Jueves, 28 de marzo de 2024

Lance Armstrong admite que siempre habrá personas que lo rechacen

Autor:

EFE / Redacción Primicias

Actualizada:

25 May 2020 - 10:32

Lance Armstrong celebra su triunfo en la etapa 17 del Tour de Francia, el 22 de julio de 2004, con el equipo US Postal.

Autor: EFE / Redacción Primicias

Actualizada:

25 May 2020 - 10:32

Lance Armstrong celebra su triunfo en la etapa 17 del Tour de Francia, el 22 de julio de 2004, con el equipo US Postal. - Foto: Reuters

El exciclista estadounidense no consigue suavizar el pasado contaminado que protagonizó y que le costó perder los siete títulos del Tour de Francia que ganó. Así lo reconoció en la primera parte de un documental que ha emitido la cadena ESPN.

En medio de insultos que ha recibido desde que se le descubrieron todas las mentiras y el dopaje sistemático que tenía establecido, Armstrong admite en el documental 'Lance' que siempre habrá personas que lo rechacen por todo lo que sucedió.

Durante la emisión de la primera parte del documental realizado por la periodista Marina Zenovich, su imagen de villano no la modifica para nada, ni tampoco aporta nada nuevo que no se conociese en la historia de una trayectoria polarizada del deportista que alcanzó lo más alto y ahora vive en la desgracia del "olvido".

Armstrong, de 48 años, que avasallaba a sus rivales y no se ponía límites, en las ocho entrevistas que le hizo Zenovich desde marzo de 2018 a agosto de 2019, reiteró que estaba diciendo su "verdad", sin importar lo que pudiesen pensar las personas que vean el documental.

Tras haber pasado ocho años desde que se descubrió todo el engaño del dopaje, Armstrong confirmó que su historia es compleja y única.

No hubo temas prohibidos durante la primera parte del documental, aunque mantuvo su tradicional estrategia de tratar de desviar los temas de los que no quiere hablar.

Tratar de sacarle la verdad a Armstrong se produjo después de que sus años de mentiras lo prepararon para lo que dijo que necesitaba: "una crisis nuclear", cuando la Agencia Antidopaje (Usada, en inglés) lo acusó de usar y traficar drogas para mejorar el rendimiento como parte de un gran escándalo de dopaje.

Al confirmarse los hechos, Armstrong fue despojado de sus siete títulos del Tour de Francia y empañó para siempre su legado.

A lo largo del documental, Armstrong insiste en que no cambiaría nada y se mantuvo desafiante en ciertos temas. Por ejemplo, que no utilizó su base, Livestrong, como un escudo contra la idea de que podría estar haciendo trampa, aunque admite que sí utilizó la enfermedad del cáncer como escudo y se pregunta si su dopaje condujo a su cáncer testicular.

Aunque Armstrong dice que ha seguido adelante, claramente todavía guarda algunos rencores, como uno contra su compatriota Floyd Landis, su antiguo compañero de equipo convertido en denunciante.

Landis presentó la demanda contra Armstrong, quien finalmente llegó a un acuerdo con el gobierno federal por USD 5 millones en lugar de los USD 100 millones que buscaba por daños.

El documental también permite a los espectadores ver a un Armstrong que se ha dado cuenta de que existe, está vivo y tiene más horizontes que quedarse solo en el entorno de su familia.

Armstrong admite que algunos fanáticos siempre estarán "enfurecidos" con él por su trampa en el Tour de Francia.

El exciclista tejano, nativo de Austin, relató un incidente que vivió fuera de un bar, donde de forma reiterada le dedicaron la expresión de desearle lo peor y llamarle el "rey del engaño".

"Cuando mi vida dio el giro que tomó, me dije a mí mismo, donde quiera que vaya por el resto de mi vida, alguien se me acercará y me insultará", comentó Armstrong.

Armstrong dijo que había conseguido saber cuándo alguien quería insultarlo, pero nadie lo hacía. "Hasta que un grupo de varios hombres, que estaban en un bar me vieron" y comenzaron a insultarlo y a decirle que era el "rey de los tramposos".

"La persona que me acompañaba, con buen criterio, me aconsejó que me subiese de nuevo en el auto y me alejase de la zona cuando ya estaba listo para llegar al grupo y golpear al primero que me insultó, explicó Armstrong.

Sin embargo, aunque abandonó el lugar, Armstrong explicó que no podía quedarse sin aclarar el incidente y entonces tuvo la idea de llamar al bar, darle el número de su tarjeta de crédito y pagar todo lo que hubiese consumido el grupo que lo insultó.

"Mi única condición fue que les digan que Lance se encargó de todo y les envía su cariño, aunque sé que algunos me van a rechazar siempre".

En cuanto al dopaje dijo que lo hizo siempre, desde los 21 años, de una u otra manera, pero porque era lo que se daba dentro del mundo del ciclismo, algo que esperaba explicar en la segunda parte del documental que la cadena ESPN tiene previsto emitir el próximo domingo 31 de mayo.

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