Los candidatos que pasaron a la segunda vuelta sumaron 4,8 millones de votos. Es decir que no llegan a la mitad del número de personas que sufragaron en la primera vuelta. Ambos enfrentan la tarea de buscar a quienes optaron por otros postulantes, anularon su papeleta o la dejaron en blanco.
La campaña para la segunda vuelta comenzará este martes 16 de marzo. Los dos candidatos en la carrera por la Presidencia de la República buscan acercarse a los votantes que no los apoyaron en la primera vuelta electoral.
Andrés Arauz, de Centro Democrático, y Guillermo Lasso, de Creo, sumaron entre los dos 4,8 millones de votos en la primera vuelta electoral, de las 10,6 millones de personas que sufragaron el 7 de febrero.
Esto quiere decir que entre los dos candidatos no llegaron al 50% de todos los votos.
Tanto Arauz como Lasso ahora apuntan a estos 5,7 millones de ecuatorianos que votaron por alguno de los 14 candidatos que no llegaron a la segunda vuelta, o que votaron nulo o blanco. Estos son los votos teóricamente "disponibles".
Estos 5,7 millones de votos pertenecen en mayor parte al candidato del partido indígena Pachakutik, Yaku Pérez, y al candidato de la Izquierda Democrática, Xavier Hervas, además de votos nulos.
Justamente por esto, Arauz y Lasso han ajustado sus propuestas de campaña, en aras de acercarse a un electorado más amplio del que ya los escogió en la primera vuelta.
La mayoría de estos votos disponibles está en Guayas, Pichincha y Manabí, las provincias más grandes.
Pero también están, por ejemplo, en Azuay y la Sierra Centro y Sur, en donde Pérez y Hervas obtuvieron una importante votación.
Solo quedan dos opciones
Los 5,7 millones de ecuatorianos que no votaron por Lasso ni por Arauz deberán decantarse entre estas dos opciones. Ninguno de los dos logró llegar a más del 40% de los votos válidos, necesarios para evitar una segunda vuelta.
Hasta ahora ambos candidatos generan resistencia, es lo que se ve en los resultados de la primera vuelta electoral.
Por ello, los resultados del balotaje dependerán en gran medida del desempeño de los candidatos en el debate presidencial y la campaña.
El candidato que resulte electo en la segunda vuelta deberá conseguir al menos la mitad más uno de los votos válidos a escala nacional.
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