Delincuentes "salen por docenas de los matorrales" en anillo vial de Quevedo

Conducir en bus a través de los cerca de 40 kilómetros del anillo vial de Quevedo (en Los Ríos), en un tramo de la carretera más insegura de Ecuador, se asemeja a jugar a la ruleta rusa. 

Cada noche, los conductores de vehículos de carga o de pasajeros (y de autos particulares que cruzan bajo su riesgo) se enfrentan a la posibilidad de ser asaltados, baleados o secuestrados por las bandas criminales Los Lobos y Choneros, que operan en el sector. 

En este testimonio, el conductor de un bus de una cooperativa de transporte interprovincial que circula por el “bypass” o anillo vial de Quevedo, cuenta cómo es atravesar la zona, entre el miedo, la fe y la adrenalina. El chofer, de 35 años, prefiere mantener su nombre en reserva.

"Cada conductor tiene su criterio"

“Si no te detienes te disparan, apuntan al sitio del conductor. En lo que va del año, solo en nuestra compañía ya se han reportado cuatro conductores y un pasajero heridos por estos ataques (en el anillo vial de Quevedo).

Como es una zona sin iluminación y sin señal telefónica, tanto los camiones de carga como nosotros (en los buses interprovinciales), quedamos expuestos de noche a los delincuentes. Salen por docenas de los matorrales a cerrar el paso en la carretera, con pistolas y fusiles.

Cada conductor tiene su criterio, unos paran y otros prefieren tirarles el carro (a los asaltantes). 

En nuestra empresa ningún conductor se detiene, así te tiren troncos, piedras o te disparen. Los convoyes con custodia de la Policía funcionan desde hace un mes y medio, pero sobre todo para el transporte de carga, no siempre alcanzas a pasar con ellos. 

Lo que hacemos es comunicarnos por grupos de WhatsApp con conductores de otras cooperativas y nos esperamos para pasar juntos, cinco o seis carros. La otra modalidad es que te asaltan los propios pasajeros, en el caso de cooperativas que realizan paradas en la ruta".

Invocando a la Virgen del Cisne

“Cuando por alguna razón te toca pasar solo o con un grupo muy pequeño te encomiendas a la Virgen del Cisne -patrona de los conductores-, apagas las luces (delanteras del bus) en los tramos más desolados y aceleras a toda marcha. 

Atraviesas esperando que no te vean o que, si te ven, te confundan con las balizas de la policía.

Hay buses en los que puedes acelerar a 110 o 120 kilómetros por hora. El problema es que en unidades conectadas al sistema de videovigilancia del Ecu-911 no puedes acelerar a más de 90 kilómetros por hora o te llega una multa por exceso de velocidad. 

En el anillo vial de Quevedo hay tres radares de velocidad y uno de ellos está en la parte más crítica, parece como complicidad de las autoridades, así que tienes que reducir de ley la velocidad y te expones a un ataque.

Si te llegan a atrapar, le roban a todos los pasajeros, se llevan las maletas, con todo tipo de maltratos, manoseo e insultos". 

Últimamente nos han reportado casos en los que la Policía ha hecho detenciones o recuperado pertenencias. Son Los Lobos y Choneros los que asaltan y secuestran en ese sector y están mejor armados que la propia Policía.

Los asaltos, ataques o secuestros se reportan casi a diario. Ese anillo vial tiene bastantes salidas a San Carlos, a Mocache, a El Empalme o al propio Quevedo. Faltan más policías de civil haciendo inteligencia en la zona, en los buses y cubriendo estas rutas de escape”.