El 7 de diciembre de 2020, el Comité Olímpico Internacional ratificó una polémica decisión: dejar al karate fuera de los Juegos Olímpicos de París 2024, cuando su debut será apenas en Tokio 2021.
En febrero de 2019, el Comité de Organización de los Juegos Olímpicos anunció una lista de deportes invitados para París 2024. Como novedades se incluyó al skate, el surf, la escalada deportiva y el breakdance (una danza acrobática heredera de la cultura hip hop y debutante en una cita olímpica).
La organización tomó la decisión con el objetivo de darle a los Juegos un toque más moderno después de la pandemia del Covid-19.
"Esta flexibilidad es parte de las reformas de la Agenda Olímpica. La decisión ayudará a que los Juegos Olímpicos de París 2024 sean aptos para un mundo post virus", anunció el comité en su página web, el 7 de diciembre de 2020.
Thomas Bach, presidente del Comité Olímpico Internacional, justificó la postura del organismo con el argumento de acercarse a un público más joven. El breakdance, por ejemplo, es una de las tendencias juveniles que se ha desarrollado en los últimos años.
Así, el comité prescindió del karate. Ante esa situación, el mundo de esta disciplina reaccionó en redes sociales. La Federación Mundial de Karate (WKF) lanzó una campaña digital con la etiqueta #TsukiForKarate2024, reclamando la inclusión del deporte de contacto en los Juegos Olímpicos de París.
El objetivo fue animar a los aficionados a que realicen un tsuki, que consiste en un estiramiento del brazo y un golpeo con el puño a máxima velocidad. Es una de las técnicas más precisas del karate.
Las repercusiones no se hicieron esperar. La excampeona mundial y de Europa en karate, Almudena Muñoz, manifestó al diario El Español que "no critica la introducción del breakdance como deporte olímpico". Sin embargo, considera que no se le ha otorgado al karate la oportunidad de demostrar la capacidad a nivel olímpico.
Para Daniel Viveros, ecuatoriano que es parte de la liga profesional Karate Combat y que ha representado a Ecuador a nivel internacional en esta disciplina, es una decisión política más que deportiva.
"El sueño de todo atleta es llegar a las Olimpiadas. Hemos esperado toda una vida. Ahora nos quitan. Lo veo por cosas políticas más que deportivas. El karate es show, pero no mueve tanto dinero como la lucha, el judo o el taekwondo", menciona Viveros, en un diálogo con PRIMICIAS.
Sostiene que la organización del karate a nivel mundial ha fallado ya que para un americano, al menos de países que no cuentan con muchos recursos económicos, es complicado ir a participar a Europa, donde se realizan la mayoría de competencias que puntúan para los Juegos Olímpicos.
Esto debido a que es fundamental contar con recursos económicos para viajar. "Esto te refleja de que el que tiene dinero, puede clasificar", asegura. En ese sentido, Viveros cree que es una suma de situaciones para que el karate no sea un deporte olímpico.
Con ese punto de vista de Viveros difiere la karateca tricolor Jacqueline Factos. "Si vas a puntuar para Juegos Olímpicos, quiere decir que tienes un alto nivel y estás en el Plan de Alto Rendimiento que te cubre todas las competencias", asegura.
No obstante, considera que la Federación Mundial de Karate ha manejado este deporte de mala manera en la parte dirigencial ya que "no ha habido la promoción suficiente a nivel mundial".
Por otro lado, Factos comenta que la decisión de excluir a su deporte de la cita olímpica de París "fue algo rarísimo".
Sin embargo, siente motivación ya que los juegos de Tokio serán los primeros y últimos para ella, quien está muy cerca de clasificar a Tokio y convertirse en la primera karateca ecuatoriana en disputar unos Juegos Olímpicos.
La deportista quiteña se encuentra undécima en el ranking de clasificación. De esa manera, está consiguiendo su cupo a los Juegos de Tokio, que se terminará de sellar en los preolímpicos, a realizarse del 10 al 14 de junio.
¿Por qué se incluyó por primera vez al karate en Juegos Olímpicos?
Desde 2014, el Comité Olímpico Internacional (COI) decidió que las ciudades anfitrionas de los juegos propongan hasta cinco deportes más de los establecidos.
El karate es una disciplina que nació en la isla japonesa de Okinawa, en el siglo XV. Se popularizó en la década de 1920 y se expandió después de la Segunda Guerra Mundial (1939-1945).
Bajo esa premisa, al ser un deporte originario y tradicional japonés, era imposible dejarlo afuera de la cita olímpica de Tokio y la decisión fue ratificada en 2016.
No obstante, el karate tuvo la posibilidad de ser incluido por primera vez en Juegos Olímpicos en 1964. Sin embargo, aceptaron al judo debido a que, en ese entonces, el karate no cumplía con las exigencias del COI para que un deporte sea considerado olímpico:
1) Tener a una federación internacional que respalde al deporte postulado.
2) Que sea un deporte ampliamente practicado en al menos 75 países y cuatro continentes por hombres, y en un mínimo de 40 países y tres continentes, por mujeres.
3) Adoptar y aplicar el código mundial antidopaje.
4) El deporte deberá ser aceptado al menos siete años antes de que comiencen los juegos en cuestión.
La participación del karate en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, que se disputarán del 23 de julio al 8 de agosto, está asegurada, pero el futuro es incierto, ya que no estará en París 2024 y el Comité Olímpico deberá decidir si lo incluye en Los Angeles 2028.
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