El Ejecutivo envió a la Asamblea el veto a las reformas a la Ley de Movilidad Humana, que plantean que el proceso de deportación se haga a través de la vía administrativa y no judicial.
El presidente Lenín Moreno envió, este 30 de diciembre de 2020, el veto a las reformas a la Ley de Movilidad Humana, aprobadas por la Asamblea a inicios de mes. El documento incluye 22 objeciones a los artículos de la normativa.
El punto más polémico de la reforma es la inclusión de una causal nueva para la deportación de personas extranjeras: cuando éstas sean "consideradas una amenaza o riesgo para la seguridad pública y del Estado". Sin embargo, Moreno decidió dejar esa causal.
La causal que el Ejecutivo sí eliminó, en cambio, es la que disponía la deportación por haber sido sancionado por alguna contravención penal “por alterar y poner en riesgo la tranquilidad y la paz ciudadana, o alterar el orden público”.
Las objeciones también contemplan cambios en la regulación de exoneraciones tributarias para los migrantes que regresan al país. Además objeta la entrega de pasaportes diplomáticos a cónyuge o pareja en unión de hecho de asambleístas, porque no ejercen función o representación del Estado ecuatoriano.
Asimismo incluye la ampliación a 10 años del tiempo de vigencia del pasaporte como documento de viaje y como documento de identidad para ecuatorianos fuera del territorio.
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