Miércoles, 01 de mayo de 2024

El 31% de las empresas ha tenido dificultades para pagar créditos

Autor:

Gabriela Coba

Actualizada:

4 Dic 2020 - 0:04

Los problemas a la hora de recuperar las cuentas por cobrar y la caída en las ventas son las principales razones por las que el sector productivo sufre al momento de pagar sus créditos, según 2.284 encuestas realizadas por el Banco Central entre empresas grandes, medianas y pequeñas.

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Autor: Gabriela Coba

Actualizada:

4 Dic 2020 - 0:04

Una planta de alimentos de mascotas en Ecuador, en junio de 2020. - Foto: Ministerio de Producción/Facebook

Los problemas a la hora de recuperar las cuentas por cobrar y la caída en las ventas son las principales razones por las que el sector productivo sufre al momento de pagar sus créditos, según 2.284 encuestas realizadas por el Banco Central entre empresas grandes, medianas y pequeñas.

En el tercer trimestre de 2020, el 31% de las empresas encuestadas por el Banco Central de Ecuador dice que tuvo dificultades para pagar créditos contraídos con bancos y cooperativas.

Se trata de un aumento de 12 puntos porcentuales comparado con el mismo período de 2019, según el Reporte Trimestral de Oferta y Demanda de Crédito del Banco Central.

En términos trimestrales, el porcentaje de negocios con problemas para cumplir con sus créditos cayó 11 puntos porcentuales frente al período abril-junio de 2020. Eso se debió a la reestructuración de los créditos bajo las condiciones ofrecidas por la Ley Humanitaria, que estuvo vigente entre el 22 de junio y el 12 de noviembre

Por tipo de actividad, la industria y la construcción fueron las que más dificultad tuvieron para pagar sus deudas entre julio y septiembre.

El número de empresas que afrontaban problemas para honrar sus créditos en los sectores de comercio, construcción, industria y servicios venía cayendo de manera consistente desde el segundo trimestre de 2016, con una reducción que se hizo más pronunciada en el cuarto trimestre de 2017.

Pero luego, ese número comenzó a repuntar a finales de 2018. Ya a inicios de 2020, un año atípico por la pandemia, ese fenómeno se disparó.

Por tamaño, las grandes compañías son las que menos inconvenientes han tenido para hacer frente a sus deudas en el tercer trimestre del año, mientras que las microempresas son las que experimentan más problemas.

Cadena de iliquidez

Las principales razones por las que empresas grandes, medianas y pequeñas tuvieron problemas para pagar sus préstamos fueron: 

  • El nivel actual de sus ventas no permite cubrir el pago de créditos.
  • Las cuentas por cobrar no han sido recuperadas adecuadamente.
  • Tuvieron problemas de liquidez en el tercer trimestre.

La caída de las ventas, de forma general, ha desembocado en problemas de liquidez.

Según un estudio de las organizaciones Sistema B, de Ecuador, y Nauta, de Paraguay, las consecuencias de la pandemia en las empresas de la región también se sienten en la dificultad de cobranza de cuentas pendientes con sus clientes y en problemas en el pago a proveedores.

La contracción de las ventas es una consecuencia de la crisis ahondada por la pandemia de Covid-19, que la sienten especialmente las microempresas, sostiene el Banco Central.

Créditos para capital de trabajo

En el tercer trimestre de 2020 hubo empresas, sobre todo de las ramas de comercio y de industrias, que solicitaron nuevos créditos.

Según el Banco Central, el dinero captado a través de los nuevos créditos se destinó principalmente a capital de trabajo, inversiones a corto plazo, cartera e inventarios. 

El segundo destino del crédito fue la reestructuración y el pago de deudas.

Por último, las empresas pidieron préstamos en bancos y cooperativas para inversión y adquisición de activos.

Un 4% de las empresas comerciales que solicitaron préstamos lo hizo para operaciones de comercio exterior. Lo mismo ocurrió con un 3% de los negocios del sector industrial.

Durante el tercer trimestre de 2020 los bancos y cooperativas fueron menos restrictivos en el otorgamiento de créditos productivos y más restrictivos para los créditos de vivienda y microcréditos.

Esto se debió al aumento del riesgo percibido de su cartera de clientes y al deterioro en el entorno económico.