La aplicación de las dosis de refuerzo avanza lentamente. De 14,3 millones de personas que pueden aplicarse la primera dosis de refuerzo, apenas la han recibido 6,5 millones.
La pandemia del Covid-19 se ha convertido nuevamente en un tema de preocupación para autoridades sanitarias y médicos epidemiólogos.
Dos meses después de eliminar la obligatoriedad de portar mascarillas, el país atraviesa un nuevo rebrote de contagios, según datos del Ministerio de Salud.
A inicios de mayo de 2022, Ecuador registraba un promedio de 62 nuevos contagios diarios, a mediados de ese mes el promedio diario creció a 566 casos, e hizo pico a finales de junio cuando Ecuador reportó un promedio de 1.579 contagios diarios.
Eso es 25 veces más alto que cuando se eliminó la obligatoriedad de portar mascarilla en espacios abiertos y cerrados.
Dos de las ciudades que más sienten este repunte son Quito y Guayaquil.
En la capital, por ejemplo, la positividad pasó del 6,6% a inicios de mayo al 36% durante la última semana de junio. Esto quiere decir que de cada 100 pruebas tomadas, 36 ahora arrojan un resultado positivo.
Según la Secretaría de Salud del Municipio de Quito, la mayoría de los contagios se dan en las personas de entre 18 y 24 años.
En el caso de Guayaquil la situación también es compleja. Por eso, el 5 de julio de 2022, el Comité de Operaciones de Emergencias (COE) cantonal resolvió retomar el uso obligatorio de mascarillas en espacios cerrados, además de recomendarlo en espacios abiertos, como estadios o conciertos.
La decisión se basa, según Carlos Farth, director de la mesa técnica de salud del COE cantonal, en el aumento de casos positivos en la ciudad. Entre las semanas 25 y 26, los contagios pasaron de 810 a 921, lo que representa un incremento del 21%.
Ante un escenario similar, Perú resolvió retomar la obligatoriedad del uso del cubrebocas en espacios abiertos y cerrados. El exdirector de Salud de Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, Mauricio Espinel, es partidario de esa medida.
Él cree que Ecuador debería retomar el uso de mascarilla. "En nuestro país, el sistema sanitario tiene muchos problemas, no nos podemos dar el gusto de eliminar las herramientas que nos han ayudado a controlar la pandemia", dice.
Baja ocupación hospitalaria
El Ministerio de Salud reconoce que esperaba un aumento de contagios, tras la eliminación del uso obligatorio de la mascarilla. Sin embargo, uno de los indicadores que le permite asegurar que la pandemia aún está bajo control es el bajo nivel de ocupación hospitalaria.
Los hospitales públicos, por ejemplo, tienen una ocupación del 6% en las camas de hospitalización y del 8% en cuidados intensivos (UCI) destinados a Covid-19.
Estas cifras son similares a las que presentan los hospitales privados. En estos hospitales, las hospitalizaciones por Covid-19 llegan al 6%, mientras que las camas de UCI están ocupadas en un 11%.
La situación en los hospitales del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, y de la seguridad social de las Fuerzas Armadas y de la Policía Nacional es un poco más delicada. Allí, la ocupación hospitalaria es del 28% y la de cuidados intensivo alcanza el 36%.
Dosis de refuerzo, estancadas
La aplicación de las dosis de refuerzo contra el coronavirus no avanza al ritmo esperado por el Gobierno.
Los últimos datos del vacunómetro, sitio web en el que reposan los datos del plan de vacunación, muestran que 6,5 millones de personas han recibido la primera dosis de refuerzo de un total de 14,3 millones que pueden hacerlo.
Mientras que 743.539 han accedido a la cuarta dosis o segunda dosis de refuerzo.
El epidemiólogo Daniel Simancas sostiene que esas cifras son el resultado de los mensajes que ha enviado el Gobierno. "La exministra Ximena Garzón decía que Ecuador ya vivía una endemia y eso no es así. La pandemia no ha terminado en ningún país del mundo", dice.
Mientras que el presidente de la Federación Médica Ecuatoriana, Santiago Carrasco, considera que es necesario que las personas acudan a los centros de vacunación para evitar que el actual brote derive en casos más complejos.
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