación Polar', de David Holguín - Foto: David Holguín Wagner

El filme de David Holguín Wagner trae de vuelta a la banda de culto más importante del país. Fanáticos, músicos y conocedores cuentan qué hace única a Mamá Vudú, que vuelve a la actividad pública con varios shows; al menos eso por el momento.

A sala repleta, cualquier movimiento, nota de bajo, verso cantado, acorde de guitarra o redoble de batería podría considerarse parte de un rito, dispuesto a unir a la banda con los asistentes.

Es probable que todos quienes asistieron al concierto de regreso de Mamá Vudú hayan entrado en ese espacio de comunión. Ocurrió el sábado 6 de julio de 2019, en la sala Alfredo Pareja, de la Cinemateca de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, en Quito.

Dispuestos a cantar los temas a viva voz, a gritar, a regresar en el tiempo o a experimentar como un hecho actual la música de una banda creada hace más de 25 años.

Quizás a algunos les incomodó que no pudieran vivir la experiencia como en anteriores conciertos: libertad para moverse, saltar, poguear. Había butacas, una pegada a otra, y estaban numeradas: ¿el rock se puede vivir así? Por eso no extrañó que Roger Ycaza -uno de los guitarristas, cantante y compositor del grupo- se acercara al micrófono a decir que ese no iba a ser el único show en Quito.

Hubo gritos de emoción ante el anuncio.

Esa misma emoción que muchos y muchas han sentido luego de ver Estación polar, el documental que David Holguín Wagner hiciera sobre la banda.

Este trabajo —que ha tenido aproximadamente 3.000 espectadores, durante sus tres primeras semanas de proyección en el circuito de cines comerciales del país— ha permitido que la nostalgia funcione en algunos fanáticos que vivieron la época de oro de la banda.

Pero también ha conseguido que gente más joven se acerque al grupo, que ha lanzado seis discos y un Ep. Cecilia López tiene 23 años—en otras palabras, no nacía cuando la banda había publicado su primer trabajo, Tropical brea—. No conocía a Mamá Vudú y hoy se considera fanática. Esto debido al documental.

David Holguín Wagner hizo un documental que surge del amor. Amor a un banda que ha significado mucho para él —cuenta cómo el disco Macrosensor, de 2004, lo ayudó a salir de un momento personal complicado—, amor a un movimiento de jóvenes ligados al skate —él fue un skater profesional por muchos años— y amor a los amigos.

El director quería transmitir esa pasión, en un trabajo que le tomó dos años y cuatro meses en estrenar. Parece que lo consiguió.

En este video, Holguín cuenta más detalles sobre aquello que lo movió a hacer este trabajo.

 

¿Qué hace a Mamá Vudú una banda tan especial?

"Mamá Vudú es el 'soundtrack' de ir creciendo en un país donde las bandas extranjeras no llegaban, pero donde se comenzó a crear una escena en la que todos queríamos estar", dice Alexandra Vaca, quien sigue al grupo desde que vio por televisión el video de Ladrando, del disco Aeroclub, del 2001.

Para ella, escuchar un sonido que no era tan típico para la música que sonaba en radios u otros espacios, fue suficiente para que el amor surgiera. Los seguía por el circuito de conciertos y así fue conociendo otras bandas.

No es muy distinto a lo que otras personas vivieron en los primeros años del siglo XXI, cuando Mamá Vudú tenía una vida intensa en escenarios.

Para Alexandra es sencillo entender la fascinación por un estilo de música "donde el indie, el punk y el alternativo se juntan". Esto, a través de canciones con "las mejores letras que han salido de una banda ecuatoriana: energía, oscuridad, profundidad".

Edgar Castellanos, fundador del grupo, en un fotograma de 'Estación polar'.

Edgar Castellanos, fundador del grupo, en un fotograma de 'Estación polar'. David Holguín Wagner

Para Pablo Dávila, integrante de Tonicamo, también hay muchas razones por las cuales Mamá Vudú es una banda particular y única. Razones que además explicarían por qué en este momento existe un resurgimiento del grupo, como consecuencia de Estación Polar.

A nivel sonoro, Mamá Vudú es casi una alteración en el orden musical del país. Porque mientras otros músicos recibían influencias del rock alternativo que se escuchaba en Mtv o en radios —desde mediados de los 90—, ellos encontraron en otras búsquedas esa estructura que les sirviera de referencia.

Lo mas interesante de este proceso es que, si bien se encuentran esas pinceladas de influencia en algunos instantes de su música, el resultado a nivel de sonido de Mamá Vudú es propio. No hay nada que se le parezca.

Efra Páez, periodista y experto en la banda —ha trabajado con ellos en la posibilidad de un libro sobre su historia, por ejemplo— comenta sobre esta particularidad sonora en Mamá Vudú.

La banda que integran Edgar Castellanos —guitarra y voz—, Francisco Charvet —bajo—, Roger Ycaza —guitarra y voz— y Álvaro Ruiz ha dado dos shows hasta el momento. El primero en Quito, el pasado 6 de julio. En Ambato, el concierto fue el viernes 12 de julio. La presentación en Cuenca será el viernes 2 de agosto.

Todavía no se han hecho públicas más fechas.

Mamá Vudú en 2013, en sesiones para Radio Cocoa

 

Estación Polar: contar una banda, contar una época

Mirar hacia atrás es, desde una obviedad, un trabajo de nostalgia. Pero en ocasiones, esa nostalgia es también un ejercicio de justicia. Y nunca antes un trabajo audiovisual había conseguido capturar la historia de una banda importante del rock nacional, como lo hace Estación Polar.

En el camino, lo que el documental consigue es recuperar la imagen, las voces y las canciones de un grupo. Invitando a que una nueva generación recupere los discos, la estética, la historia.

No es precisamente algo nuevo en la cinematografía nacional. Espíritu del 98, de Moncho Villacreses, hace algo parecido con el punk guayaquileño. Y Frecuenciador de excitaciones —documental en proceso, de Daniel F. Benavides— se centrará en hablar sobre la banda Pulpo 3.

David Holguín Wagner dirige Estación Polar con una propuesta limpia y clara: va desde su historia, desde su experiencia como adolescente skater en el parque La Carolina, a encontrarse con la música que le cambió la vida a quienes frecuentaban ese sitio.

Fotograma de 'Estación Polar'.

Fotograma de 'Estación Polar'. David Holguín Wagner

Holguín se centra en entrevistas y en material de archivo. Mezcla ambos registros y le da primordial importancia a las voces de Edgar Castellanos y Roger Ycaza —ambos grabados a contraluz, como una apuesta estética alrededor de lo oculta que estuvo su historia como músicos—. Ambos son los motores de un relato que cuenta con la colaboración de los otros integrantes, así como de antiguos miembros, colegas musicales y fanáticos.

El orden cronológico es lo que mueve el documental, que revela las estructuras internas del grupo, la amistad de sus integrantes, sus criterios musicales y aproximaciones a lo que significaba a inicios del siglo XXI ser una banda en Ecuador.

Holguín tampoco deja de lado el contexto político en el que Mamá Vudú se movió —incluyendo los activismos del grupo—. Porque había una violencia estatal hacia el rock y sus fanáticos, que ha pasado por la historia como una simple nota al pie de página. Holguín recupera esto, como un ejercicio de memoria poderoso.

En las próximas semanas el documental se proyectará en festival internacionales. Así como se busca poner en venta un DVD y que se lo pueda ver por Internet, a través de plataformas VOD.

 

Estación Polar

Dir: David Holguín Wagner

Guion: David Holguín Wagner

Elenco: Edgar Castellanos, Roger Ycaza, Álvaro Ruiz, Francisco Charvet

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2019