La alianza entre tres grupos de delincuencia organizada cuenta con el mayor despliegue criminal en Ecuador con presencia en 16 provincias. Un informe de la Policía y del Observatorio del Crimen Organizado subraya la "violencia desmedida" de la trilogía.
Cuentan con comandos especializados para la vigilancia y ejecución de asesinatos. Someten o aniquilan a clanes independientes en sus territorios; y suelen usar, incluso para sus fines, prendas policiales. Se trata de la trilogía de Lobos, Tiguerones y Chone Killers.
Las tres bandas narcodelictivas integran una alianza con presencia combinada en 16 provincias de Ecuador. Y buscan expandir a escala nacional sus actividades criminales para microtráfico y narcotráfico, además de toda una serie de delitos conexos.
Así son descritos los tres grupos de delincuencia organizada en un informe de la Policía Nacional y del Observatorio Ecuatoriano del Crimen Organizado (OECO), que remarca el uso de armas largas tipo fusil en ataques de “violencia desmedida"
“En la actualidad, esta alianza tiene el mayor despliegue criminal a escala nacional”, señala el documento, publicado en julio pasado. Se trata de un sitial que antes ocuparon Los Choneros.
De hecho, la fusión de Los Lobos, Tiguerones y Chone Killers se constituyó como la principal contrincante de los Choneros en el país, aunque todas estas bandas se desprenden de un mismo tronco común.
La trilogía toma fuerza tras el asesinato en 2020 de Jorge Luis Zambrano, alias ‘JL’ o ‘Rasquiña’, uno de las grandes líderes de Los Choneros.
A raíz de ello, con apoyo de narcos del mismo tronco, surgieron subgrupos emancipados para facilitar a carteles internacionales (Sinaloa, Mafia Balcánica y Jalisco Nueva Generación) servicios logísticos tercerizados de acopio, seguridad y salida de droga.
La alianza también tenía como objetivo fortalecer operaciones e incrementar la presencia y el desplazamiento de hombres y mercancía entre diferentes provincias del país.
Estado “coadyuva” a expansión de Los Lobos
Los Lobos iniciaron sus actividades ilícitas con robos, extorsiones y microtráfico en El Oro y en el centro carcelario de Turi (Azuay).
Pero tras las masacres perpetradas en los centros de privación de libertad en 2021 y 2022, el Estado dispuso separar a los miembros de la organización y trasladarlos a los diferentes cárceles del país.
El informe de OECO señala lo contraproducente que resultaron después esos traslados, pues “coadyuvan” a la expansión de operaciones de Los Lobos a Imbabura, Pichincha, Chimborazo, Los Ríos, Napo, Santo Domingo, Santa Elena, El Oro, Azuay y Loja.
Esta banda narcodelictiva ejerce violencia hacia los clanes familiares independientes en los territorios que va ocupando, “mediante amenazas e intimidaciones” suelen lograr que estos pasen a formar parte de esta estructura, o caso contrario los asesinan.
Los Lobos se originan en Azuay en 2019, bajo el liderazgo de Wilmer Chavarría Barré, alias 'Pipo' o ‘Tuerto’, quien operaba con Los Choneros cuando permanecía recluido en Turi.
'Pipo' incluso llegó a proporcionar hombres para la seguridad personal de alias ‘Rasquiña’, extinta cabeza de Los Choneros, organización con la que luego Los Lobos entrarían en disputa.
Tras obtener su prelibertad en 2019, 'Pipo' se radica en Santo Domingo de los Tsáchilas donde se une al clan familiar Franco Cedeño para ejecutar actividades ilícitas.
Alias 'Pipo' registra como fecha de defunción el 23 de febrero de 2021 a causa de Covid-19. Pero la Policía presume que el cabecilla habría falsificado un acta de defunción como estrategia para despistar a sus enemigos y a las autoridades.
Los Tiguerones, génesis y 'modus operandi'
La banda Los Tiguerones surge en 2017 en Guayaquil, como un brazo armado de Los Choneros. Sus actividades se concentraron inicialmente en Nueva Prosperina, al noreste de Guayaquil, que ahora es el distrito más violento de la ciudad.
Se trata de un grupo de alcance local, tipo pandilla, que empezó ejecutando robos a domicilio, asaltos y extorsiones en el sector de Socio Vivienda.
Pero el liderazgo de William Jofre Alcívar Bautista, alias ‘Comandante Willy’ o ‘Negro Willy’, y de sus hermanos Álex (alias 'Ronco') y Luis (alias ‘Puya’), condujo a que la organización expanda operaciones de tráfico de drogas y armas a Esmeraldas, de donde son originarios.
Ahora cuentan con mayor presencia en Esmeraldas, Manabí y Quito. En la actualidad, los Tiguerones mantienen una disputa directa en la provincia de Esmeraldas con la organización los Gánster, perteneciente a Los Choneros.
“Los Tiguerones han logrado penetrar en instituciones del Estado como el Consejo de la Judicatura, Fiscalía, Policía Nacional, Fuerzas Armadas y Gobiernos Autónomos Descentralizados”, apunta el informe, sin ofrecer mayores detalles.
‘Negro Willy’ trabajó como agente penitenciario en la Penitenciaría de Guayaquil y se lo vincula a la fuga de su hermano (alias la ‘Puya’, detenido por asesinato), el 27 de mayo de 2019.
En esa fuga también huyó Domínguez Lleven H. de nacionalidad mexicana, detenido el 29 de julio del 2017 en las Islas Galápagos por tráfico de drogas.
Con este hecho se determinó el nexo inicial de la banda con carteles mexicanos, lo que fortaleció a esta organización considerada “una de las más peligrosas de Ecuador".
Los Tiguerones tienen la capacidad de abastecerse de pasta base de cocaína en Tumaco (Colombia) para purificarla en territorio ecuatoriano, según quedó patente en un golpe policial a un laboratorio de la banda, el 11 de marzo del 2022 en Esmeraldas.
Los Chone killers, el terror de Durán
Los asesinos de Chone o Chone Killers están liderados por los hermanos Terry Israel Camacho, alias el ‘Trompudo’ o ‘Hebreo’; y Antonio Benjamín Camacho, alias ‘Ben 10’.
En primera instancia, se dieron a conocer como un brazo armado de los Choneros. Pero tras su emancipación se dedicaron al microtráfico, extorsiones tipo vacunas, robos a personas y de vehículos en el Durán (Guayas).
La emancipación de Los Choneros, en 2020, llevó a escalar su posición de una organización local a una especializada en brindar servicio logístico a los grupos organizados transnacionales del narcotráfico.
En Durán se enfrentan ahora a muerte con la banda rival de los Latin Kings, en su afán por controlar todo el cantón.
También ejercen violencia extrema contra clanes independientes que pretenden convertir a su causa e incorporar a la organización, así se explican, de acuerdo a la Policía, los cuerpos descuartizados y desmembrados que alcanzaron su punto máximo en 2021 y 2022.
En el proceso de jerarquización de los Chone Killers jugó un papel fundamental el narcotraficante Leandro Norero Tigua (+), alias ‘El Patrón’, quien había sido exmiembro de la desaparecida pandilla de Los Ñetas, históricamente enfrentada a Latin Kings en Durán.
Tras el crimen de alias ‘Rasquiña’, en 2020, Norero se empezó a disputar el relevo de Los Choneros con Junior Roldán (+), alias ‘JR’ y José Adolfo Macías, alias ‘Fito’.
Así, hasta su asesinato el 3 de octubre de 2022 en la cárcel de Cotopaxi, Norero se convirtió en uno de los principales proveedores económicos y financieros de las tres bandas enemigas de Los Choneros: Los Lobos, Los Tiguerones y Chone Killers.
El ascenso de esta trilogía en detrimento de la banda original puede determinar la transición de microcarteles al primer cartel del narcotráfico de Ecuador, por su nivel de expansión, capacidad bélica y económica, además del control de líneas completas del tráfico de drogas.
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