Disney celebra su centenario con 'Wish: El poder de los deseos', de estreno en Ecuador. Lo mejor está en la colección de easter eggs.
Disney decidió festejar sus 100 años en la animación con 'Wish: El poder de los deseos', cuya mayor virtud es la gran cantidad de referencias a las películas clásicas del estudio.
Desde el mismo título hasta los créditos finales, toda la función es una cascada de sabrosos easter eggs que aluden a las películas que consagraron a Disney como una máquina de grandiosas películas animadas.
Como punto de partida, la premisa de 'Wish' alude a una tradición de Disney, que utiliza desde 1940 la melodía de 'When You Wish Upon a Star' al inicio de sus películas.
Quizás por ese deseo (valga la ironía) de autohomenaje, 'Wish' no alcanza a ser lo suficientemente poderosa como lo fueron 'Frozen' o 'Enredados', por ejemplo. Tiene virtudes, por supuesto, pues la dirige Chris Buck, precisamente uno de los cerebros de 'Frozen'.
Los minutos iniciales generan expectativa y maravillan a los más pequeñitos. Las canciones están a la altura de una película de Disney, cuyas partituras siempre son especiales. Y la mezcla de técnicas artísticas rinde honores a la animación de los clásicos del estudio.
No obstante, el relato en su conjunto no alcanza a ser tan imaginativo ni tan profundo. También es un poco confuso el planteamiento sobre los deseos, que pueden ser encapsulados.
Y el villano está algo desenfocado, además de que tampoco exhibe la crueldad de Jafar o de Madre Gothel, y carece de la chispa de Hades o Scar.
Ante eso, la sazón del espectáculo corre por cuenta de la cacería de referencias a las películas de Disney. Hay obvias, como Peter Pan, Bambi, las varitas de las hadas madrinas, el uso del libro de cuentos al inicio de la película y los animales parlanchines del bosque.
Hay otras referencias más sutiles, como los siete amigos de Asha, la protagonista, que evocan a los siete enanitos de Blancanieves.
Para terminar, los créditos finales vienen acompañados de personajes de Disney de todos los tiempos. ¡A ver cuántos logra identificar el público!
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