Viernes, 19 de abril de 2024

Karla Jaramillo pelea por mejorar cada día y no piensa rendirse jamás

Autor:

Martha Córdova

Actualizada:

23 Ene 2022 - 0:02

Pasión es la palabra clave en Karla Jaramillo: por la marcha, por lo que hace, por entrenar hasta cuatro horas al día y jamás rendirse.

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Autor: Martha Córdova

Actualizada:

23 Ene 2022 - 0:02

Karla Jaramillo, durante el Campeonato Nacional de Marcha, en Machala, el 8 de enero de 2022. - Foto: Armando Prado

Pasión es la palabra clave en Karla Jaramillo: por la marcha, por lo que hace, por entrenar hasta cuatro horas al día y jamás rendirse.

Karla Jaramillo habla con sus gestos más que con palabras. Sonríe, casi siempre, cuando no está en el pavimento derrochando su destreza en la marcha atlética.

Cuando habla existen dos frases que reitera: su agradecimiento a Dios y a su entrenador, porque para ella, todos los resultados deportivos que logra alcanzar se los debe al equipo que la acompaña.

Se emociona y vuelve a sonreír porque este año tiene un calendario apretado. De trabajo al máximo porque quiere mejorar récords, subir al podio y vencer.

Vencerse también, porque enfrente tiene a una amiga y a una rival: Glenda Morejón.

"Con Glenda venimos de una amistad de años, pero hoy tenemos diferentes estrategias y estrategas. La marcha es un deporte individual, en una competencia cuando nos toca enfrentarnos solo digo que gane la mejor", dice Karla Jaramillo, de 25 años de edad.

Las dos nacieron en Imbabura y entrenaron juntas desde el inicio de su adolescencia hasta hace tres años, cuando Glenda decidió cambiar de entrenador.

Dejó a Giovan Delgado y desde septiembre de 2021 su proyecto deportivo lo dirige Julio Chuqui, en Azuay.

La amistad entre las deportistas sigue intacta. Son compañeras en la selección de Imbabura y de Ecuador. Juntas participaron en los Juegos Olímpicos de Tokio en la prueba de los 20 kilómetros marcha.

En competencia, la amistad entra en pausa. En la línea de partida, las miradas hacia el horizonte reflejan su concentración y durante la caminata las estrategias de cada una salen a escena.

Pero al final siempre hay un abrazo y una sonrisa, porque se vuelven a juntar en el podio. "Los resultados de todas las competencias me sirven para evaluarme. Para corregir y mejorar" dice Karla.

El 8 de enero de 2022, Glenda Morejón se llevó la medalla de oro en los 20 kilómetros del Campeonato Nacional y Karla fue segunda. Hubo un duelo intenso en los primeros 10 kilómetros, que atrapó la atención y generó emociones entre los aficionados.

Ese primer torneo bien podría ser catalogado como el primer capítulo de los muchos que se repetirán este año. "2022 es muy competitivo. Tenemos mucha ilusión de mejorar las marcas", añade Karla.

Volverán a ser rivales en dos eventos sudamericanos, dos mundiales y el Iberoamericano en España. Karla viajará a República Checa, una fecha del Circuito de Oro en la que competirá contra las seleccionadas de los países de Europa y Asia.

"Es un calendario exigente", admite, pero será en los mundiales donde rivalizará con las mejores del planeta.

"Allí podemos darnos cuenta de cómo estamos y nos permitirá mejorar la ubicación en el ranking", puntualiza Karla, con su firmeza de siempre.

De hecho, ambas compartieron carrera en el Mundial que se corrió en Muscat, Omán. Glenda Morejón se llevó la medalla de oro, pero Karla Jaramillo terminó en séptimo lugar, haciendo una gran carrera.

Lo de ella es subir posiciones en el escalafón mundial y bajar segundos al cronómetro. Encaminar sus pasos a los Juegos de París 2024, donde quiere repetir participación Olímpica.

Su técnica es una de las mejores, pero jamás deja de perfeccionarla. En diciembre, cuando las fiestas apremiaban a los demás a unirse a la molicie, ella entrenaba.

No descansó porque quiere estar a punto para todos los eventos a los que asistirá y porque debe llegar a su mejor pico de rendimiento en julio, para el Mundial, y luego en octubre, en los Juegos Sudamericanos.

Tanta es su pasión por el deporte que, además de entrenarse cuatro horas por los senderos y carreteras de Imbabura, estudiará a distancia. Quiere estudiar psicología deportiva.

"Quiero ser la mejor para mi hijo. Amo lo que hago", agrega Karla, que cada vez que habla de su pequeño, el llanto la ahoga.

"Siento que le robo tiempo a mi hijo cada vez que salgo, pero también lo hago por él", reflexiona.