Estos países que, hasta ahora, han recibido un mayor número de emigrantes que huyen de su país por razones económicas o políticas, protagonizaron un acto paralelo a la 74 Asamblea General de Naciones Unidas. "Las crisis humanitaria desborda sus estructuras nacionales", dijeron.
Altos representantes de los Gobiernos de esas tres naciones recordaron que pese al intenso esfuerzo que realizan para absorber el incesante flujo de refugiados de Venezuela, sus sistemas internos están saturados, desde la atención sanitaria a la educación o la dotación de viviendas.
"Necesitamos de una acción contundente (…). Se necesita que la comunidad internacional apoye con recursos no a nuestros Estados, sino a las personas que están sufriendo los estragos de la dictadura".
Iván Duque, presidente de Colombia
El mandatario pidió soluciones concretas para enfrentar una situación que "ha generado la peor crisis migratoria que haya visto América Latina en su historia reciente, una crisis humanitaria de proporciones dantescas".
#NuevaYork Junto con gobiernos de Canadá, Ecuador y Perú, participamos en diálogo sobre los impactos sociales y humanitarios generados en la región por la dictadura en Venezuela. Denunciamos violaciones del régimen y pedimos apoyo internacional para atender la crisis migratoria.
— Iván Duque (@IvanDuque) September 24, 2019
Mientras, el canciller colombiano, Carlos Holmes Trujillo, subrayó la urgencia de "avanzar en la construcción de esquemas financieros que permitan a los países receptores contar con recursos adicionales que les permitan hacerle frente a la migración que les llega".
Según Trujillo, a finales del próximo año podría haber cerca de ocho millones de migrantes venezolanos.
Frente a esta situación, el mundo no está respondiendo con suficiente agilidad y las ayudas denotan una "lentitud agobiante frente a la urgencia, (porque) las necesidades no esperan los trámites burocráticos", dijo.
"La crisis crece y las demandas aumentan", insistió.
En términos similares se pronunciaron los ministros de Exteriores de Perú, Néstor Popolizio, y Ecuador, José Valencia.
"El flujo súbito de venezolanos se ha convertido en un reto para la infraestructura y el financiamiento de las instituciones nacionales",
José Valencia, canciller de Ecuador
El funcionario también pidió "articular propuestas efectivas e innovadoras para obtener y canalizar recursos y apoyo técnico y financiero".
El impacto de esta crisis "probablemente durará varios años más", agregó el canciller ecuatoriano, quien pidió con urgencia "redoblar los esfuerzos de la cooperación internacional para afrontar los efectos que se deriven de esta".
Popolizio, a su vez, sostuvo que la comunidad internacional "aún no es consciente de la gran magnitud de esta migración que nunca ha visto la región" y recordó que los países de acogida han respondido al desafío para amparar a una población vulnerable.
También estuvo presente en el foro la jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, quien admitió que la venezolana es una de las crisis humanitarias globales más infrafinanciadas, recalcó la urgencia de encararla colectivamente y llamó a incrementar la cooperación internacional en términos técnicos y económicos.