Jueves, 25 de abril de 2024

"Vasecto...mío?", un pretexto teatral para desmontar el machismo

Autor:

EFE

Actualizada:

12 Ene 2020 - 0:01

Denuncias sobre el daño del machismo, la paternidad irresponsable y la superpoblación, entre otras se amontonan a lo largo de los 80 minutos que dura la obra 'Vasecto...mío?', que busca una reflexión sobre la forma en que está construida y concebida la sociedad.

vasectomía

Autor: EFE

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12 Ene 2020 - 0:01

El actor José Pacheco. - Foto: José Pacheco/Instagram

Denuncias sobre el daño del machismo, la paternidad irresponsable y la superpoblación, entre otras se amontonan a lo largo de los 80 minutos que dura la obra 'Vasecto...mío?', que busca una reflexión sobre la forma en que está construida y concebida la sociedad.

El tema de la vasectomía, procedimiento quirúrgico aún visto con recelo en una sociedad machista, es el pretexto que usa el ecuatoriano José Pacheco para abordar asuntos tan serios como la violencia de género y la intrafamiliar, en un monólogo de farsa cómica cargado de ironía y reflexiones.

Basada en hechos reales, la pieza cómica habla de los temores de los hombres a ser la parte "anticonceptiva" de la pareja, sobre la imposición de la sociedad a la reproducción, sobre los diversos tipos de familia y sobre la necesidad de evolucionar desde la actitud de "macho a la de ser humano", asegura Pacheco.

Tradicionalmente, "cuando hablas de anticoncepción, es la mujer la que tiene que tomar las pastillas, ligarse, pero no se habla en general de vasectomía", comentó Pacheco quien interpreta a ocho personajes en un modesto escenario decorado con un escritorio, una mesa, un teléfono, dos sillas y un perchero.

Sombreros, gafas, pelucas y el juego de las luces, ayudan al actor de 40 años a interpretar al paciente que acude al consultorio para hacerse la vasectomía, a la esposa de éste, a la secretaria del doctor, a un taxista, a un "macho" y a una prostituta, entre otros.

A través de esos personajes hace un repaso a diferentes posturas ciudadanas sobre la maternidad, la pareja, el amor, el sexo, la educación sexual, la paternidad responsable, y arroja una dura crítica contra quienes dudan de la capacidad femenina para criar hijos solas.

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Este 2020 empecemos con buena comedia... ?Temporada Enero 2020? Comedia *”VASECTO... MÍO?”* Esta vez José Pacheco nos trae su nuevo monólogo, la historia de Pepe, producto de hechos de la vida real, como la vida misma; a quien no le ha pasado que conoce al amigo del primo de la fulanita que haciéndose la vasectomía, le deja embarazada, y, después de haber procreado y ya no querer, de gana volvió a meter... la pata, resulta que dicha esposa, consorte, amante queda embarazada, horrendo malentendido, y después de prácticamente haber sacado hasta los ojos de las iras con adn en mano, el pobre vasectomizado a agachar la cabeza y a aceptar que por goloso mismo ha pasado, eso, una vez, pero cuando pasan dos tres o cuatro veces, con el mismo doctor, la misma esposa y diferente "amiga secreta". Fregado uno, fregados todos. Les invitamos a resolver la pregunta: ¿Y ese guagua, Vasecto... Mío? Jueves, Viernes y Sábado a las 20H30 y Domingo a las 18H30. ?Entrada: $15 General, $8 Estudiantes y $7 Tercera Edad y Personas con discapacidad. ?Teatro Patio de Comedias @teatropatiodecomedias (18 de Septiembre E4-26 y 9 de Octubre) ☎Reservas: 0996321804 / 0225561902 . . . #monologo #comedia #enero2020

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"Yo necesitaba un esposo porque la sociedad a una mujer no la puede ver sola", dice Pacheco en el escenario mientras representa a una mujer que denuncia que hay quienes creen que su hijo será un "descarriado" porque "no tuvo la figura paterna".

De todos los comentarios y reflexiones duras que hay en la obra, Pacheco confiesa que al momento de declamar el mencionado reclamo se le "parte el corazón" y espera jamás estar unido a una pareja sólo "porque la sociedad te exige que no pierdas el matrimonio y que es para toda la vida".

Casado desde muy joven con quien ahora es también la productora de sus obras, Pacheco destaca la importancia de la familia, pero subraya que la de ahora "no es como la que antes la concebimos".

'Deconstruir al macho'

"Vasecto...mío?" está montada a modo de revista cómica, mucho más apegada hacia la farsa, y pretende -dice- hurgar en la conciencia para "desarraigar la concepción machista que tenemos como sociedad".

"El teatro es un vehículo para poner en evidencia todo lo que estamos viviendo. He intentado de todas las maneras posibles llamar a la conciencia y -a partir de la risa- abrir algo que todavía, como sociedad, lo tenemos cerrado", comentó.

El taxista al que interpreta, representa la "vieja guardia", más conservadora, tradicional y machista, esa que cree su obligación "esparcir su semilla" por todo lado, sin importar cuántas traiciones o niños abandonados por el padre haya de por medio.

Y también está ese joven que aconseja tratar mal a las mujeres, a las que usa para satisfacer sus necesidades carnales, una representación que no sólo arranca burlas sino indignación, como la de una espectadora que desde las butacas lanzó un sentido "¡Desgraciado!" mientras Pacheco interpretaba al personaje.

El artista acogió el comentario como prueba de la mella que hace su irónica forma de representar a ciertos personajes reales de la sociedad en su obra.

Una obra en la que también hay incómodos silencios, que el artista compara con el de quienes callan ante la violencia de género: "Aún tenemos ese tabú, ese mal germen de 'mejor no digas nada porque en pleito de marido y mujer nadie se debe meter'", afirma Pacheco.

El macho "es un ser que debe extinguirse", dice el actor al subrayar que su obra "está destinada a defragmentar, a destruir, a deconstruir al macho y a dar vida a un hombre".

"El macho que se va destruyendo poco a poco en la obra es aquel que está concebido como el ser que debe reproducirse, mandar, el que se impone, el que le quita oportunidades a cualquier mujer", explicó quien defiende la necesidad de construir sociedades más equitativas.

Y aunque está consciente de que una obra de teatro no cambiará al mundo, se dice "aliviado" después de cada presentación por la respuesta del público, como la de un joven de 21 años que le confesó entre lágrimas que tras el monólogo se dio cuenta de qué tan nocivo era su tipo de masculinidad.