Sábado, 20 de abril de 2024

Autor:

Felipe Larrea

Actualizada:

25 Nov 2020 - 0:05

Yam Yam, el hotel que en medio de la pandemia se reactiva con la Vuelta al Ecuador

Está en Pedernales, provincia de Manabí, desde hace 25 años. Tiene dos sedes: una en el centro y otra cerca de la playa. Su dueño, Yander Arteaga, ha sufrido dos grandes "decepciones". Una fue por el terremoto en 2016. La otra, la pandemia por el Covid-19.

Yander Arteaga Hotel Yam Yam

Autor: Felipe Larrea

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25 Nov 2020 - 0:05

Fotografía del propietario del Hotel Yam Yam, Yander Arteaga. - Foto: Felipe Larrea

Está en Pedernales, provincia de Manabí, desde hace 25 años. Tiene dos sedes: una en el centro y otra cerca de la playa. Su dueño, Yander Arteaga, ha sufrido dos grandes "decepciones". Una fue por el terremoto en 2016. La otra, la pandemia por el Covid-19.

El propietario del hotel Yam Yam nació en Portoviejo y desde los 10 años practicó Taewkondo. En la década de los 80 obtuvo logros como el campeonato sudamericano en República Dominicana, el vicecampeonato bolivariano en Cuenca y el campeonato nacional en 13 ocasiones.

Al mismo tiempo, ayudaba a su madre a vender empanadas y corviches en el centro de Portoviejo. Su padre, comerciante, salía de su casa a las 06:00 y regresaba a las 20:00. En total eran ocho hermanos -tres hombres y cinco mujeres-. Todos trabajaban.

Por sus buenas actuaciones en el deporte, a Arteaga le ofrecieron el puesto de profesor de educación física en la Unidad Educativa Santa Teresa, en la localidad 10 de Agosto (Pedernales), cuando tenía 25 años. Ya casado, se mudó junto a su esposa a esta ciudad.

"Daba clases en la mañana. Pero me di cuenta que en la tarde nos sobraba mucho tiempo libre para producir. Queríamos desarrollar cosas nuevas con mi esposa. Empecé con una licorería. Después vendía larvas para camaroneras. Siempre me gustó ser comerciante por la influencia de mi padre", cuenta.

En 1995, con la propuesta de su esposa, construyeron el hotel Yam Yam. Según Arteaga, siempre tuvo obsesión por servir a las personas. Eso lo llevó a consolidar una meta que tuvo desde pequeño. "La responsabilidad era grande. Quería crecer y llevar a mi familia adelante".

Terremoto y pandemia: dos momentos difíciles

En 2016, un terremoto de 7,8 grados en la escala de Richter azotó a toda la costa ecuatoriana y de manera particular a la provincia de Manabí. Pedernales no fue la excepción. Miles de construcciones se derrumbaron. Familias enteras se quedaron sin casas y comerciantes sin sus negocios.

Si bien las pérdidas para el Yam Yam no fueron graves, en la sede del centro, por recomendación del gobierno de la ciudad, Arteaga quitó dos de los cinco pisos que quedaron debilitados por el sismo. Mientras que las cabañas sufrieron un deslizamiento de tierra y caída de una loza. La reconstrucción se hizo con caña y madera.

"El terremoto nos afectó mucho, emocional y económicamente. Pensaba que Pedernales no se iba a reactivar y que nadie iba a regresar para hacer turismo. Vimos muchos escombros y gente en la calle desesperada. Había mucha incertidumbre y nadie sabía qué hacer", relata Arteaga.

Cuatro años después, la pandemia mundial por el Covid-19 también golpeó a todos los hoteles de Pedernales. El Yam Yam cerró sus puertas por 100 días con incertidumbre de lo que podía pasar.

Coincidencialmente, Arteaga y su esposa recibieron un crédito de un banco para poder solventar sus deudas y vivir "tranquilos". Por suerte, dice el portovejense, ese dinero les sirvió "de colchón" para afrontar la crisis. No recibieron ingresos por más de tres meses.

Cuando la familia se quedó sin ingresos, los hijos de Arteaga decidieron abrir un negocio de distintos repuestos que lo tenían cerrado. Y, después del incremento de la crisis sanitaria y económica, los hijos de la familia no dudaron en reabrirlo para generar ingresos y solventar los gastos.

El Yam Yam contaba con 15 trabajadores que se encargaban del mantenimiento. Todos fueron apartados mientras duró el confinamiento. Sin embargo, Arteaga no dejó de pagarles el seguro médico. "Lo que más me preocupaba era pagar los servicios básicos y la comida. Pero nos adaptamos y gastábamos lo que podíamos".

A mediados de 2020, el Municipio de Pedernales lo contactó para ser uno de los opcionados para recibir a una parte de la delegación de la Vuelta al Ecuador. "Cómo me iba a negar a tremenda oportunidad", comenta Arteaga y agrega que esto es una oportunidad para "reactivarse económicamente".

Las dos sedes del Yam Yam ganaron terreno en Pedernales, por la calidez de sus propietarios y la comodidad en sus instalaciones. Cuenta con una piscina, áreas verdes, un comedor y el área de recepción. Tiene capacidad para 120 personas distribuidas en 35 cabañas.

"Hoy, Pedernales tiene el honor de recibir una etapa de la Vuelta al Ecuador. Es un orgullo que nos visiten los cilcistas mas importantes del país. Esto es parte de la reactivación que necesitan todas las ciudades del mundo por esta pandemia que atravesamos. Es una maravillosa oportunidad para salir adelante".

Para Arteaga, la Vuelta al Ecuador significa un impulso económico que beneficia a todos. A pesar de que la caravana se quedó solo una noche en la ciudad, restaurantes, minimercados e incluso comerciantes se vieron beneficiados.

Ahora, el recibir a la delegación de la competencia ciclística más importante del país le permitirá a Arteaga disminuir la deuda bancaria. Su objetivo también es expandir la capacidad en las cabañas y, para marzo del próximo año, recibir a 200 personas.

Para albergar a la Vuelta al Ecuador, Arteaga trabajó con dos de sus hermanas, sus cinco hijos y su esposa. Todos cumplieron tareas de limpieza, desinfección y logística. "Hoy siento la verdadera reactivación. Lo más importante es la estabilidad emocional mía y de mi familia", asegura.

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