Jueves, 02 de mayo de 2024
Firmas

Qué pasa con la red vial en Ecuador, por qué está fragmentada

Jaime Erazo Espinosa

Jaime Erazo Espinosa

Estudia ciudades y condiciones generales de la producción. Arquitecto, investigador del Grupo LlactaLAB-Ciudades Sustentables, de la Universidad de Cuenca.

Actualizada:

6 Abr 2023 - 5:27

Uno de los cimientos para el desarrollo de ciudades es la edificación de redes viales.

Las vías son bienes de uso colectivo de carácter no mercantil, que definen el trazado básico de toda ciudad, organizan el uso de suelo urbano y de otras infraestructuras y equipamientos.

Sus principios rectores establecen que deben:

  1. Soportar dinámicas de movilidad cotidiana de la población mediante diversas modalidades de transporte.
  2. Vincular lugares de origen y destino en espacios intraurbanos e interurbanos.
  3. Generar flujos para el intercambio de mercancías, bienes y servicios, y para mejorar la competitividad de las ciudades.

La red vial tiene la particularidad de guiar la expansión urbana, extendiéndose.

Para esto, se compone de distintos tipos de vías, que a su vez están clasificadas según su función. En la actualidad, la jerarquización de la red vial estatal de Ecuador incluye las redes viales nacional, provincial y cantonal.

La red vial nacional está conformada por 57 corredores arteriales, que forman una malla estratégica para integrar el país, entrelazar capitales provinciales, puertos y aeropuertos, cruces de frontera y centros urbanos estratégicos.

De estos, 12 son primarios y están subdivididas en cinco ejes troncales –más dos alternos– que son longitudinales de norte a sur, y en cinco ejes transversales, que atraviesan el país de este a oeste.

Otros 45 corredores son secundarias o colectores y sirven para conexiones cortas entre diferentes áreas urbanas y rurales del país.

Tanto la red vial provincial como la red vial cantonal, están integradas por un conjunto de vías terciarias y caminos vecinales, administrados por Consejos Provinciales o Municipales, y sirven para conectar cabeceras parroquiales y zonas de producción con la red vial nacional.

Para hacer posible el desarrollo socioeconómico de Ecuador es necesario construir caminos. 

Sin embargo, esto no se atiende con política pública eficiente y continua.

Para empezar, la dotación de vías, que es un instrumento esencial para planear la circulación y dinámica urbana regional, se utiliza poco y no es por insuficiencia de recursos sino por ausencia de propósitos gubernamentales.

Además, la inversión en vías, de suma importancia para fomentar el crecimiento económico territorial nacional, varía de acuerdo con la importancia que le dan los gobiernos con respecto a otros gastos, como los de bacheo básico.

Por último, el valor monetario acumulado vial, determinado por el valor del suelo urbanizado, podría evidenciar la concentración macroeconómica en nuestras ciudades, pero las municipalidades lo desconocen.

¡Da pena! Pero, cuando no hay coincidencia entre la importancia de la infraestructura vial y del desarrollo nacional, resulta un sistema de caminos discontinuos y fragmentados que no funciona, que aumenta las distancias y el consumo de energía, y que congestiona y contamina.

Las opiniones expresadas por los columnistas de PRIMICIAS en este espacio reflejan el pensamiento de sus autores, pero no nuestra posición.

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