Lunes, 06 de mayo de 2024

Lobos y Tiguerones, las bandas señaladas por instaurar el terror en Guayaquil

Autor:

Redacción Primicias

Actualizada:

9 Ene 2024 - 19:15

Las autoridades instan a los guayaquileños a permanecer en sus hogares, mientras la Policía combate actos terroristas. Las autoridades acortaron la jornada laboral y de estudios.

Policías responden a una incursión armada y al secuestro de trabajadores, la tarde de este martes 9 de enero del 2024, en las instalaciones de TC Televisión, al norte de Guayaquil.

Autor: Redacción Primicias

Actualizada:

9 Ene 2024 - 19:15

Policías responden a una incursión armada y al secuestro de trabajadores, la tarde de este martes 9 de enero del 2024, en las instalaciones de TC Televisión, al norte de Guayaquil. - Foto: API

Las autoridades instan a los guayaquileños a permanecer en sus hogares, mientras la Policía combate actos terroristas. Las autoridades acortaron la jornada laboral y de estudios.

Guayaquil vivió una tarde de terror con incursiones armadas en canales de televisión y dependencias públicas, que acortaron la jornada laboral y de estudios en toda la ciudad. Esas acciones terroristas fueron atribuidas a las bandas de Los Lobos y Tiguerones.

Los ataques se registraron en la ciudad horas después de la jornada de violencia que se vivió entre la noche del lunes 8 y madrugada del martes 9 de enero de 2024, con una serie de atentados, explosiones y secuestros de policías en ocho provincias del país.

Una de las acciones que más impacto causó fue la irrupción de decenas de hombres armados a las instalaciones de TC Televisión y Gamavisión, en el norte de Guayaquil, donde obligaron al personal a mantener la transmisión en vivo, mientras encapuchados golpeaban y amenazaban con armas a los empleados.

El general Víctor Herrera, comandante de Policía de la Zona 8 (Guayaquil, Durán y Samborondón), reportó que en TC se detuvo a 13 secuestradores. Además, otras cinco personas resultaron aprehendidas en las cercanías, en un aparente coche bomba.

Los perpetradores pertenecerían al grupo criminal de Los Tiguerones, según el oficial.

“Esto es un acto de terrorismo. Ingresaron con armas largas y cortas, también tenemos dos artefactos explosivos, una granada y otro de emulsión”, dijo el general, minutos después de que el Presidente de la República declare terroristas a 22 bandas delictivas.

Los secuestradores tenían a personas como rehenes en la primera y segunda planta del canal. Los grupos tácticos entraron en negociación verbal con los atacantes, logrando que  depongan armas y se rindan, refirió el general. Dos empleados resultaron con heridas leves. 

Herrera hizo un llamado a la ciudadanía a permanecer en el interior de los domicilios mientras la Policía lucha por devolver la tranquilidad a la ciudad, tras la inédita declaratoria presidencial de un conflicto armado interno en el país.

En solo dos horas, entre las 14:00 y 16:00, se reportaron incursiones armadas en cinco hospitales públicos que tuvieron que ser liberados por la Fuerza Pública.

Ocho muertes violentas, una unidad de policía atacada, un policía herido, además de dos autos y dos motos incinerados están entre el saldo de la caótica tarde.

Cientos de estudiantes de la Universidad de Guayaquil salieron corriendo o se atrincheraron en las aulas, ante otra presunta incursión armada. Se trató de una estampida por la desesperación de los estudiantes, según un comunicado de la Universidad.

Mientras, los negocios cerraban sus puertas en la ciudad y las empresas enviaban a sus empleados a casa de forma anticipada y el temor llegaba también a los centros comerciales.

El ECU-911 registró un tiroteo y una persona herida por arma de fuego en el centro comercial Albán Borja, al norte de Guayaquil. Y un conductor de la Dirección de Ambiente del Municipio falleció baleado en el sur de la ciudad.

Al final de la tarde, la Policía Nacional cerró el tránsito vehicular en la avenida de las Américas, frente al Cuartel Modelo, por seguridad. Además, el sistema de transporte Metrovía suspendió sus actividades.

Tres militares caminan en los exteriores del canal TC Televisión en Guayaquil, hasta donde llegaron sujetos armados, el 9 de enero de 2024.

Tres militares caminan en los exteriores del canal TC Televisión en Guayaquil, hasta donde llegaron sujetos armados, el 9 de enero de 2024. AFP

Guayaquil, de la calma al terror

Guayaquil vivió una relativa calma entre la noche del lunes 8 y madrugada del martes 9 de enero, mientras se desataban explosiones y secuestros de policías en ocho provincias del país.

Pero la Policía Nacional elevó el nivel de alerta de sus agentes en la Zona 8. Se esperaban ataques en zonas marginales del noroeste y sur de la ciudad, pero las incursiones armadas se dirigieron al centro-norte de la ciudad. 

Según fuentes de inteligencia policial, la menor penetración del grupo de delincuencia organizada Los Lobos en Guayaquil determinó que la ciudad se viera afectada por los actos terroristas horas después que en El Oro, Los Ríos, Pichincha, Azuay y Esmeraldas.

Guayas es la provincia con más organizaciones de crimen organizado, operan en total nueve bandas, por lo que la presencia de Los Lobos es algo más “dispersa”.

Pero se trata del grupo que despliega mayor violencia criminal contra la Policía y la ciudadanía a escala nacional. Estos delincuentes pretenden “presionar al Estado” por las capturas y traslados en el sistema penitenciario, a través de ataques coordinados.

Los Lobos operan en Guayaquil, así como en otras zonas del país, en alianza con organizaciones como Los Tiguerones. 

El incendio de un bus de transporte escolar y dos vehículos ocurrido la madrugada del martes 9 de enero, en la cooperativa Desarrollo Comunal de la isla Trinitaria (al suroeste de Guayaquil), se registró en un distrito que se disputan Lagartos y Lobos con Choneros. 

Ante el secuestro de siete servidores policiales en tres provincias del país, en la Zona 8 los agentes se encuentran en alerta máxima siguiendo protocolos de autoprotección, que incluyen cambios de modalidad de trabajo.

Los patrullajes policiales se ejecutan en grupos de mínimo 10 policías, lo que "permite repeler ataques e incidencia delictiva contra de los miembros de la institución", según el oficial.