Sábado, 20 de abril de 2024

Autor:

Felipe Núñez

Actualizada:

30 Sep 2021 - 0:05

Vanessa Chalá ayuda a los jóvenes de su barrio con su escuela de judo

La deportista olímpica fomenta buenos valores en los chicos y chicas de Azaya, en Ibarra, y recientemente compró el coliseo de la comunidad para establecer su escuela.

Vanessa Chalá, con los chicos y chicas de su escuela de Judo en Azaya, Ibarra, el 15 de septiembre de 2021.

Autor: Felipe Núñez

Actualizada:

30 Sep 2021 - 0:05

Vanessa Chalá, con los chicos y chicas de su escuela de Judo en Azaya, Ibarra, el 15 de septiembre de 2021. - Foto: Israel Mora

La deportista olímpica fomenta buenos valores en los chicos y chicas de Azaya, en Ibarra, y recientemente compró el coliseo de la comunidad para establecer su escuela.

Vanessa Chalá sabe lo que es esforzarse y salir adelante por medio del deporte. A sus 31 años, la judoca ha sido bicampeona panamericana y ganó una medalla de bronce en un torneo Grand Slam en Turquía en 2021, siendo la primera vez que una ecuatoriana se subió al podio de un evento de esta categoría.

Su arduo trabajo la llevó a su primera cita olímpica en Tokio 2021, donde fue eliminada en los dieciseisavos de final, en manos de la ucraniana Anastasiya Turchyn.

La ibarreña ha visto cómo todas estas experiencias le han cambiado la vida, y ahora se ha planteado hacer lo mismo con los jóvenes de la comunidad de Azaya, en su natal Imbabura. "Quiero que estos chicos estén llenos de valores y salgan adelante a través del deporte", expresó Chalá en una entrevista con PRIMICIAS.

Desde octubre de 2020, la atleta comenzó con su escuela 'Elite Judo', totalmente gratuita y abierta a niños y jóvenes desde los cinco a los 18 años. "Comenzamos en el garaje de mi casa y después nos trasladamos al parque de Azaya".

Sin embargo, Chalá entendió que para continuar desarrollando su escuela, era necesario encontrar una nueva ubicación. Por esta razón, la ibarreña decidió utilizar los ahorros obtenidos durante su vida deportiva y comprar el coliseo de su comunidad.

"Ese dinero era inicialmente para comprar un terreno y hacerme una casa propia, pero vi la alegría que tenían estos chicos, su emoción por entrenar, así que decidí adquirir la propiedad". El coliseo, ubicado entre las calles Latacunga y Macas, en Ibarra, está actualmente en remodelación y la inauguración está planificada para finales de octubre.

Además, el Comite Olímpico Ecuatoriano aportó con una donación de más de 90 implementos deportivos entre barras de entrenamiento, discos, soportes de sentadillas, sacos de boxeo, cuerdas, pelotas, mancuernas, balones, y otros accesorios de gimnasio para la preparación física.

Un barrio peligroso

Chalá cree que la escuela es necesaria para cambiar la situación actual de los jóvenes de Azaya. "Esta es una zona muy peligrosa porque existe mucho expendio de sustancias prohibidas. La gente teme venir acá, a los taxistas les da miedo transitar por la noche".

La judoca cree que el deporte puede ser vital para el desarrollo personal de los chicos y chicas y que se alejen de las adicciones. "Estos jóvenes son miembros de familias que consumen, sus padres y sus madres son consumidores. Entonces yo he ido a buscarles personalmente, porque he visto cómo viven y les he hecho la invitación".

El objetivo, además, es que la comunidad se vuelva más conocida y las autoridades se hagan responsables del barrio. "Quiero que el Municipio y las autoridades se apersonen de este sector. Quiero llamar la atención para que nos brinden mayor seguridad y un mejor entorno para los niños".

Chalá espera que, cuando se inaugure el coliseo, la Policía se haga presente para que monitoree los alrededores y dé seguridad a los jóvenes durante el ingreso y la salida de los entrenamientos.

Mientras tanto, la judoca continúa con sus clases en el parque de Azaya, enseñando las técnicas básicas del deporte e incluso un poco de japonés. "Los chicos están súper contentos, muy emocionados. Es un proyecto muy lindo, sobre todo para el barrio, porque queremos que el Municipio venga y nos visite para que vea las problemáticas del sector".

Su siguiente objetivo: París 2024

Después de Tokio, Chalá se ha mantenido en Ibarra, descansando y disfrutando con su familia. Sin embargo, los entrenamientos no paran y la judoca realiza ejercicios todas las mañanas.

"Estamos esperando la fecha de convocatoria para el nuevo concentrado. Mi profesor me ha manifestado que podríamos participar en el Grand Slam de París (a disputarse el 16 y 17 de octubre), el último del año".

Tras su primera experiencia olímpica, Chalá se muestra contenta y motivada. "Me tocó un combate fuerte, a este evento van los mejores del mundo. Di lo mejor de mí, mi mayor esfuerzo y, a pesar de que no obtuve el resultado que esperaba, estoy satisfecha".

La ibarreña ya tiene claro su siguiente objetivo, clasificar a los Juegos de París 2024 y seguir dando un buen ejemplo a los jóvenes de su escuela. "Es muy difícil clasificar en judo, pero he logrado madurar deportivamente y considero que para el próximo ciclo olímpico me va a ir mejor".

Vanessa Chalá, con los jóvenes de su escuela de judo, en el parque de Azaya, en Ibarra.

Vanessa Chalá, con los jóvenes de su escuela de judo, en el parque de Azaya, en Ibarra.  Israel Mora

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