Jueves, 28 de marzo de 2024

Daniela Negrete: el confinamiento provoca temor en los niños

Autor:

Carolina Mella

Actualizada:

19 Mar 2021 - 0:04

La psicóloga clínica Daniela Negrete analizó las consecuencias psicológicas del confinamiento en los niños, a un año de la pandemia, en Hable con el experto, de PRIMICIAS.

Autor: Carolina Mella

Actualizada:

19 Mar 2021 - 0:04

La psicóloga clínica Daniela Negrete analizó las consecuencias psicológicas del confinamiento en los niños, a un año de la pandemia, en Hable con el experto, de PRIMICIAS.

En el séptimo programa Hable con el experto, de PRIMICIAS, la psicóloga Daniela Negrete explica que las familias van a necesitar herramientas para superar los traumas adquiridos durante la pandemia de Covid-19, como el temor al contagio y la pérdida de seres queridos.

El impacto del aislamiento y de la teleducación en la salud mental de las personas, especialmente en niños, comienza a notarse. 

¿Cuáles son los efectos del confinamiento en los niños?

Lo que hemos podido ver es que algunos niños tienen mucho miedo, otros presentan conductas agresivas. 

A otros se les hace difícil vincularse; es decir, tener lazos con otros niños, porque precisamente ahí, donde se habla de distanciamiento, unos deciden evitar el contacto y otros tenerlo con las medidas de seguridad. 

Hay que tratar de no caer en esas posturas extremas del total aislamiento o hacer como si no pasara nada. 

No podemos decirle a los niños que no pasa nada, pero tampoco que no pueden llorar. El punto es cómo darle la vuelta a la situación. 

¿Qué hacer en estos casos, dejamos que lloren o ignoramos esos sentimientos para que no sientan tristeza?

Este es un momento donde cada ser humano reacciona de una manera distinta y única. 

Unos desde la tristeza, otros desde la angustia o depresión, una serie de manifestaciones o conductas que podemos encontrar como respuesta a lo que sienten. 

Es importante que los niños puedan ser escuchados en esas formas de expresar lo que están viviendo.

Y cuando sea difícil para ellos expresar lo que sienten o piensan, darles alguna explicación que les permita traducir lo que están viviendo en ese momento. 

Además, ellos van captando lo que los adultos dicen e incluso lo que no dicen, como el miedo. Los adultos no estamos exentos de eso.

Porque está el teletrabajo, personas que han perdido su empleo, a seres queridos. Otros que han asumido tareas dentro de casa que antes no realizaban y eso hace compleja la dinámica familiar.

¿Cómo incidirán esos miedos  cuando volvamos a la normalidad?

Hay que tratar de que los niños estén alejados de esas palabras que pueden llegar a ser muy atemorizantes. 

Por ejemplo, alguna situación en el que los niños puedan escuchar la palabra “hospital” y que eso signifique para ellos muerte. Toda esa reacción que pueda generar y no necesariamente debe ser así. 

Los efectos ya los estamos viendo, y a medida que la situación vaya regresando a ciertos hábitos, costumbres del día a día, cuando los colegios abran sus puertas, creo que ahí vamos a ver mayores efectos. 

Tal vez ahora hay cosas que pasan desapercibidas dentro de casa, pero cuando los niños regresen al colegio, ahí vamos a ver las dificultades. 

¿Cuáles serían esas dificultades?

Primero debo decir que no son todos, porque incluso este tiempo para unos niños ha sido una gran oportunidad de tener más contacto con sus padres. 

Pero por ejemplo, dificultades en el lenguaje y para socializar, lo que tiene que ver con el vínculo social.

Sin embargo, ahora mismo ya vemos los efectos del miedo, como ataques de pánico.

Hay algunos que se han vuelto creativos y han establecido un espacio dentro de casa para compartir, para hacer deberes, hacer del patio un lugar recreativo. 

Otros han tenido reacciones que preocupan y creo que hay que ver cuáles serán las respuestas a largo plazo. 

¿Cómo son esos ataques de pánico en los niños?

Lo podemos ver por ejemplo en esa respiración agitada, llanto, angustia, hay situaciones, un poco extremas, en las que incluso pueden llegar a desmayarse. 

Hay niños que dicen “no sé qué me pasa”, “no puedo decir lo que estoy sintiendo” y que pueden llegar a temblar. 

No puede ser una sola, sino una serie de manifestaciones que nos llevan a pensar que hay un evento de mucha angustia. 

¿Y qué se debería hacer en ese momento para ayudarlo?

Es muy importante tomarse un tiempo para estar con el niño e intentar que pueda poner en palabras lo que está sintiendo. 

Se le puede preguntar si está asustado, si está preocupado por algo, qué lo tiene triste, qué está pensando, si hay algo que escuchó, que se imaginó. 

Hacer ciertas preguntas que le permitan decir lo que está viviendo en ese momento y tratar de tranquilizarlos, poder darles una explicación. 

Cuando los niños vuelvan a la escuela ¿habrá consecuencias por el confinamiento o se normalizará enseguida?

Vamos a ver efectos, que serán de lo más diversos. Veremos una escuela distinta, con sus individualidades. Y me refiero también a que los maestros tampoco serán los mismos. 

Son maestros que han enfrentado experiencias diversas, como las clases virtuales, que han sido un desafío. 

Hay unos que están cansados y con razón; hay otros que extrañan ese contacto con los niños porque les gusta.

Todos tendrán que encontrarse y entender cómo sobrellevarlo, pero individualmente, porque esto ha afectado de manera particular.

Por eso es importante desde ahora buscar momentos de encuentro, porque preocupan los efectos que puede tener el aislamiento total en los niños, tanto en el desarrollo como en la socialización.

Hay que buscar la forma, con las medidas de bioseguridad y de crear encuentros entre niños.