Jueves, 18 de abril de 2024

Consumo: cómo será la nueva normalidad después del coronavirus

Autor:

Gabriela Coba

Actualizada:

17 Abr 2020 - 0:05

El mundo ya habla de una nueva época cuando termine el aislamiento social que rige en varios países a causa de la emergencia sanitaria por coronavirus. Y las tendencias de consumo no serán la excepción.

compras

Autor: Gabriela Coba

Actualizada:

17 Abr 2020 - 0:05

Una persona utiliza una bata quirúrgica para hacer compras en un supermercado en Cuenca, el 4 de abril. - Foto: API

El mundo ya habla de una nueva época cuando termine el aislamiento social que rige en varios países a causa de la emergencia sanitaria por coronavirus. Y las tendencias de consumo no serán la excepción.

Después de la crisis del Covid-19 cambiará el estilo de vida de las personas y, con él, los productos que consumimos y la forma en que lo hacemos.

"La pandemia desencadenará cambios radicales en la economía mundial, acelerando la innovación tecnológica, redefiniendo el papel de las empresas en la sociedad y modificando las necesidades y comportamientos de los consumidores", según un informe de la multinacional de servicios profesionales Ernst & Young (EY).

En entrevista con PRIMICIAS, Diego León, socio líder de Consultoría de EY en Ecuador habla sobre las implicaciones del cambio de paradigma en la vida de las personas y en la forma de proceder de las industrias.

¿Por qué la crisis del Covid-19 alterará nuestros hábitos de consumo?

La historia demuestra que las pandemias o las crisis económicas tienen efectos psicológicos profundos en las personas. La Gran Depresión de 1929 hizo que muchos, en esa época, dejaran de confiar en el sistema financiero.

En la actual crisis posiblemente el distanciamiento social creará una ola de consumidores que priorizará la conexión en persona a las conexiones a través de las redes sociales. Tendremos una mayor conciencia acerca de nuestra propia mortalidad, lo que hará que los consumidores prioricen las experiencias sobre la posesión de bienes materiales.

¿Son cambios temporales o duraderos?

Para el año 2030 habrá 2.700 millones de personas de 19 años de edad o menores, con poca o ninguna experiencia de un mundo antes de Covid-19. Esta generación probablemente tendrá expectativas muy diferentes a las nuestras sobre la sociedad, la tecnología, la ética y el rol de las empresas privadas en el suministro de bienes públicos.

¿Cuáles son los principales cambios que se avecinan en el consumo?

Durante el aislamiento social hay acciones que se volvieron necesarias y que se mantendrán una vez que se permita la libre circulación, una de ellas es el uso de aplicaciones para hacer compras en línea. Eso traerá efectos en otras áreas, como la salud, donde ahora se demandan las consultas virtuales con médicos o la llamada telemedicina.

Las personas evitarán los espacios cerrados o las grandes reuniones, tomarán más medidas de prevención para cuidar su salud, lo que se volverá una prioridad.

En el caso de las finanzas, cada vez utilizaremos menos dinero físico y comenzaremos a adoptar tarjetas con tecnología contactless o plataformas digitales para hacer nuestros pagos.

La tecnología ha tenido un papel fundamental durante la emergencia sanitaria, ¿qué pasará después?

La tecnología nos cambió la vida. En los últimos años el mundo estaba viviendo una transformación digital que, con la pandemia, se aceleró. Muchas empresas, incluso aquellas que no estaban preparadas, hoy buscan cómo habilitar canales digitales para seguir operando y distribuyendo su producción.

En estos días varias empresas adoptaron el teletrabajo ¿Qué pasará con esta modalidad de empleo?

Las empresas mantendrán los esquemas de teletrabajo en los puestos donde no sea necesaria la interacción con clientes o la operación de equipos. Esto implicará un menor uso del transporte público y una baja en la demanda de vehículos particulares.

Pero el teletrabajo también presenta retos para las empresas, como la preservación del sentido de pertenencia entre sus colaboradores. Y la solución puede estar en herramientas tecnológicas disruptivas, como la realidad aumentada.

Es importante decir que se reducirán los viajes de negocios porque la pandemia ha demostrado que las videoconferencias o las herramientas colaborativas son tan efectivas que ya no hará tanta falta viajar para asistir a reuniones y conferencias.

¿Y estos nuevos hábitos de consumo qué implicaciones tienen en la industria?

La pandemia dividió la industria en dos. Por un lado están las empresas que se han visto más golpeadas, como las del sector turístico que tendrán que reinventarse y enfocarse más en el mercado interno, ya que al externo le tomará tiempo recuperarse.

Por otro lado están los negocios menos afectados, como los de alimentación y salud, que también tendrán que innovar para dar respuesta a un consumidor cambiante.

En las actividades de contacto directo se usarán robots o en el caso de la cadena de suministros se comenzará a implementar tecnología 3D, especialmente para hacer piezas en el sitio y reducir el tiempo de traslado.

Vamos a ver una priorización de lo local.

Diego León, Ernst & Young

Además, las personas al preocuparse más por su salud consumirán aquellos productos o servicios que garanticen su bienestar. Y una vez más la tecnología juega un papel fundamental en la industria. El uso de herramientas como el blockchain, que respalden el manejo apropiado de los productos, marcará la diferencia.