Solo el 50% de las familias ecuatorianas come una dieta nutritiva

Uno de cada cuatro niños sufre de desnutrición crónica. Ecuador presenta la segunda tasa más alta después de Guatemala. La obesidad también es un problema que aqueja a la población: seis de cada 10 adultos la padecen.

Pobreza, falta de servicios básicos, escaso acceso a alimentos nutritivos y limitada educación académica son las principales causas de la mala alimentación de los ecuatorianos.

El estudio 'Cerrando la brecha de nutrientes' del Programa Mundial de Alimentos (PMA) dice que, debido a estos problemas, solo el 50% de las familias ecuatorianas tiene acceso a una dieta nutritiva.

Una dieta nutritiva es aquella que incluye lácteos, proteínas, legumbres, frutas, hortalizas, granos y micronutrientes.

"El otro 50% de la población consume una dieta energética, con productos que tienen como único objetivo combatir la sensación de hambre, aunque no aporten positivamente a la salud: fideos, pastas, arroz, papas o bebidas gaseosas", dice Mario Touchette, representante del PMA en Ecuador.

El PMA hizo un cálculo del precio diario de la dieta nutritiva versus el de la dieta que solo brinda energía. La primera cuesta USD 8,60, mientras que la segunda implica un desembolso de solo USD 2,50.

En una familia modelo -compuesta por una mujer embarazada o en período de lactancia, un niño de entre seis y 36 meses, un niño de 3 a 5 años, una mujer adolescente y un adulto- la dieta sana es más necesaria para la adolescente porque su cuerpo requiere más nutrientes para un óptimo desarrollo.

La dieta energética, en cambio, es la preferida por los ecuatorianos porque existe una alta disponibilidad de productos elaborados con azúcar, sal y grasas, explica Touchette.

El PMA también dice que la comida 'rápida' y los alimentos procesados le han ganado la batalla a los productos nutritivos porque son fáciles de preparar en un mundo en el que ya nadie tiene tiempo.

"El grupo etario que consume más productos nocivos para la salud son los adolescentes", agrega el PMA en su estudio, mientras que la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (2013) dice que tres de cada cinco adolescentes ingieren snacks y cuatro de cada cinco beben gaseosas.

Según el PMA, la dieta es el segundo factor de riesgo de mortalidad en el mundo, después del consumo de tabaco.

Es por eso que Touchette hace un llamado a que las autoridades pongan en marcha estrategias que motiven el consumo de alimentos saludables y se pueda corregir los hábitos de mala alimentación de los ecuatorianos.

Desnutrición infantil y obesidad

Por paradójico que parezca, existe una estrecha relación entre la desnutrición infantil y la obesidad en edad adulta.

La nutricionista Fernanda Sandoval dice que "un niño que tiene desnutrición es propenso a tener sobre peso u obesidad cuando llegue a la adultez porque sus malos hábitos alimenticios se reproducen con el paso del tiempo".

Esta realidad es preocupante en un país como Ecuador en el que uno de cada cuatro niño sufre de desnutrición crónica.

Uno de las marcas registradas de la desnutrición crónica es que "la estatura del niño es inferior a la que debería tener para su edad", agrega Sandoval.

Pero este tipo de desnutrición no es la única que existe en Ecuador. Según las últimas cifras del Ministerio de Salud, en 2019 se han registrado 440 casos de desnutrición aguda, es decir, que los niños tienen bajo peso con relación a su estatura.

Mario Touchette, representante del Programa Mundial de Alimentos (PMA) en Ecuador, dice que un niño desnutrido tiene problemas en su desarrollo psicomotor, bajo rendimiento académico y tendencia a enfermarse.

Si los hábitos alimenticios no se corrigen a tiempo, un niño desnutrido puede caer en extremos: el sobrepeso o la obesidad.

Sandoval dice que seis de cada 10 adultos tiene sobrepeso u obesidad en Ecuador.

Es una de las tasas más altas de la región. México tiene el coeficiente más elevado, con ocho de cada 10 adultos obesos o con sobrepeso.

Touchette y Sandoval concuerdan en que la implementación de políticas públicas para mejorar los hábitos alimenticios debe ser inmediata.

Sin embargo, explican que la sociedad civil también debe tomar conciencia de que la alimentación es un factor decisivo en el futuro de las personas.