El Cotopaxi inició un proceso eruptivo en el último trimestre de 2022, pero ahora el Geofísico considera que la actividad del volcán ha disminuido.
El Instituto Geofísico (IG) de la Escuela Politécnica Nacional dejará de emitir los informes mensuales con los que se daba seguimiento y reportaba la situación del volcán Cotopaxi.
Según el organismo que monitorea a los volcanes del país, la actividad del Cotopaxi registra niveles muy bajos, por lo que considera que su fase eruptiva, que inició en octubre de 2022 y se extendió hasta septiembre de 2023, ha terminado.
De todas formas, el Geofísico seguirá vigilando el comportamiento de la montaña y los cambios que se generen serán alertados a las autoridades y la ciudadanía en general para que se tomen las medidas que correspondan.
Entre octubre de 2022 y marzo de 2023 se produjeron alrededor de 8.000 sismos, unos 1.600 por mes, cuando antes del inicio del proceso eruptivo se daban alrededor de 650 eventos sísmicos de baja intensidad.
Esto estuvo acompañado de la emisión de columnas de gases y ceniza que, en alguna ocasión, superaron los dos kilómetros de altura. Eso mantenía preocupados a los técnicos del IG y a las autoridades que empezaron aplicar simulacros y planes de evacuación tanto en Pichincha como en Cotopaxi.
Cuando la actividad empezó a bajar el IG pasó de los informes diarios a los semanales y luego a los mensuales.
El último informe
El 9 de enero, el IG dio a conocer los eventos más importantes registrados en torno al Cotopaxi. La actividad sísmica se caracterizó por la ocurrencia de eventos asociados con la movilización de fluidos en el interior del volcán.
Las emisiones de vapor de agua y gases tuvieron en promedio 200 metros sobre el nivel del cráter de altura. La emisión más alta se registró el día 21 de diciembre con 900 metros.
En diciembre de 2023, hubo ocasiones que se registraron señales asociadas al descenso de agua lodosa por los flancos del volcán, pero fueron de muy baja magnitud y no causaron afectación.
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