Jueves, 25 de abril de 2024

Quito: pasajeros irrespetan distanciamiento social en el transporte público

Autor:

Jonathan Machado

Actualizada:

4 Jul 2020 - 0:05

La inobservancia de las medidas de seguridad básicas para evitar contagios de Covid-19 es común entre quienes viajan en las unidades de la Ecovía, del Trolebús o de los buses urbanos.

Quito coronavirus

Autor: Jonathan Machado

Actualizada:

4 Jul 2020 - 0:05

Pasajeros en una unidad de la Ecovía, el 3 de julio de 2020. - Foto: Primicias

La inobservancia de las medidas de seguridad básicas para evitar contagios de Covid-19 es común entre quienes viajan en las unidades de la Ecovía, del Trolebús o de los buses urbanos.

Quito vive sus días más críticos desde que la pandemia del coronavirus comenzó a crecer en la ciudad.

Solo en los tres primeros días de julio, el Ministerio de Salud anunció 1.245 nuevos casos de Covid-19, lo que la convierte en la segunda ciudad del país con más contagios, siendo la primera Guayaquil, desde el comienzo de la pandemia a inicios de marzo de 2020.

Este aumento, dicen los epidemiólogos, se debe al desescalamiento de las medidas de restricción, pero también a la indisciplina ciudadana.

Esto se evidencia, sobre todo, en el transporte público. El 3 de julio de 2020, PRIMICIAS hizo un recorrido en seis unidades del sistema metropolitano de transporte (Ecovía y Trolebús) y constató que las personas incumplen con medidas básicas como el distanciamiento social.

Algunos pasajeros del sistema público de transporte incluso se instalaron en asientos en los que claramente estaba prohibido sentarse.

Durante el recorrido, realizado en tramos del norte y del sur de la ciudad, el equipo de PRIMICIAS observó que algunos viajeros no utilizaban correctamente la mascarilla, pues solo se tapaban la boca con ella, dejando la nariz completamente descubierta.

Las aglomeraciones en las unidades de transporte se producen a pesar de que que la Policía Metropolitana controla el comportamiento de los usuarios en las terminales Río Coca, Playón de la Marín y El Recreo, que son las que reciben la mayor cantidad de pasajeros, junto con la estación Quitumbe.

En estas estaciones, funcionarios del Municipio toman la temperatura a los pasajeros.

Sin embargo, los controles no se realizan en el interior de las unidades, donde el incumplimiento de las medidas de bioseguridad es evidente, lo que incrementa el riesgo de contagio.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) califica al transporte público como el segundo lugar más peligroso a la hora de contraer la enfermedad, solo detrás de los hospitales.

El epidemiólogo Mauricio Espinel dice que la responsabilidad ciudadana es fundamental para frenar la curva epidemiológica en Quito que, hasta el viernes 3 de julio, deja 7.816 casos de Covid-19.

Baja demanda y tumultos

Antes de la pandemia, el sistema metropolitano de transporte recibía alrededor de 650.000 pasajeros cada día. La cifra, desde que la ciudad vive la llamada 'nueva normalidad', descendió a 160.000 usuarios.

El subgerente de la Empresa de Transporte de Pasajeros, Juan Carlos Nájera, dice que la demanda actual "es baja, pues representa apenas el 25% del número de pasajeros" potenciales del sistema.

"Entre el 3 y el 29 de junio, las 220 unidades del sistema metropolitano operaron al 30% de su capacidad. Pero desde julio, ese porcentaje se incrementó a 50%, como lo dispone el Comité de Operaciones de Emergencia", dice Nájera.

Esto se debe a que las entidades públicas retomaron sus actividades laborales presenciales con el 25% de su personal.

La reducción en la demanda del transporte metropolitano también se evidencia en los buses urbanos.

Datos de la Unión de Operadoras de Transporte Urbano señalan que, de las 3.000 unidades que existen en Quito, solo 1.200 operan diariamente.

Cada bus, dice el gremio de transportistas, mueve a 300 pasajeros por día, cuando lo normal eran 900 pasajeros.

A pesar de esta reducción, algunas unidades también lucen llenas con personas que incumplen la distancia social.

El gremio de los transportistas asegura que los propietarios de las unidades trabajan "a pérdida", por lo que han solicitado al Municipio que el pasaje se eleve de los actuales USD 0,25 a USD 0,50 mientras dura la emergencia santaria.

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