Martes, 23 de abril de 2024
El indiscreto encanto de la política

La Alianza del Pacífico es una oportunidad para Ecuador

Matías Abad Merchán

Matías Abad Merchán

Catedrático universitario, comunicador y analista político. Máster en Estudios Latinoamericanos por la Universidad de Salamanca.

Actualizada:

24 Abr 2021 - 19:00

Donde entra el comercio, no entran las balas. Esta frase, atribuida al político francés del siglo diecinueve, Frédéric Bastiat, describe la esencia pacífica y cooperativa del libre comercio.

La Unión Europea cuenta con 27 estados miembros, entre los cuales la historia registra sucesivos conflictos, conquistas y guerras. Gracias a la firma del Tratado de Roma, hace ya 64 años, y la consecuente creación de un mercado común europeo, hoy Europa es un continente pacífico y democrático, pero también próspero.

En los últimos años, la contribución del comercio al crecimiento económico y a la reducción de la pobreza en el mundo ha sido decisiva. Sin embargo, las asimetrías económicas en un mercado cada vez más global advierten que el punto de partida es el fortalecimiento de esquemas de regionalismo abierto.

El Banco Mundial sugiere que una mayor integración económica entre los países de Latinoamérica hará más competitiva a la región en el mercado mundial e impulsará el crecimiento a largo plazo.

En este sentido, las últimas declaraciones del presidente de Colombia, Iván Duque, ofreciendo su apoyo para que Ecuador concrete en este 2021 su adhesión permanente a la Alianza del Pacífico, son una buena noticia.

El apoyo de Colombia, para que Ecuador concrete en este 2021 su adhesión permanente a la Alianza del Pacífico, es una buena noticia.

La Alianza del Pacífico es la octava economía mundial. Aglutina a un mercado de más de 230 millones de habitantes. Con un volumen de exportaciones superior a los USD 600 millones y un PIB cercano a los dos billones de dólares (más del 40% de la riqueza total de la región).      

La integración regional es un proceso largo y complejo. El primer reto de la Alianza del Pacífico será pasar de la bienintencionada retórica política hacia una verdadera consolidación de esta gran zona de libre comercio. Donde fluya un intenso intercambio de productos, libre de impuestos y restricciones.

El siguiente objetivo, alcanzar la conformación de una unión aduanera. Y, finalmente, crear un mercado común en donde exista libre movilidad de trabajo y de capitales.

No es un foro político como el ALBA o la Unasur, ni un ente burocrático y lento como el Mercosur.

A diferencia de las decenas de intentos fallidos de integración en América Latina, la Alianza del Pacífico inicia con una ventaja. No es un foro político como el ALBA o la Unasur, ni un ente burocrático y lento como el Mercosur.

En este proyecto participan los sectores productivos y empresariales de cada país. Ellos decidieron unir fuerzas para lanzarse a la conquista del mercado del litoral Asia-Pacífico.

Participan los sectores productivos y empresariales de cada país. Ellos decidieron unir fuerzas para lanzarse a la conquista del mercado de Asia-Pacífico.

Mientras el fantasma del proteccionismo y el unilateralismo recorre el mundo, es positivo encontrar en nuestras autoridades electas una posición favorable para reinsertar al Ecuador en la dinámica comercial mundial.

El libre comercio genera crecimiento económico, prosperidad, empleo y es el punto de partida para cualquier acuerdo amistoso entre naciones. Con la Alianza del Pacífico, de seguro habrá más oportunidades que riesgos.

Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.

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