Viernes, 19 de abril de 2024

Justicia sobreseyó al primo de Jorge Glas por un caso de tráfico de influencias

Autor:

Mario Alexis González

Actualizada:

17 Ene 2020 - 15:58

Autor: Mario Alexis González

Actualizada:

17 Ene 2020 - 15:58

El 5 de julio de 2015, el Papa Francisco arribó a Ecuador. - Foto: Presidencia

Ricardo Rivera Ponce, primo de Jorge Glas, era procesado por tráfico de influencias. Su canal participó de un contrato para unidades de transmisión en la visita del Papa Francisco.

El caso se inició por peculado, después la Fiscalía lo reformuló a tráfico de influencias. Finalmente, un año después la misma Fiscalía se abstuvo de acusar a Ricardo Rivera Ponce y a TV Satelital.

La Procuraduría, como acusadora particular, no se opuso a la abstención.

El caso se originó en el Informe de Indicios de Responsabilidad Penal No. DNA4-0027-2018, remitido el 2 de julio del 2018, por la Contraloría tras un examen a las operaciones de la Secom entre 2015 y 2017.

Esa auditoría, entre otras cosas, analizó el convenio de pago suscrito por Rivera Ponce, gerente de Televisión Satelital, el 28 de septiembre de 2015, para proveer el servicio de dos unidades móviles para dar cobertura al Papa Francisco, durante su visita a Ecuador.

El monto fue de USD 89.600. Y la Contraloría halló varias irregularidades:

  • No hubo un proceso de contratación pública.
  • No se entregaron los productos finales.
  • Había un parentesco entre Rivera y el entonces vicepresidente Jorge Glas.

La Fiscalía, sin embargo, consideró que para que se configure el delito de tráfico de influencias, los acusados deben ser o haber sido servidores públicos, por lo que decidió abstenerse en los casos de Rivera y TV Satelital porque no cumplen con ese parámetro.

De esta manera, ante la abstención de la Fiscalía, la justicia dictó el sobreseimiento de Rivera y su canal en el caso.

El proceso sigue para Galo Pacheco, Juan Chiriboga, Paúl Mena y Pablo Yanez, quienes a la época del convenio de pago eran funcionarios de la Secom, que estaba dirigida por Fernando Alvarado, quien huyó del país después de manipular el grillete electrónico que portaba.