Viernes, 26 de abril de 2024

Pichincha tiene en operación 61 ambulancias, pero necesita 129

Autor:

Jonathan Machado

Actualizada:

25 Jul 2020 - 0:03

La OMS recomienda que por cada 25.000 habitantes una ciudad tenga al menos una ambulancia. El déficit de estos vehículos en Pichincha es del 52%.

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Autor: Jonathan Machado

Actualizada:

25 Jul 2020 - 0:03

Personal de salud en una ambulancia afuera del Hospital del IESS Quito Sur, el 15 de abril. - Foto: API

La OMS recomienda que por cada 25.000 habitantes una ciudad tenga al menos una ambulancia. El déficit de estos vehículos en Pichincha es del 52%.

Patricia Almache, de 56 años, sufrió un accidente mientras bajaba las escaleras de su vivienda, ubicada en el sur de Quito. Los golpes que sufrió le produjeron la fractura de dos costillas y de su pierna derecha.

Su familia, al ver que sangraba profusamente y no se podía mover, llamó al ECU-911 para pedir una ambulancia que la lleve a una casa de salud.

Los allegados esperaron 30 minutos, una hora, dos horas... y la ambulancia nunca llegó. No tuvieron otra opción que llevarla en el balde de una camioneta hasta un centro de salud, en donde no pudo ser atendida porque el lugar estaba abarrotado.

Después de acordar un aporte económico entre los ocho integrantes de su familia, Almache fue ingresada en una clínica privada del sector de Guajaló, pues necesitaba una intervención quirúrgica.

"No es posible que una ambulancia no haya llegado por más de dos horas", dice Andrea Moposita, una de las sobrinas de Almache.

Según el Ministerio de Salud, en la provincia de Pichincha hay 23 ambulancias que atienden las emergencias prehospitalarias de sus 3,2 millones de habitantes, incluidas las que son originadas por la pandemia de Covid-19.

Distribución de las ambulancias en Pichincha.

Distribución de las ambulancias en Pichincha. Diego Corrales / Primicias

A estos vehículos se suman otras 38 que son parte del Sistema de Transporte Secundario. Estas ambulancias, en cambio, trasladan a los pacientes que están internados en algún hospital pero que, ante una necesidad médica, deben ser llevados a otras casas de salud.

La Organización Mundial de la Salud recomienda que, por cada 25.000 habitantes debe haber al menos una ambulancia. Esto significa que Pichincha debería contar con 129 de estos vehículos, pero el sistema de salud solo tiene 61.

Es decir, un déficit del 52%.

De los ocho cantones que tiene la provincia, Quito cuenta cuenta con 15 ambulancias prehospitalarias y 32 para el Sistema de Transporte Secundario.

Cayambe suma, en total, cuatro ambulancias, Mejía cuenta con tres, y Rumiñahui y Pedro Vicente Maldonado tienen dos ambulancias en cada cantón.

Pedro Moncayo, Puerto Quito y San Miguel de los Bancos, a su vez, tienen una ambulancia en cada localidad.

El Ministerio de Salud señala, además, que las 15 ambulancias que operan en Quito están distribuidas así:

  • Seis en el norte de la ciudad.
  • Cinco en el sur.
  • Dos en el centro
  • Una en el suroriente.
  • Una en el noroccidente.

El coordinador nacional de Equipos de Intervención de la Cruz Roja, Henry Ochoa, dice que la entidad tiene 28 ambulancias que trabajan a escala nacional en coordinación con el ECU-911.

"Cinco de estos vehículos se encuentran en Quito para atender cualquier tipo de emergencia", dice Ochoa.

El emergenciólogo Daniel García dice que, el número de ambulancias era deficitario antes de la pandemia, desde la aparición de la enfermedad Covid-19 se incrementó la demanda.

"Ya no tenemos solo emergencias normales, hay que sumar los casos que se producen por el Covid-19. Muchos de ellos necesitan atención urgente que, lamentablemente, no siempre la reciben", agrega García.

Un médico del IESS que pidió no revelar su identidad dice que "la falta de ambulancias es un problema que tiene Quito y todo el país desde hace mucho tiempo."

Agrega que "Ecuador no cuenta con el número mínimo necesario para atender todas las emergencias".

Es por eso que el tiempo de respuesta se ha incrementado. "A esto se debe sumar que las ambulancias y su personal deben cumplir con un proceso de sanitización después de atender a un paciente, con el objetivo de minimizar el riesgo de contagio".

EL profesional cree que el Ministerio de Salud debe invertir en la compra de ambulancias, aunque sostiene que el sistema privado debería apoyar en la atención de las emergencias que se produzcan durante la crisis sanitaria.

El Ministerio de Salud dice que, a pesar de que "la demanda del servicio se ha incrementado durante la pandemia, se la ha suplido con los recursos existentes".

Más emergencias

Durante la emergencia sanitaria por el coronavirus, el Ministerio de Salud (MSP) reporta, en Quito, un aumento del 68% de las atenciones prehospitalarias con relación a 2019.

Este año, la entidad ha atendido 66.602 emergencias por todas las causas, mientras que en 2019 la cifra fue de 45.024.

Con relación a la pandemia, el Ministerio de Salud registra 4.782 emergencias en Quito. A pesar de este incremento, el MSP no contempla adquirir más ambulancias para la ciudad ni para el país, al menos en lo que resta del 2020.

Protocolo de atención

Una persona que requiere la atención de una ambulancia debe comunicarse obligatoriamente con el sistema de emergencias ECU-911. Su director, Juan Zapata, dice que la labor de la institución "es articular la llamada con las entidades del sistema público que atienden las emergencias".

Si es un robo, dice Zapata, "derivamos la llamada a la Policía, si se trata de un incendio llamamos a los bomberos y si es una emergencia médica nos comunicamos con el Ministerio de Salud".

El director del ECU-911 recalca que "nuestra tarea es recibir la llamada y derivarla a la institución correspondiente, pero los recursos que se despliegan son responsabilidad de cada entidad".

Zapata dice que existe un protocolo de tres momentos desde que ingresa la llamada hasta que una ambulancia acude a atender la emergencia.

  1. El ECU-911 recibe la llamada y abre una ficha con los datos de la persona que solicita la ambulancia. Este proceso, según estándares internacionales, debe cumplirse en máximo de un minuto y 40 segundos.
  2. El segundo paso es cuando el operador del ECU-911 deriva la llamada a la entidad responsable.
  3. La última fase es el desplazamiento de los recursos necesarios al lugar de la emergencia.

Zapata dice que no se puede establecer un tiempo máximo de respuesta de la ambulancia porque depende de factores como el tráfico, el clima o la distancia.

Lo que sí deja claro es que la articulación institucional aspira a atender todas las emergencias, aunque eso no siempre pasa.

El Ministerio de Salud señala que las ambulancias se encuentran en un proceso de revisión técnica para establecer el número de unidades que deberán ser reemplazadas en el futuro.