Miércoles, 01 de mayo de 2024

Anahí Ortiz y el reto de unir sus dos pasiones: ajedrez y medicina

Autor:

Felipe Núñez

Actualizada:

20 Nov 2023 - 6:10

La ajedrecista quiteña está a punto de culminar el año más exigente de su joven carrera, en el que se coronó campeona continental y estudió el octavo semestre de medicina. No se da por vencido en su sueño de ser una Gran Maestra.

Anahí Ortiz, durante una entrevista con PRIMICIAS, el 15 de noviembre de 2023.

Autor: Felipe Núñez

Actualizada:

20 Nov 2023 - 6:10

Anahí Ortiz, durante una entrevista con PRIMICIAS, el 15 de noviembre de 2023. - Foto: Israel Mora / PRIMICIAS

La ajedrecista quiteña está a punto de culminar el año más exigente de su joven carrera, en el que se coronó campeona continental y estudió el octavo semestre de medicina. No se da por vencido en su sueño de ser una Gran Maestra.

El ajedrez y la medicina llenan la vida de Anahí Ortiz. Cuando no está practicando nuevas aperturas, está haciendo los deberes de la universidad. Y cuando no está estudiando para un examen, está disputando un torneo.

Dos pasiones a las que les da igual importancia, porque sabe que no puede vivir sin la una o la otra. Han sido días largos, noches sin dormir, pero todo con los objetivos de graduarse de su carrera y ser Gran Maestra de ajedrez.

"Estos meses he entrado a octavo semestre de medicina y he tenido que ir conjugando el ajedrez con la universidad, nunca es fácil, pero se hace el esfuerzo", reconoce la deportista de 22 años, en una entrevista con PRIMICIAS.

Sin embargo, en medio de esas dos pasiones, que parecen tan opuestas la una de la otra, Anahí encuentra ciertas similitudes.

"Tienen algunas cosas en común. Por ejemplo, ambas son estratégicas. En el ajedrez vas descartando posibilidades de jugadas, mientras que en la medicina, cuando haces diagnósticos, vas descartando enfermedades".

Otra similitud es que en ambas se necesita de memoria. "En el ajedrez debes aprender jugadas, técnicas, aperturas, mientras que obviamente en la medicina se usa mucho la memoria".

Por otra parte, una diferencia entre las dos es que al ajedrez se lo relaciona más con la lógica matemática, "pero en la medicina no he encontrado tanta matemática aún".

El sueño de ser Gran Maestra

Llegar a ser Gran Maestra es el sueño de Anahí Ortiz y de cualquier ajedrecista. Aparte de ser campeona del mundo, es el máximo reconocimiento en este deporte.

Para llegar a este ansiado título, un ajedrecista debe cumplir dos requisitos, llegar a un ELO de 2.500 (sistema de puntos para determinar el nivel del jugador) y conseguir tres normas.

Una norma de Gran Maestro se refiere a una actuación de más de 2.600 puntos en un torneo oficial de la Federación Internacional de Ajedrez. Anahí ya cuenta con dos normas y busca la tercera.

"Actualmente, tengo un ELO de 2.175 y espero terminar el año con 2.200. He conversado con deportistas de élite y me dicen que el objetivo debe ser llegar a los 2.300, porque cuando uno alcanza ese nivel, las normas llegan solas".

Para llegar a esta meta, la quiteña ha diseñado un entrenamiento esquemático. "Empiezo haciendo ejercicios de cálculo y táctica y luego termino mis horarios con algunas partidas en ajedrez, para practicar lo que estudio".

Un año exitoso

Anahí Ortiz está a punto de culminar un año del cual se siente muy orgullosa. Fue campeona nacional en las modalidades clásico y blitz y también ganó el Continental de las Américas, en blitz.

Su siguiente y último torneo del año será el Iberoamericano, del 24 de noviembre al 2 de diciembre en Panamá. "Van a ir todos los jugadores importantes de Hispanoamérica, es una excelente oportunidad para probar nuevas aperturas y llegar al ELO de 2.200".

Luego de este certamen vendrá un merecido descanso y a prepararse para el siguiente año, con nuevos objetivos en mente. "Iré al selectivo olímpico, aquí en Ecuador, no me quiero perder las Olimpiadas en Budapest y también a defender el título en el Continental".

Por otra parte, Anahí continuará a paso firme en la carrera de medicina, próximamente tendrá que hacer el internado y la rural y también debe pensar en qué especializarse. "Siempre me había inclinado por oftalmología, pero creo que para eso hay que tener buena vista", dice riéndose.

Y en cuánto a su sueño de ser Gran Maestra, Anahí ha aprendido a ser paciente. "Yo creía que iba a llegar en dos años, pero con todo lo que se viene en mi carrera, creo que podría ser máximo en cinco años", reconoce con madurez.