Desde hace semanas se está configurando un escenario peligroso para Ecuador: la desvalorización de las monedas latinoamericanas frente a un dólar cada vez más fuerte, acompañada de un estancamiento en los precios del petróleo. El dólar alto le resta competitividad al país y un precio del petróleo que no repunta, le quita posibilidades de obtener más ingresos.
Las monedas de América Latina retrocedieron una vez más el 21 de octubre frente al dólar en una sesión en la que la bolsa y el peso de Chile cayeron fuerte tras las manifestaciones por demandas sociales que dejaron muertos y heridos durante el fin de semana en ese país.
El peso chileno cerró las operaciones con un retroceso de un 1,93%, a 725,60/725,90 unidades por dólar, en medio de preocupaciones del mercado.
"Todos miran a Chile ahora. Lo que pasa en Chile es un indicador de lo que pasa en la región", dijo un agente del mercado a Reuters.
La capital, santiago de Chile, amaneció en relativa normalidad luego del turbulento fin de semana de protestas que dejó un saldo de 11 muertos y cuantiosas pérdidas tras numerosos saqueos e incendios de estaciones del sistema subterráneo de transporte.
El peso colombiano cerró con caída de un 0,66% a 3.449 unidades por dólar, debido a recomposición de portafolios de inversores comprando dólares, así como por la caída de los precios internacionales del petróleo.
Petróleo débil
El petróleo cayó casi un 1% el lunes 21 de octubre por la preocupación por la guerra comercial entre Estados Unidos y China, lo que se suma a la inquietud por una desaceleración de la economía mundial que reduciría la demanda de petróleo.
Los contratos futuros del crudo WTI, que sirve de referencia para Ecuador, perdieron 47 centavos, o un 0,9%, para cerrar a USD 53,31 por barril.
Por el lado de la oferta, Rusia, el segundo mayor productor mundial de petróleo, dijo el domingo que no cumplió en septiembre con su compromiso para frenar el bombeo.
Los precios eran contenidos también por señales de un suministro global abundante, junto con la preocupación por el crecimiento económico en China, el mayor importador mundial de petróleo.
La alianza OPEP+ acordó en diciembre una reducción conjunta del suministro de 1,2 millones de barriles por día desde comienzos de este año.
Además, las conversaciones entre Kuwait y Arabia Saudita para reanudar la producción de petróleo de sus campos conjuntos en la Zona Neutral entre los dos países, con capacidad de 500.000 barriles diarios, podría significar el retorno de más oferta al mercado.
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